La sobrina de Volkov

1. Volkov

Narra Volkov

Otra vez, un día como los de siempre: despertarme, ir a trabajar, dirigir a mis compañeros para actuar ante cualquier robo o secuestro, mientras mi superior, el superintendente Conway, no estuviera, terminar el turno y volver a casa; pero esa mañana no era como las de siempre, había algo raro, y mis sospechas terminaron por confirmarse cuando mi teléfono comenzó a sonar.

- Aquí Volkov. - respondí, como de costumbre, sin mirar si quiera quién llamaba.

- Viktor, soy yo. - era mi hermana mayor, la única persona que me quedaba. Ella siempre ha sido muy cariñosa conmigo, a pesar de yo ser tan frío. Es mucho mayor que yo porque mi madre, antes de dejarme, tuvo una aventura muchísimos años antes de yo nacer.

- Ah, perdón. ¿Cómo estás, Victoria?, ¿pasó algo?

- Eh... sí... algo así...

- Puedes contarmelo, tranquila.

- Es sobre ____... - ____ es mi sobrina. Sí, sobrina. Soy tío, tío de una pequeña rebelde de 22 años recién cumplidos. Por lo que me ha contado mi hermana, porque yo hace mucho que no las veo desde que trabajo en la policía, tiene amistades un tanto peculiares que a Victoria no le gustan absolutamente nada, y como no, ¿qué mejor que acudir a tu hermano policía cuando tu hija se sale de madre? Nada.

- ¿Hizo algo?

- Está detenida.

- ¿Dónde?, ¿qué hizo?

- Por lo visto, intentó atracar una pequeña tienda 24 horas drogada y bebida en compañía de Gustabo y Horacio, sus nuevos amigos. Desde que se fue a vivir sola estoy muy preocupada por ella, no ha hecho más que tomar malas decisiones... - suspiró a través del teléfono.

- ¿Qué necesitas?, ¿la tengo que ir a buscar? ¿En qué comisaría está?

- Más bien estaba pensando en que se fuera a vivir contigo... eres policía y dudo que haya nadie mejor que tú para hacerla entrar en razón. Intenta convencerla para que pase una temporada contigo, por favor... si no te importa. - ¿cómo iba a dejar tirada a una de las únicas personas de mi familia? Ni se me ocurriría.

- ¿Dónde está su casa?

- En la ciudad que está al lado de la tuya. Es más, sospecho que sus amigos son de ahí, de Los Santos.

- No te equivocas, han pasado varias veces por comisaría, y sí, son de aquí. Pero bueno, no te preocupes, dame su 10-20 y voy por ella.

- ¿Qué?

- Perdón, la costumbre. ¿En qué comisaría está?

- Según tengo entendido, en la del norte.

- Perfecto, en cuanto la tenga te llamo para informarte.

- Gracias. - colgué. Parece que iba a ser una mañana movidita. Me subí al coche y encendí la radio:

- Aquí Volkov, ¿alguien me escucha?

- 10-04, aquí Leónidas.

- Avisa al Superintendente de que llegaré tarde, tengo unos problemas que solucionar en la comisaría del norte.

- ¿Qué pasa aquí mariconettis?, ¿qué tanto hablan? Menos hablar y más trabajar, joder.

- Superintendente, hay un problema en el norte.

- ¿Y a mí que cojones me importa? Vente ya a comisaría. - apagué la radio, le ignoré y seguí conduciendo en dirección a mi sobrina.