Narra Ivanov
Tras haber amarrado las prendas de ropa, las lanzamos en dirección a las escaleras para que pasaran a través de uno de los huecos de los escalones y volviera a caer lo sobrante, quedando así enganchada.
- Bien. - tiré de la "cuerda" para comprobar que era seguro agarrarse a ella. - ¿Quién va primero?
- Me quieren a mi, iré yo. - habló ___.
- Ni de coña. Esos capullos quieren matarme a mi, entro yo. - replicó Conway.
- A ver, os quieren a los dos, ¿cierto? - ambos asintieron. - Pues seré yo quien vaya, así no se lo esperarán. Tranquilos, tendré cuidado, llevo chaleco. Esperad aquí, y si oís tiros, entrad.
- No, Ivanov, esper... - no dejé a ___ terminar de hablar porque comencé a subir.
Ya estaba en la azotea. Era muy grande pero, a pesar de ello, se distinguía perfectamente una especie de cuartillo con una puerta verde. Era lo único que había en toda la extensión del suelo.
- Te voy guiando, ¿vale? - se oyó de pronto la voz de ____ por mi radio, asustándome.
- ¡Casi me matas! No me hables de repente. - grité en susurro.
- ¡Sh!, que nos desviamos. ¿Ves la puerta verde?
- Sí. - la tenía de frente, ya que me había acercado hacia ella.
- Nunca está cerrada. Abre sin problema, pero no hagas ruido. - giré el picaporte. Tenía razón. - Bien, ahora verás unas escaleras que bajan que tampoco vigilan nunca, ya que nadie entra por ahí. - para ser una mafia eran bastante poco previsibles. - Por ahí me escapaba yo. - se oyó una carcajada tras esto. Parecía estar recordando su pasado. - En fin, olvídalo. Cuando bajes todos los escalones, encontrarás el pasillo rojo del que os hablé. Al final de este, verás un portón de metal. Te metí las llaves en el bolsillo antes de irte.
- ¿En qué momento hiciste eso y cómo es que aún las tien...? - me frenó.
- Eso es lo de menos. Nosotros vamos a entrar ya.
- No, no... - y cortaron la transmisión. Caminé por donde me indicaron, siempre revisando mis espaldas y laterales, con el arma en mano. Saqué el llavero y abrí. Todo estaba oscuro, solo un foco alumbraba a un Volkov sentado en una silla de madera, amarrado de pies y manos por una cuerda, con la cabeza baja (no sé si despierto, o no). Revisé bien antes de hacer una locura. No parecía haber nadie, así que caminé rápidamente hacia él y le levanté la cabeza con la mano que tenía libre, ya que en la otra estaba el arma.
- Volkov... ¿estás bien? - no respondió. Se le veía débil, pero al menos ya estaba consciente.
- Muy bien, preciosa. - se oyeron aplausos desde la barandilla del piso superior. Era un balcón que rodeaba todas las paredes de la habitación, y al que se accedía por unas escaleras que alcancé a ver al entrar. Yo me mantuve en silencio. - Por fin has venido a verme. Sabía que entrarías por donde siempre para recuperar a tu tío... - la luz del foco me permitió ver bien quién era, ya que se alongó. - Espera... tú no eres _____... ¡Traidor! ¡Eres tú, Ivanov!
- Espera, Calavera, no le hagas nada, por favor. - rogué de rodillas soltando el arma porque me estaban apuntado sus secuaces.
- Quiero a ___, no a ti, pero si te interpones. - él también dirigió la punta de su pistola hacia mi.
- ¡Baja eso, capullo! - se oyó la voz de Conway. Miré hacia él. Estaba solo, sin la chica, dirigiendo su arma a la cabeza de Calavera. ¿Dónde coño se había metido esa loca?
- Tarde. - rió. Cuando me quise dar cuenta, un encapuchado estaba sujetando a Volkov, tapándole la boca, amenazándome para que no me acercara y con dispararle.
- No es tarde, porque me tienes aquí. - ___ apareció detrás de Calavera, poniendo su mano sobre el hombre de este.
Narra _____
- Amor. - me abrazó por la cintura e intentó besarme, pero me aparté. - No seas así, gracias a mi tienes memoria. - se refirió a la piedra. - Solo te estoy protegiendo de ellos. - señaló a los agentes. - Te hacen mal, mi vida. Además, mira quién hará los honores. - señaló al hombre que sujetaba a mi tío impidiendo que Ivanov actuara. Se quitó la máscara.
- ¡¿Lamar?! - abrí mucho los ojos.
- ¿Le extrañabas? - rió el jefe. Jack, al oír este nombre, pasó a apuntarle a este.
- Lamar, suéltalo, me quieren a mi. - le hablé muy tranquila bajando despacio por las escaleras para acercarme a él.
- No vengas, tengo orden de disparar a quién se acerque. - cerró muy fuerte los ojos, se puso nervioso. Ivanov se alejó aterrado. Todos los demás observaban mi capacidad para mantener la calma.
- Me recuerdas bien, sabes el poder que tengo aquí dentro, así que ahora, déjalo y retírate. - sentí la orgullosa sonrisa de Calavera en la nuca (se pensaba que me estaba recuperando). Jackson le miró y siguió mis órdenes. Supuse que le habría asentido. Me acerqué a Viktor a ver cómo se encontraba y si tenía heridas. Parecía no tener ninguna a simple vista.
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La sobrina de Volkov
Fanfiction(Superintendente Conway y tú) Ser sobrina de un comisario como Volkov con las amistades que tiene no es sencillo, y menos con tus antecedentes. ¿Cómo se sentirá tú tío al enterarse de uno de tus mayores secretos? Lee y compréndeme. Esta historia no...