CAPITULO 10: NOTAS

2.6K 204 14
                                    

Tenía nueve llamadas perdidas de Noah y un montón de mensajes de él pidiéndome perdón.

*Emma siento mucho lo del otro día...tan solo quiero protegerte,
Te quiero, Noah.*

*Emma por favor... perdóname,
Noah.*

*Al menos contestame algo por favor, no me dejes así.
Lo siento. N.*

Y en esa línea cinco mensajes más. Los releí por enésima vez en silencio. No le contesté, y tampoco me apetecía hacerlo.

"Noah es mi amigo y es el capitán del equipo de fútbol del instituto, pero sinceramente, si te vuelve a tocar así, le parto la cara. Me da igual si el entrenador me deja sin jugar toda la temporada." dijo Jared cuando estabamos solos en el coche de regreso a casa. Le dije que no pasaba nada que había sido un malentendido pero la realidad era que Noah me había intimidado. Nunca le había visto de esa forma, era como si fuera otra persona, alguien a quién no conocía.

En el instituto le esquivaba y siempre intentaba estar con Sue, mi hermano o acompañada de otra persona. Me miraba de lejos afligido pero yo siempre desviaba mi vista cada vez que nuestros ojos se encontraban.

-¿Qué te pasa? - su voz grave me sacó de mis pensamientos. Levanté la cabeza y me encontré con unos profundos ojos grises mirándome desde la silla giratoria de mi escritorio. Tenía el cabello ondulado, y vestía camiseta blanca ancha, pantalón ajustado negro y unas botas negras a juego.
Estaba increíble.

Aparte la mirada avergonzada y escondí mi móvil.

-Oye deja de interrumpir en mi cuarto así de la nada, ¿Y si hubiera estado desnuda qué, eh? - me sonrojé nada más hacer la pregunta. Había hablado sin pensar, como siempre hacía cuando estaba enfadada. Sam dibujó una enorme sonrisa en su rostro a modo de respuesta. "Será idiota" pensé aguantando una sonrisa tonta. En el fondo había una parte de mí que le había encantado su reacción. O a lo mejor no tan en el fondo. "¿Por qué demonios tenía que ser tan atractivo?".

Sam se mantuvo en silencio, todavía esperando una respuesta a su pregunta.

- Además, no me pasa nada- disimulé tajante.

-A mi no me puedes mentir, siento como se acelera tu corazón cada vez que lo haces - sonrío pícaro y me ruboricé, "Mierda".

-¿Que qué me pasa? Pues problemas de una chica de instituto... menos mal que ya se acaba ésta etapa y empiezo una nueva en la universidad - resoplé y Sam me miró divertido -Aunque no sé qué es peor: los problemas del instituto o los vampiros que me quieren muerta.

Sam se echó a reír, su risa parecía la de un niño pequeño. Yo no le encontraba nada de gracia al asunto.

-La universidad tampoco es mucho más divertida que el instituto, lo único: las fiestas, las chicas... - enarcó una ceja y sonrió socarrón. Me salió del alma mirarle de mala gana, " Las chicas...¿Por qué me molestaba tanto que dijera algo así?".

-Hay cosas más interesantes que chicas y fiestas - intenté ocultar mi molestia y no ser una borde, pero fue imposible. Sam sonrío ampliamente sin inmutarse.

-¿Tú has ido a la universidad? - sentía una profunda curiosidad por su vida.

-Un montón de veces - su sonrisa dio paso a una expresión de aburrimiento - Tantas como he querido. He estudiado todo lo que he deseado y en muchos sitios diferentes del país, hasta que... - Dudó por un momento- me asenté en Jaksone - cogió una pelota pequeña que usaba para masajearme después de la clase de danza y se puso a darle vueltas, con ambas manos, jugando con ella. Le miré pensativa. Me recordaba a un gato jugando con un ovillo de lana.

-Entonces...¿Qué edad tienes? - cogió la pelota con una mano y me miró incómodo.

-Tengo veinticinco años - sus ojos reflejaban tristeza al decir en voz alta su edad - desde hace ciento veinte años.

Me quedé totalmente paralizada. "¿Ciento veinte años?". Tragué en seco. "Tiene que haber sido increíble vivir durante tantos años."

