La sobrina de Volkov

68. Buena vida

Narra Ivanov

Empujé la puerta con el hombro y, al mirar al frente, pude contemplar a ____ en ropa interior, dándome la espalda, mirando hacia la cama. Iba a comenzar a quitársela de forma muy lenta. Me rodé un poco, para ver bien a mi alrededor, y visualicé a Jack tumbado sobre la cama, observando con lujuria a ____ mientras hacía esto mismo. - ¡Joder!, yo también quiero. Podemos hacerlo los tres, yo no tengo problema, pero quiero tener prioridad, _____, que a mi me conociste antes. - me traté de acercar para alcanzarla.

- ¿Qué coño haces aquí? - se levantó el superintendente de golpe gritándome y colocándose delante de mi para tapar a su novia y que yo no la viera así. La pequeña soltó un quejido y corrió para alcanzar una manta y taparse con ella.

- Y-yo buscaba el baño. - me dio hipo.

- Apestas a alcohol. ¿Dónde coño está Volkov?

- No lo sé... por allí, creo. - señalé al pasillo.

Narra ____

Me envolví en un edredón y salí en dirección al comedor, buscando a mi tío, dejando a esos dos en la habitación. Lo vi ahí, tirado en el sofá, durmiendo con los brazos abiertos.

- Idiota... - susurré mientras le acomodaba, me quitaba la manta que tenía alrededor de mi cuerpo y se la ponía por encima. Le deposité un beso en la frente y me dirigí silenciosamente a su dormitorio, en busca de ropa, sin que Conway e Ivanov se enteraran. Metí la mano en el armario, busqué y saqué la primera prenda de ropa que toqué, sin mirar. Era una camiseta de botones muy larga, al menos para mi. Me la puse, recogí mi cabello en un moño alto, y asomé mi cabeza por la puerta para escuchar de qué hablaban.

Narra Conway

- Te trajo el anormal de Volkov, ¿cierto?

- Sí. Fuimos primero a un bar, y decidimos pasar la noche aquí.

- ¿Cómo se le ocurre? - me llevé la mano a la frente.

- Me dijo que era un secreto, así que no puedes decirle nada. ¡Shhh! No le cuente que te lo dije, ¿vale? - se llevó el dedo a sus labios. Estaba muy borracho, nunca le había visto tanto. - Y yo le conté otro a cambio. - se dejó caer en la cama.

- ¿Cuál? - aproveché su sinceridad.

- Que estoy intentando averiguar cosas sobre vosotros para mi jefe. Es que le caes mal, y quiere a ___ para él.- habló divertido, debido al alcohol, sin procesar lo que decía. Mi rostro cambió automáticamente. Nunca me esperé algo así de él.

- ¿Cómo se llama? - intenté que me lo dijera.

- Cala... ¿Calamar? Algo así, no recuerdo bien, estoy cansado. - se acurrucó y cerró los ojos.

- ¿Calavera? - le sobresalté.

- Sí, eso. ¿Puedo dormir?

- ¡No, espera!... - me cortaron.

- ¿Qué le has dicho sobre nosotros? - se metió ____ en la conversación, neutra, sin expresión facial.

- Mmm... que no tenías al bebé y que no vivías dónde antes. - se dejó dormir.

- ¡Mierda! ¿Y ahora qué? - miré a mi novia.

- Calma. No sabe nada, tranquilo. Estoy segura. - me acarició la mano. - Acostémosle en la habitación de Volkov y ya veremos qué pasa mañana. - entre los dos le levantamos y le llevamos a hombros hasta allí. Le tumbamos y nos sentamos a un lado de la cama, uno al lado del otro. - Todo estará bien, te lo prometo. Daré lo que sea, incluso mi vida, para que no os pase nada a ninguno. El problema es mío.

- Nuestro. - posé mi mano sobre la suya, la cual estaba apoyada en el colchón.