Especial Semana de Miel

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Advertencia de la noche de bodas. +18 Explicito. (Si eres sensible a este tipo de contenido te recomiendo que evites este capítulo)

Realmente no necesitan releer nada para entender este cap, literal es una cantidad ridícula de palabras proféticas, románticas y sensibleras para el porno.

"Segundo día con mi hermoso esposo, hoy iremos a nadar"

Conocerlo fue un placer, hermoso y destinado, pero besarle... tener sus labios en los míos fue punto y aparte, exploto mis sentidos con una cadena de fuegos artificiales que nunca había sentido, que nunca había esperado y se desbordo mi alma en un aullido imparable a la luna para unirme a él. Fui un devoto a la suavidad con la que sus labios fríos rozaban los míos y al espacio entre respiración y respiración en la que no podía pensar en nada más que acercarlo a mí y nunca dejarlo ir.

Sus manos viajaban, pecadoras e imparables en los confines del mar impacientando el hambre entre los dos y dando al pensamiento implacable de más una salida temporal. Tenía una belleza de piel blanca meciéndose al ritmo de las olas y había una danza de cuerpos desnudos en el agua salada que estaba guiada por la música natural del mar y sus límites.

Recordaba cada vivido detalle de lo que nos llevó al mar en primer lugar.

Después de aterrizar y viajar por dos días entre fiestas, besos y celebración Edward me había presentado un bote de motor y sin una palabra puso rumbo a un lugar desconocido. Viajamos bajo las estrellas riéndonos todo el tiempo y hablando de cada cosa que se nos viniera a la mente solo disfrutando la compañía del otro sin la intervención del mundo, contentos solo con sostenernos en un abrazo o molestarnos entre besos y caricias indecentes que no avanzaban lo suficiente para ser satisfactorias.

—Esa de allí Jacob—Edward dijo en algún momento, ambas manos en el timón dirigiendo el bote mientras yo lo abrazaba por la espalda y murmuraba incoherencias contra su cuello haciéndolo reír de vez en cuando—¿La ves? —Pregunto haciéndome levantar la mirada y buscar en el horizonte, Edward me señalo una forma negra a la distancia—Esa es la isla Esme—Lo había mirado con una ceja levantada y un temblor en mis labios que traicionaba mi intento de seriedad.

—Dime que realmente no se llama así—Riéndose Edward beso mi mejilla en un acto impulsivo.

—Papá se la obsequio a mamá, claro que se llama así—Los Cullen no escatimaban en gastos cuando se trataba de los suyos, yo lo sabía, por alguna razón mis cuñados parecían divertirse obsequiándome cosas y la tarjeta de crédito que no me había atrevido a usar todavía tenía una cantidad de dinero ridícula que ni siquiera me detuve a memorizar cuando Edward me la dio. No me sorprendía que el Doc le haya dado a su adorable esposa toda una isla bautizada con su nombre. —Nos la prestaron para la luna de miel, creyeron que apreciaríamos la...privacidad—Una de mis cejas se levantó en el acto, Edward se avergonzó de inmediato.

—Bueno, supongo que la mejor manera de agradecer este detalle es darle el mejor uso posible ¿hmm? —Moví las cejas de forma sugestiva y Edward me golpeo en el estómago con su codo de acero sacándome el aire, pero me reí de todos modos dejando que mis brazos colgaran flojamente de sus caderas. —Bien, bien. Guíanos a la isla Esme, capitán—Edward hizo precisamente eso mientras yo fantaseaba en ponerlo sobre la cubierta del bote con un uniforme de capitán de barco y encontrar mi camino oscuro entre sus bonitas piernas.

Bajamos las maletas bastante eficientemente dejándolas en una habitación preciosa con sábanas blancas y apenas nos quedamos sin cosas que hacer lo tome de la mano y lo jale de vuelta fuera de la hermosa casa.

—Quiero nadar contigo un rato—Explique cuando me miro con una pregunta en sus ojos, Edward no se negó dejando que lo arrastrara conmigo a la orilla.

A veces te odio (EdwardxJacob)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora