La sobrina de Volkov

67. Sacando información

Narra Ivanov

- Va-vale, está bien, ya lo dejo. Pero... ¿no saben de quién era?

- No Ivanov, no. Ahora se acabó.

- ¿Puedo ir a tu casa luego? - intenté romper el hielo. - Hace tiempo que no salimos y hablamos, como en los viejos tiempos.

- Tendría que hacer una llamada para eso, ahora estoy en una situación complicada.

- ¿Por qué? - traté de curiosear.

- Ya no tengo mi antiguo piso.

- ¿Pasó algo?

- Será mejor que vayamos a un bar. - intentó evitarme.

- Está bien.

- ¿Vais a estar ligando todo el día? Queremos irnos. - interrumpieron los atracadores. Tras acabar de elegir sus ventajas, procedimos a su persecución.

- Venga, al coche. - empujó Volkov a uno de ellos tras atraparles.

- Bien hecho, espero que tengas algo de información. Ya se lo dirás luego al jefe. - me dijo el otro hombre al oído cuando pasó a mi lado esposado.

- ¿Erais una distracción? - repetí su acto.

- Está claro. El señor sabía de sobra que aprovecharías esta oportunidad, aunque no contamos con que se produjera otro atraco.

- A callar. ¿Qué habláis? Vamos, adentro. - se metió Viktor a gritos.

Una vez en comisaría, dejé que mi compañero entrara solo para yo llamar.

- ¿Y?, ¿tienes algo? - se le escuchó decir a El Calavera.

- Ya no está embarazada, lo perdió; no saben quién es el padre, y V - nombré en clave a Volkov - ya no posee su antiguo hogar. No llegué a descubrir dónde se encuentran ahora porque tus chicos nos cortaron.

- Bueno, por ahora está bien. Sigue así. - finalizó.

- ¿Dónde estabas? - se dirigió a mi el comisario al verme entrar.

- Haciendo una llamada. ¿Nos vamos?

- Sí. ¿Al tequila?

- Podría estar bien.

Narra _____

- ¿No le habías dicho a Ivanov que no volviera por aquí? - le decía a Conway mientras apuntaba al interior del badulaque con un arma.

- Exacto, no sé por qué volvió. Tendré que hablar con él más seriamente.

- Ten cuidado, por favor.

- Lo dice quien se está arriesgando ahora a que le disparen.

- Tú también, lindo, no soy la única tiradora aquí. - me quejé echándole en cara el estar acostados sobre el techo de un edificio.

Narra Ivanov

Por la noche

- ¡Shhh!, baja la voz, que como Conway se entere de que te he traído, me mata. - cerró el comisario muy despacio la puerta. Ambos estábamos ebrios, muy ebrios.

- ¿Esta no es tu casa?

- No, idiota. Vivo con él. - me dio un ligero toque en el hombro a modo de amistad. - Pero, es nuestro secreto, no puedes contarlo, ¿vale? - puso un dedo sobre sus labios, mandándome a callar.

- ¿Te puedo contar un secreto yo también, amigo? - me dejé caer sobre el sofá. No era consciente de lo que hacía. - Al principio fui contigo al bar para sacarte información, pero no me había dado cuenta de lo que echaba de menos estas cosas. Me lo he pasado en grande.

- ¿A qué te refieres? - se tumbó junto a mi.

- Tengo un nuevo jefe, tonto. - reí levemente. - Y quiere saber cosas sobre vosotros para recuperar a ____. Pero, ¿sabes qué?, ya no quiero trabajar para él, no podría hacerte eso. Voy a traerlo a mi terreno: le seguiré el juego dándole información falsa, ¿te parece? Así, le atraparemos en equipo, como siempre. - puse la mano delante de este para chocar los puños. Este me correspondió como bien pudo, con las pocas fuerzas que le quedaban, sin haber comprendido bien lo que le dije. - Tío, ¿dónde está el baño? Me siento mal.

- ¿Quieres vomitar? ¡Cuidado con la alfombra! Está en ese pasillo, en las puertas del fondo. No recuerdo bien dónde. - se llevó la mano a la frente, dándome a entender que le dolía la cabeza e indicándome con la otra el camino.

- Voy a ver si lo encuentro. - me levanté con cuidado y me fui agarrando de las paredes, ya que me tambaleaba debido al alcohol que había ingerido. - Creo que es esta puerta. - hablé solo, en alto, con la mano sobre el pomo.