Prohibido (EDITANDO)

CAPITULO 12

Notinforme 😄

(Hola! A partir de este capitulo, la perspectiva será omnisciente y algunas partes narradas por los prota. Gracias por leerme c: )

...

Mis ojos pesados, somnolientos y deseosos de permanecer entre los cálidos brazos que me acogían con cariño y ternura.
Podía escuchar claramente sus apacibles latidos y el olor a coco que desprendía de sus cabellos sueltos y lisos.

Suspiré suavemente al notar una lisa caricia sobre mi cabeza; sigue, no te detengas...

—Liam... — Ronronee contra su pecho descubierto, la suave respiración y el cálido tacto sobre mi cuero cabelludo me producían un sentimiento de confort

—¿Karma?. — Su voz... no era...

—¿Nagisa-Kun?. — Con rapidez había alzado mi cabeza para mirar sorprendido al dueño de tan sublime calidez. No... no es posible.

—¿Estas bien? Yo no... no soy Liam... — Esa mirada apenada, casi melancólica. Mi corazón se aceleró al ver la chispa de desilusión en su zarco mirada.

—No, no, no... me alegra que estés aquí. — ¿Porqué decía eso? ¿Porqué me palpitaba el corazón al ver sus mejillas sonrosadas y sus ojos iluminados como el mismo sol reflejado en las intensas olas del mar? Mi garganta se secó de repente.

Levantó sus manos, arrullando mi rostro entre ellas, suaves y frágiles... Acaricio con sus pulgares mis pómulos acercándose lentamente a mis labios.

Debía separarme, debia decirle que estaba mal, debía decirle que era su maestro...debía detenerlo... debía...

Pero no podía, estaba hipnotizado por aquellos grandes zafiros brillantes y tiernos. Sentía sus labios rozar los míos, su respiración amena y profunda junto a la mía y la palabra PELIGRO martillando en mi cabeza.

De repente, una niebla oscura nos envolvió y la magia de aquel momento se apagó, dando paso a la penumbra y Soledad.

Una lúgubre sensación recorrió mi espalda hasta llegar a mi estonago, de golpe la niebla había sido disipada...

Me veía solo, en el suelo, sin camisa y con los pantalones de pijama que usaba para dormir esa noche...

Busque desesperado a mi alrededor, aquel azulino no estaba... se había desvanecido. Desesperado busque por todas partes con mi mirada...

Hasta que lo vi, al final de un largo túnel, con apenas una bata de lana Blanca brillante cubriendo su cuerpo y su cabello suelto y largo cayendo por sus hombros. Apetecible...