Prohibido (EDITANDO)

CAPITULO 5

Por alguna razón, la sensación de acorralamiento y frialdad en el ambiente nunca habían sido de mis emociones preferidas. ¿Quién sería capaz de sobrellevar tal imaginaria y perspectiva carga?. Esa sensación era la que percibía en estos momentos que me hallaba sentado frente a frente a un amigo de la infancia y a lado del dueño de mis eróticos pensamientos. Aprecié la dura y fija mirada que mi profesor de cabellos rojos le mantenía a la despreocupada y fastidiada de Yuji, la incomodidad me invadió a cada segundo que pasaba.

¿Se quedarían mirándose las caras nada más?.

Desde hace ya unos minutos nos encontrábamos sentados en la sala de profesores —por orden de Karma—y parecía que aquellos minutos se convertían en horas interminables. Nadie hablaba y parecía que competían por ver quién mantenía la mirada más tiempo.

Resoplé mis cabellos con aspereza y molestia. Este tipo de situaciones como ya lo había dicho y reitero, no son de mi agrado.

—Asi que Shiota-kun tiene novio. — Extrañado miré la expresión de mi profesor, tenía una sonrisa burlona y su voz estaba netamente obligada a parecer simpática. Pero sus ojos miraban a Yūji como si fuera un simple insecto al cual podía pisar en cualquier momento.

—¡Claro que no! Mi relación con Yūji es algo del pasado... — Respondí con un deje de exaltación en mis palabras. Debía admitir que me importaba bastante la opinión que podría construir Karma de toda esta situación; sin embargo aquella mirada fría hacía que por momentos quisiera callar todo lo que tuviese que decir o explicar.

Pero... No podía darme el lujo de quedarme callado. ¿Han escuchado alguna vez «El que calla, otorga»? ¡Si! Exacto, sentía que el valoraría mi silencio como una cruda verdad y ese sería el fin para mí.

Es cierto que no debería darme el lujo de pensar así; que la mirada molesta de mi maestro solo es producto de mi imaginación o por las constantes incidencias en un solo día de mi parte. ¿Me estaría montando una película de amor y celos; cuando solo es su responsabilidad como docente corregir mis constantes errores?. ¿Estaré equivocado al creer que esa mirada, es de celos?...

—¿Por qué lo besaste?. —  Preguntó mientras hacía un ademán con la mano dándole paso a Yūji para hablar; me permití mirar con detenimiento cada facción del rostro de aquel amor de mi niñez; cambió tanto...

Físicamente era igual, cuando lo conocí, no muy alto, su cabello ligeramente teñido a la noche, sus ojos oscuros y rasgados; pero las sensaciones que me causaban ahora aquellas facciones, eran muy distintas a como me sentía de pequeño. Sus ojos reflejaban un ligero toque de obstinación y martirio, sus labios ya no formaban aquella sonrisa dulce y tierna, más sí una altanera y sagaz.

Su mirada amable y tranquila había pasado a ser una simple presunción y hostilidad; aunque suene superficial, siento su desenfreno e indiferencia en la forma de peinar sus cabellos. Una sensación de escalofríos había recorrido mi cuerpo de solo pensar en lo mucho que había cambiado, no era aquel niño que quise tanto...

—Porque lo amo... — Lamenté sentirme tan avergonzado por esas simples tres palabras, un violento rubor tintó mis mejillas de rojo y experimente un intenso calor en mis pómulos. Tuve que cubrir mi rostro con ambas manos para no sentirme como un tomate maduro en manos de estos dos.

—De todas maneras, están prohibidas las muestras de afecto entre estudiantes; para algo existe el descanso. — Explicó ahora Karma-sensei mientras miraba seriamente a Yūji, sus ojos me observaron y con una sonrisa prosiguió. —Pareces un imán de problemas Shiota-kun. — Una sensación cálida y bochornosa inundó mi pecho; sentí la dulce fatiga de lanzarme a besar aquellos labios que formaban esa burlaria sonrisa.