A veces te odio (EdwardxJacob)

El día de la despedida.

"Adiós soltería, hola una vida al lado del hombre lobo que odio"

Emmett salto sobre mi espalda colgándose de mi como una mala y demasiado musculosa imitación de los lémures en la vida salvaje y cuando tropecé hacía adelante asustado por el impacto (porque se había colado detrás de mí en silencio sin que lo detectara) desestabilizándome por su gigantesco peso, el idiota de mi prometido en vez de ayudarme se echó a reír.

—Necesitamos llevárnoslo—Jasper dijo apareciendo por el costado mientras yo luchaba para sacarme a Emmett de encima con la risa de Jacob de fondo. —Emmett quiere llevarlo a un club de estriptis para ver si realmente es tan homosexual como se porta contigo o aún conserva algo de su dignidad heterosexual y puede disfrutar de un show con mujeres en casi nada de ropa—Inmediatamente me horrorice. —Palabras de Em—Jasper aclaro, por si acaso.

—¿Estriptis eh? —Jacob sonaba positivamente oscuro, terroso y un poco gruñón. Emmett dejo de balancearse como si estuviera en un columpio y miro hacia el lobo presintiendo una amenaza.

Jasper parecía ajeno a Jacob y la mente de mi prometido estaba cuidadosamente en blanco—Si, prometemos que lo traeremos de vuelta a tiempo para la boda y para que Rachel y Alice lo torturen hasta estar satisfechas—Un escalofrió me recorrió la espalda al pensar en mi hermana y mi cuñada aliadas el día del evento.

—¿Torturarlo? —Jacob por supuesto ni siquiera le puso atención a lo importante dejando pasar su idea inicial al escuchar la noticia, ladeo la cabeza con sus pensamientos yendo a un escenario que no tenía nada que ver con lo que estábamos hablando.

Allí estaba yo, tendido en una gran cama king size con sabanas azul oscuro y almohadas de plumas bajo mi cabeza mirando hacia arriba a Jacob, la alianza de compromiso brillaba en su dedo cuando me acaricio el rostro mientras que con su otra mano se aseguraba de que mis muñecas estuvieran bien sujetas sobre mi cabeza para evitar movimientos que él no quisiera que yo hiciera. Su sonrisa era la de un lobo que a acorralado al cordero y está listo para la cena.

—Jacob—Murmure apartando la mirada lejos de mis hermanos y mi prometido, escandalizado con las formas creativas que Jacob tenía para darle vuelta a las cosas para terminar conmigo en una posición similar a esa.

"Ups" Jacob me sonrió sin absolutamente nada de culpa, guiño un ojo como un adolescente travieso atrapado, pero no avergonzado en lo absoluto y luego ignorando mi vergüenza se giró a ver a Emmett, no sin antes pensar un "Lo añadiré a la lista de lo que hay que probar en la luna de miel".

Detestaba a este hombre, en serio que sí.

—¿A qué club lo vas a llevar? Los chicos me dijeron que hay uno en Seattle, estamos yendo hacía allá—Emmett aulló rápidamente y se carcajeo sonoramente soltándome para abalanzarse sobre mi prometido abrazándolo por los hombros—¿Qué?, ¿Crees que eres el único al que se le ocurrió secuestrar al novio? —Emmet aún no paraba de reír, jadeaba en carcajadas que le vibraban en el pecho y lo hacían parecer como un niño.

—¡Debí haberme puesto de acuerdo con la manada! —Emmett se rio en voz más alta doblándose un poco y balanceándose con Jacob como si fuera un complemento natural en las bromas de Emmett—¡Deberíamos ir todos juntos! —Jacob levanto una ceja claramente intrigado por mi hermano y su ideal de diversión.

El lobo me encontró mirando directo a mi alma. Suave,a terciopelado cariño lleno de ternura, mirándome como si fuera para él lo más hermoso jamás descubierto. Augure palabras de amor, pero Jacob solo penso: "Si vamos todos juntos ¿Puedo tenerte en un cuarto oscuro para mí? Podría hacerte un baile de regazo ¿Eso es lo que se hace en los bares, no?" Trague saliva tomado con la guardia baja y sintiéndome bastante acalorado y torpe negándome a responder una cosa semejante.