-¿Qué se siente al vivir tanto tiempo? - Pregunté entusiasmada pero Sam miró al suelo, pude ver una profunda tristeza en sus ojos. Dejó la pelota encima del escritorio. Enseguida me di cuenta de que había sido una mala idea preguntarle aquello.

-Es horrible... sinceramente no es tan divertido como mucha gente cree. No lo es cuando ves crecer y morir a las personas que quieres mientras tú estás parado en el tiempo, y lo único que puede remediar el inmenso dolor que eso te produce, es tu propia muerte. - Dijo con voz apagada - Muchos no lo soportan y se suicidan tomando Reisk.

En ese instante sentí compasión por él. Recordé el maldito momento en que había perdido a mi madre, y sólo el hecho de pensar en perder a mi padre o a Jared ya hacía que sintiera un inmenso vacío en mi corazón. El mismo vacío que notaba que sentía él.

*SAM*

"Ciento veinte años pensando que era una condena vivir eternamente.... Hasta que te encontré a ti, Emma". Pensé alzando la mirada y encontrándome con sus ojos verdes. Me miraba afligida. No me gustaba verla triste, así que intenté cambiar de tema.

- Dejemos de hablar de mí. Respecto a lo que te pregunté antes... ¿Me vas a contar qué ocurre? ¿O me vas a volver a mentir? - la pillé por sorpresa. Hizo una mueca y puso los ojos en blanco. La miré divirtiéndome, se ponía tan bonita cuando estaba enfadada.

-No sabía que eras tan cotilla...- refunfuñó.

-Me cuelo en tu cuarto cuando quiero, ¿Qué esperabas? - bromeé y conseguí sacarla una sonrisa.

------------------------------------------------------

Busqué mi nombre en las listas de notas del examen de admisión de la universidad. Estaba apiñada en medio de un montón de gente histérica. Muchos salían llorando después de ver su nombre en alguna de las listas y otros corrían a abrazar a sus amigos llenos de felicidad.

Pero yo no encontraba mi nombre. Volví a examinar con cautela las tres hojas llena de nervios, me temblaban hasta las manos. "¿Y si suspendía?" "¿Y si no me daba la nota para medicina?", un montón de "¿Y si...?" Llenaban mi cabeza en ese momento.

-Has aprobado- me giré de golpe hacía la voz. Noah me señalaba con un dedo mi nombre en la tercera hoja de los resultados: "Emma Stone.... Media total: 9.87". - Lo comprobé después de ver mi nota...- su voz reflejaba inseguridad. No sabía que decirle, en ese momento tenía un cúmulo de emociones contradictorias en el corazón. Y aunque no os lo creáis, sólo me salió abrazarle.

Me devolvió el abrazo con fuerza, casi con ansias. Me olvidé de todo lo que había pasado en ese instante. Sólo importaba una cosa: Había aprobado y era muy feliz.

- Enhorabuena Emma, lo has conseguido, eres la mejor - Noah me susurro muy cariñoso mientras me abrazaba.

-¿Tú has aprobado?- me apresuré a preguntar y él asintió sin dejar de abrazarme.

-¡Emma! ¡Emma! ¡Aquí!- me aparte de Noah, Sue estaba dando saltos y levantando una mano fuera del mogollón de gente que estaba comprobando sus resultados. Salimos a duras penas y a contracorriente, y nada más verla la abracé también.

-¡He aprobado Sue! Y me da la nota para estudiar medicina - unas lágrimas de emoción resbalaron por mi rostro.

-Yo también he aprobado, ¡Voy a ser abogada! ¡Por fin!- Sue también lloró de alegría. Tantas horas de estudio en la biblioteca y en casa habían valido la pena. Nos separamos y nos miramos con mucha ternura.

-Ahora habrá que celebrarlo por todo lo alto éste sábado en mi casa ¿no? - la sonrisa de Sue no podía ser más grande. Asentí secándome las lágrimas - ¡¡Va a ser un fiestón!! - gritó entusiasmada, me reí de pura alegría.

"Por fin voy a cumplir mi sueño mamá: Voy a ser cirujana."

------------------------------------------------------------

Gracias por leer el capítulo! ❤
El próximo será en la famosa fiesta de Sue... ¿Qué pasará?
Hasta el siguiente capítulo!!
Un beso a tod×s! 😘

MUÉRDEME.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora