🌘 𝓪𝓬𝓻𝓸𝓷𝓲𝓬 🌘

🌙 𝟡 🌙

Ya estabas duchada y cambiada. Solo faltaba arreglar tu cabello.

¿Lo trenzo?

¿Lo dejo suelto?

A ver...

Te miraste en el espejo, decidiste hacerte trenzas a cada lado de la cabeza que iban atadas con una goma y terminaste de adornar el peinado con uno de tus múltiples accesorios para el cabello.

¡Ah sí!

Planchaste tu cabello para que parezca más largo.

-¡Voila!-

Reíste para ti misma.

Miraste el reloj de la pared, las 19:45. Tan solo 15 minutos antes de la hora acordada para la cita.

-Deprisa, deprisa-

Tomaste tus llaves, tu celular, la ropa que te prestó Greco y que lavaste...

-Algo se me olvida, pero ¿qué?- Miraste alrededor de la sala de estar y lo recordaste.

-El postre- Te acercaste a la heladera y sacaste una bolsa de ahí.

Listo.

Saliste para esperar al taxi que habías llamado más temprano.

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Tocaste la puerta y esperaste a ver si escuchabas algo desde adentro.

-Voy- Escuchaste que corrían a la puerta.

Respiraste hondo.

-Buenas- Habló Greco, apoyándose en el marco de la puerta.

Se ve tan lindo con esa camisa.

-Hola- Lo miraste tímida.

-Adelante, la cena está casi lista-

-Ok- Entraste.

El lugar olía tan bien, no parecía el departamento donde estuviste "secuestrada" en la mañana, tenía un toque hogareño que no habías notado, aparte de que había más luz y los muebles resaltaban. Sin duda Greco tenía muy buen gusto para el diseño de interiores.

-Espérate un ratito. Ya termino- Hizo un ademan con las manos y fue hasta la cocina.

-Ok. ¿Puedo dejar esto en el freezer?- Lo seguiste.

-No debiste molestarte- No te miró ya que estaba revolviendo la olla.

-Por favor. No es tan bueno como la comida casera pero nadie se resiste al helado- Te reíste.

-Vale vale, ahí tienes razón-

Cerraste la puerta del freezer y fuiste a dejar el celular junto con las llaves sobre la mesa. También colgaste la bolsa con ropa en el respaldo de una de las sillas.

Caminaste hasta el ventanal que había en el medio de la habitación y contemplaste la ciudad que desde ahí lucía maravillosa, aun sabiendo que era en realidad un completo desastre.

Volteaste y buscaste a Greco con la mirada, el cual te daba la espalda por estar pendiente de la comida.

Se veía muy concentrado.

¿Alguna vez tendré a alguien que me espere con comida caliente al llegar a casa?

Sonreíste ante tu imagen mental, pero no te diste cuenta que el comisario notó la incesante mirada sobre su espalda.