etéreo; kth

we'll never be worlds apart

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Todos lo días abre sus ojos a las 5 a.m. y se dirige al agua sola, con un vestido blanco delgado y sin quejarse se sumerge en las olas heladas. No muy lejos.

La veo desde la venta del segundo piso en la casa, pero ella no voltea a verme.

Está enferma, puedo sentirlo.

Nunca antes se ha portado de manera extraña y menos a aceptado meterse al agua sin reproches, siempre muestra una cara de desagrado cuando intento jugar con ella en medio del mar. Dice que es infinito y tiene miedo a perderse en él, no quiere dejarme solo ni mucho menos que nunca regrese de donde no me puede ver.

La espero en la orilla sentado en una roca grande con una cobija y leche tibia para volver a dormir, la veo más delgada y su piel demacrada. Tiene ojeras y me preocupa, no porque me lo diga, sino porque esta a mi lado pero no la siento presente.

Se desvanece y no quiere aceptarlo.

—Somos demasiado jóvenes para saber el significado de siempre, el tiempo que estamos juntos no me es suficiente para aguantar la melancolía de no volver a verte sonreír frente a mí.

Habla al salir y arrullarse en mi pecho. No entiendo a lo que hace referencia, ha cambiado de la noche a la mañana y me duele verla así.

—Un siempre no define el amor.

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