CAPITULO 17

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Deslicé la bolsa con hielo sobre la mejilla de mi alumno de cabellos celestinos, apreciaba el rojizo tono que se formó a causa del golpe, vaya que Yuma tenía una mano pesada.


-¿Le guardas rencor por lo que te hizo? - Pregunté suavemente expiando los bellos zafiros tristones

-La verdad, al principio lo odié a morir; no podía creer que sus prejuicios eran más grandes que el amor por su propio hijo. Pero después... - Hizo una pausa suspirando con melancolía. -Solo me quedaban los recuerdos. -

-¿Cómo tu madre no se enteró de todo? Es decir, te golpeó y supongo que te dejó muchos moretones difíciles de ocultar. - Sonrió suavemente

-Mi abuela materna se enteró gracias a Shiori, y habló con mi madre para que pasara un tiempo con ella y asi secretamente poder curar las heridas y moretones que dejo mi padre en mi, en ese tiempo estaba en vacaciones de verano así que no se opuso. - Hizo una mueca de dolor cuando sin querer presioné con fuerza la bolsa de hielo contra su herida. Susurré un "Lo siento" y seguí con mi labor. -Mi abuela no quería que todo esto saliera a la luz, deseaba evitar problemas; pues mi madre empezaba a trabajar en un hospital casi a tiempo completo y necesitaba el empleo, si se enteraban que su esposo era un maltratador, iba a ser señalada cruelmente, además mi abuela tenía la ligera esperanza que mi padre cambiara, por lo que no dió parte a la policía y decidió cuidarme junto a Shiori hasta que todo pasara. -

-Y ¿Pasó?. -

-Claro que no, las cosas empeoraron. - Habló frunciendo los labios con incomodidad ante el frío de la bolsa, la alejé un poco y con una toalla me dispuse a secar su rostro debido al agua que producía la misma bolsa helada. -Mi padre le pidió el divorcio a mamá, sin darle ninguna explicación, solo le decía que era una mala madre y que le quitaría la custodia de Shiori antes de que yo me vuelva una mala influencia para ella, claro, nunca tuvo pruebas de que mi madre nos descuidaba o de que no nos educaba de manera correcta; y afortunadamente, mi hermana y yo nos quedamos bajo la tutela de mamá. - Dejé la toalla en el buró de la cama, y muy consciente de lo que hacía, posé mi mano nuevamente sobre la suya hasta entrelazar mis dedos con los de él, un gesto que le transmitía fuerza y a mi, una profunda calidez.

-Tu padre realmente fue un imbécil. - Exclamé con sinceridad, y al fin pude escuchar su tierna risa, suave y sin tensiones.

-Lo es, por eso, hasta el día de hoy, sigue aceptando ver sólo a Shiori y de mi... Solo se olvidó que existía. - Apreté su mano al escuchar la tristeza de sus palabras.

-Si te hizo tanto daño ¿Por qué lo extrañas? - Pregunté mirando sus bellos zafiros nuevamente, no me cansaría de admirar aquel bello cielo.

-No lo se... supongo que tengo miedo y necesito sentirme seguro. - Alcé una ceja confuso -Es que, no se, no quisiera que Duqueit hiciera lo mismo que hizo mi padre. -

-El señor Duqueit jamás te golpearía. - Respondí confiado

-No, claro que no, tampoco le permitiría que me tocara, es solo que... no quiero que deje a mi madre sola si se entera que me gustan los hombres... Mi madre no soportaría algo así otra vez. -Reí ante aquello notando como sus labios y cejas se fruncían por lo que dije -¿Te estás burlando de mi Karma? - Se me cortó la risa y casi la respiración al escuchar su dulce voz decir mi nombre y no pude evitar sonreír de la emoción.

-Claro que no Nagi, es solo que, ese dolor que estas sintiendo, no es por ti o por tu pasado, es por lo que pueda pasar con tu madre. - Alargué mi mano libre para sujetar su mejilla y hacer que nuestras miradas se profundicen en el otro. -Te prometo que tu madre está en buenas manos, el señor Duqueit no es prejuicioso y no se alejaría tan fácilmente de la mujer que ama -

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⏰ Última actualización: Sep 10, 2022 ⏰

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