etéreo; kth

soul

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Me ha dicho que los resultados de la clínica estuvieron aquí desde el primer día, pero no quiere abrir el sobre. Dice que ya sabe la respuesta, pero no quiere gastar suspiros limitados en llorarle a una situación pérdida.

—Quiero verlo, podemos hacer algo.

Un algo significa una posibilidad, por más mínima que sea.

—Tengo un alma accidentada y mil veces atropellada, pero tú haces que al menos sonría una vez al día. Que se llene de gozo cuando me llevas en tus manos al agua, o cuando me dices que me amas.

Su cabello pequeño se mueve al son del aire que soplan las nubes grises encima de nosotros. No puedo llorar, porque la haré llorar. Me alejo algunos pasos para ocultar mi rostro de su mirada, ríe, y es su primera risa escandalosa en mucho tiempo, me hace sentir mucho más que tristeza.

—Tae Hyung —llama a mí con voz fina.

No quiero volver, no quiero ver como se esfuerza en vivir cuando la muerte la está alejando de mí.

—No.

Está de cuclillas abrazando sus rodillas y no para de hacer escuchar su melodiosa voz.

—¿Por qué ríes?

Tiene el sobre en sus manos y lo lanza al mar para que nunca podamos saber lo que en verdad fue.

—No debemos buscarle una razón a la felicidad, pues podemos encontrar oscuros indicios de aflicción. Y en este momento quiero vivir por ti.

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