Gucci's Model | Kookv

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Intentaba ir lo más rápido a su respectivo carro, mientras estaba rodeado por sus guardaespaldas, y veía muchos flashes pertenicientes a varias cámaras. Escuchaba preguntas también, que no respondería.
Saludaba a alguna cámara de vez en cuando, para poder mostrar respeto.

-Joven Jungkook, tenga cuidado. -escuchó a su lado, un joven le estaba hablando. Miró hacia el otro lado y pudo reconocer perfectamente el rostro de una chica, que le estaba siguiendo desde que salió del hotel. Asintió, y siguió mirando al frente, estaba a pasos de llegar al carro.

Subió cuando llegó, y pudo suspirar en paz. Tantas cámaras pegadas a su rostro le causaría un estrés.

[...]

Estaba mirando aquel mensaje que había recibido hace unas horas, desde hace un buen rato. No se sorprendía, en realidad, porque sabía que le iba a llegar. Y él prometió que se negaría, pero ahora mismo, se odiaba por estar dudando.

¿Debía ir? Se preguntaba sentado en su cama. Hace unas horas que había llegado, y salir apenas llegase no era nada bueno, sabiendo que era un cantante muy reconocido y que, apenas daba un paso, ya sentía otros ojos puestos en él.

Pero la duda lo mataba, y aunque quisiera negarlo, quería verlo una vez más, tocar su cuerpo, y fundir sus labios junto a los del chico.

Pero, antes que todo, quería escucharle, por fin.
Entender todo, sin interrupciones, sin amenazas, sólo ellos dos. Aclarando la situación, sin necesidad de enojarse el uno con el otro. Cómo sucedió hace unos días. En donde ambos dijeron cosas de las cuales estaban arrepentidos ahora.

El amor entre Jungkook y Taehyung era muy joven. Y cuando juraron su amor, cuando Jungkook le pidió ser su novio, su amigo, su escudo, también juraron no esconder cosas entre ellos. Estaban aprendiendo del uno del otro, y no llevaban años, pero Jungkook sabía que ese chico quería en su vida. Su química era perfecta.

Se había enamorado de sus ojos preciosos, de su particular sonrisa, la forma en la que se movía, coqueto. Cuando hacían el amor, cuando jadeaba por él, cuando rasgaba su espalda, y decía lo mucho que lo amaba. O cuando no pensaba en nada.

Estaba tan enamorado de él, de eso estaba seguro. Y también estaba seguro que no lo iba a perder.

Cogió su celular, que había dejado desde un rato en la mesa, y marcó el número de su amiga.

-Jennie, ¿cómo estás? Necesito que me hagas un favor. Hablaré con mi mánager.

[...]

La música estaba baja, y algunos invitados ingresaban al lugar. Jackson estaba en la entrada principal, recibiéndolos. Saludaba con un abrazo, mientras recibía algunos presentes por su aniversario.

Era una reunión pequeña, menos de veinte personas. Jackson estaba emocionado por eso. Cuatro años desde su debut, pero que rápido pasaba el tiempo.

Sintió un peso sobre sus hombros, y se sobresaltó, escuchó esa risa, tan única.

-Jin, Dios, casi me matas de un susto. -sonrío y recibió el abrazo de su compañero.