24- El título no importa sino cómo te sientes...

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CAPÍTULO VEINTICUATRO

1 mes más tarde

—Es la cuarta vez que tengo sexo con él, practicamos todas las posiciones comunes creo, pero yo ni me acerco a un orgasmo, es una completa decepción y estoy casi segura de que soy la del problema...

—-Rebecca, ¡no digas tonterías! ¿Cómo podrías ser tú la del problema? Bueno, tal vez sí, debes decirle cómo te gusta, rápido o lento, no lo sé, no traes un manual en la vagina, deben comunicarse...

—¡Ay jessy! Es que me cuesta hablar, me siento avergonzada...lo de ayer no estuvo nada mal, pero terminó justo cuando empecé realmente a sentir...hay muchos fallos en su manera de tener relaciones, no trata de excitarme lo suficiente antes de llevarme a la cama, él se desespera y por eso yo casi no siento NADA, además el ha cambiado conmigo y no sé qué hice mal.—mi voz tembló un poco

—Deja de culparte siempre de que los tipos sean unos idiotas, a ver...¿Qué hizo ahora?

—Ya no me da tantos besitos como antes, cuando le propongo vernos, siempre tiene trabajo y ha sido así durante un mes, ayer decidí ir a su casa sin avisarle y me dijo que si hubiera tenido algún amigo en casa me habría dejado fuera, porque debo avisar, y así con tono burlón preguntó: «¿Querías ver si estoy con alguien más aquí?»
Al final dijo que no estaba enojado pero no quería que yo volviera a aparecer así a su casa.

—¿Me estás hablando del mismo ayer en el que tuvieron sexo?

—Yoo...no lo sé...—estaba a punto de llorar— No quería tener sexo con esa nueva persona que ni sabe cómo hablarme, sino quería que fuera con Álvaro, ese chico hermoso, sexi y amable que conocimos en aquel restaurante, ese que me hizo sentirme mujer, el que me hizo sentir por primera vez que no se necesita tanto tiempo para sentir cosas maravillosas, él cazó todas mis inseguridades, ¡TODAS! Y yo...nunca supe estar a la altura.

—Rebe, ¡Cálmate, por favor! ¡Ven aquí!—me tomó en sus brazos y realmente eso me dio más ganas de llorar y me alejé para evitarlo; ¡Nunca lloro con testigos!

—Estoy bien, voy a casa.—dije, mientras recogía mis cosas; estábamos en su casa por asuntos de escuela y terminamos hablando de él.

— No, tomaré prestado el carro de mi mamá y te llevo, ¿Va?

—¡Va!

Ella buscó las llaves, bajamos las escaleras y nos subimos al carro. Mientras íbamos de camino colocó la canción "Halo de Beyoncé" debo decir que esa música me deprime más de lo debido pero era y es nuestra canción cuando estamos tristes...
Empezaron a llegar los recuerdos con Álvaro a mi cabeza...
Recordé ese día en el bar, su mirada, su sonrisa, y cuando no había esperanza de que se fijara en mí, lo hizo...
Recordé su rostro, sus besos, sí, sobre todo sus besos...
Es una locura pero era inevitable dejar de recordar cada detalle, cada palabra, cada gesto, pequeños detalles que me hacían feliz, yo no sé si hice suficiente, pero di todo lo que podía dar y aún así no pareció alcanzar...

—Rebe—escuché como un sonido lejano—¡¡¡Rebecca!!!—gritó jessy, sentí que me desperté de un profundo sueño.

—¿Qué pasa?—pregunté

-—Dime tú, ¿Qué carajos pasa? No me digas que es por ese idiota, recuerda nuestro lema ¡NO LLORAMOS POR IDIOTAS!...

—¿por qué paramos?—pregunté, evadiendo el tema

—¿Tampoco puedes darte cuenta qué estamos frente a tu casa?

—¡Ah, perdón!, ¡Gracias por traerme!

—Rebecca, quiero que...

Antes de que continuara, ya había cerrado la puerta del carro...

Quería huir del mundo y sólo encerrarme en mi cuarto, pero adivinen qué, la señora Carol (mi mamá) me detiene en la sala para hablar, después de que la saludé...

¿MI COMPAÑERO DE SEXO O EL AMOR DE MI VIDA?✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora