25- EL TIEMPO NO DEFINE NADA.

924 85 3
                                    

CAPÍTULO VEINTICINCO

Aquí vamos de nuevo, no sabía si estaba lista para enfrentar la cruda verdad del porqué él había cambiado, pero la verdad y la sinceridad siempre vencerán a la mentira y la ignorancia y me aferraba de esa idea.

Me puse algo cómodo un jean negro, una blusa blanca corta y unas zapatillas negras...me solté el pelo, me pinté los labios de rojo y con un poco de base y polvo en el rostro, salí.

Mi mamá no estaba en casa, así que sólo le avisé a Álvaro que lo esperaría en aquella iglesia donde me buscó por primera vez, mi corazón latía muy fuerte y veloz, cada paso que daba sonaba más fuerte y latía mucho más rápido...¿Nerviosa? No, no es la palabra que usaria pero no conozco otra mejor...en fin, me sentía muy mal.
No dormí en la noche por estar pensando en qué me diría, me imaginé miles de respuestas como:
Ya no me gustas, analicé y no eres mi tipo.
Siendo sincero sólo quería sexo y ya lo obtuve.
O tal vez su excusa de siempre: Tengo mucho trabajo y debo concentrarme en mis proyectos.

Por cierto, nunca lo expliqué pero es tiempo; el no dejaba de insistir en que yo emprendiera un negocio para ganar dinero, que leyera libros acerca de ¿Cómo hacerse rico?... Sé que no hacer nada al respecto hizo que el se desencantara un poco...pero tengo planes mayores que hacer un pequeño negocio sin siquiera tener una buena cantidad de dinero para invertir.
Él me preguntaba siempre que si quería sólo terminar la universidad y conseguir un trabajo para ganar 300 dólares al mes...nunca decía nada al respecto porque esa vibra de superioridad o sabiduría que el transmitía me intimidaba y no podía expresarme...
Pero con respecto a eso, ¡Quiero ir a Francia! Estudiaré allá; conseguiré un trabajo; Ahorraré y cuando tenga suficiente dinero empezaré un negocio... No soy de esas personas que cree en eso de empezar desde 0 prefiero empezar con buena base.

Llegó Álvaro y sólo me subo a la mota titubeando un "Hola".

—Hola amor, ¿Cómo estás?

—Bien...¿Y tú?

—Excelente.

Bueno, como ya lo sabrán, el chico no habla conduciendo y eso era mucho mejor para mí.
Llegamos a su departamento, íbamos subiendo las escaleras cuando sentí como su enorme mano apretó muy fuerte mi trasero...

—Agggggg—sonó como si me deseará demasiado—¿Te había dicho que me encanta tu trasero?

—creo que sí—sonreí tímidamente...A esas alturas de la situación, el aún me ponía nerviosa.

Llegamos a su casa y sentó en esa silla de frente a su escritorio, por primera vez no se acercó para estar más cerca de mí.
¡El desinterés es un asco!

—¿Ya almorzaste?—me preguntó, mientras encendía su compu...

—Ammmmm...Sí, ya...comí—respondí tartamudeando, porque ya había caído en los mismos pensamientos de la noche anterior...

—¿Qué Comiste?

—Eeeeeh, arroz blanco con pollo y ensalada verde.

—¡genial!

Luego, empezó a contarme sobre su nuevo empleo y a mostarme todo lo que había realizado...de pronto se dio cuenta que se le había eliminado un trabajo que había estado haciendo durante horas.

—¡Lo siento!

—No es nada, lo vuelvo hacer más tarde—Definitivamente, cuando crezca, ¡Quiero la paciencia y dedicación de Álvaro! —y ¡Cuéntame! ¿¡De dónde salió ese mensaje de anoche!?—dijo con tono burlón disimulado...es como cuando alguien se está burlando pero lo cubre con un poco de seriedad.

—De mi cabeza supongo—puse los ojos en blanco

—¡Vamos a platicarlo!—exclamó sonriendo de lado.

Tomó su móvil de su escritorio, y buscó el mensaje, sonrió en cuanto empezó a leer...

—Oyeee, no eres fastidiosa; de hecho casi nunca te expresas—retomó

Viene la peor parte de todo, no quiero, no quiero, si nunca me quisiste, no me lo digas, bueno sí, ¡Dios! Voy a enloquecer...

—Rebecca, ¿Sigues aquí?—preguntó con tono insistente, al parecer me había hablado y no oí NADA.

—Sí, perdón...me distraje un poco; ¡Continúa!

—Va, sobre decirte qué somos; Rebecca, quisiera que entendieras bien esto... Tienes 18 años, tienes todo un futuro por delante, yo tengo 29 y tendré 30 en unos meses ¡imagínate! Cuando tenga 50 apenas tendrás 28...-Quise decirle que no importaba pero no tuve valor, sólo dejé que continuara—yo en un año máximo quisiera tener un hijo y formar una familia, no puedo llamarle novia a alguien que no vea como la madre de mis hijos; pronto me voy de este país, nunca me quedo más de 2 años en uno, ¡Soy un viajero! ojalá, de verdad, ojalá que pudiéramos viajar el mundo juntos, necesito a alguien que pueda ir a mi ritmo...

¿Debo decir que mi corazón se rompió? Entonces sí, esas palabras me lo dejaron hecho pedazos.

El bajó la cabeza para seguir leyendo...lucía un poco nervioso, pero no se compara a como yo me sentía: Destrozada, decepcionada, insuficiente...

—¡Bien! ¿Por qué pensaría que eres fácil o pendeja?— preguntó con esa expresión de que es algo imposible en su rostro.

Porque—mi voz no salió, me aclaré la garganta—porque así lo vería la mayoría de la gente.

—Pues...yo soy una persona con bastante experiencia y madurez se podría decir.
Si eres fácil entonces yo también lo soy, ¡Somos dos fáciles! Porque el sexo es de dos y no de uno.
Es estúpido que la gente hable como si los hombres ganaramos y las mujeres perdieran; si ambos disfrutaron y ambos tuvieron un orgasmo.

¿Disculpe? Yo no tuve un orgasmo.

—¿Por qué sólo uno es considerado fácil?
Y realmente, es cuestión de química y confianza, no de tiempo.—retomó.

Volvió a leer, peinó su pelo hacia atrás y...

—Sobre, ¿Por qué cambié? Bueno... Espera, ¡Voy al baño!.


Nota de la autora: Continuará...

¿MI COMPAÑERO DE SEXO O EL AMOR DE MI VIDA?✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora