A veces te odio (EdwardxJacob)

Especial Semana de Miel

"Quinto día con mi amado esposo, hoy vamos a quedarnos en casa y ver películas"

Despertar es una delicia cuando estas recostado en una cama cómoda con el hombre que amas envuelto alrededor y sobre ti recordando con la mayor claridad cada evento pecaminoso que te ha llevado a este momento.

Edward yace con su cabello rosando mi barbilla y su rostro en mi cuello, no dormido, pero tampoco exactamente consiente, más bien algo como descansando/meditando en una calma profunda llena de satisfacción por los músculos adoloridos que finalmente tienen un descanso y la borrosa sensación de alegría que deja el placer profundo y rico a los amantes enamorados.

Él no levanta la cabeza de mi pecho, pero siento su sonrisa suave contra mi piel.

—Hola—Dice con labios que rosan piel sensible mientras se acurruca imposiblemente más cerca—Bienvenido—Hay risa en su tono, diversión descarada que me lleva a creer que se está burlando de mí.

—Me desmaye—Murmuro mortificado. Edward se ríe completamente libre en su felicidad.

—Te desmayaste—Confirma retorciéndose para no tener que romperse el cuello al mirar hacía arriba y encontrarse con mis ojos—¿Dormiste bien? —Pregunta sin una pizca de arrepentimiento.

—¿Tu? —Pregunto de vuelta levantando una ceja. Me niego rotundamente a sentirme avergonzado por el desmayo, pero me encuentro retorciéndome mentalmente de todas maneras. Al menos lo hice satisfactorio para los dos antes de que me noqueara.

—No puedo dormir—Edward responde con un tarareo—Pero si ¿Creo? Descanse, aun estaba consciente, pero ¿No realmente? —Su ceño se frunce ligeramente perdido en como explicarlo, encontrar las palabras es un poco difícil por lo que beso su frente dejándolo tener un momento para ordenar sus pensamientos—Creo que me rompiste—Finalmente dice encogiéndose de hombros.

—¿Te lastime? —Pregunto moviendo mis manos para buscar heridas, pero solo encuentro kilómetros de piel lisa, fría y desnuda bajo mis palmas. Inmediatamente mi atención se dispara.

—No—Edward no se burla porque mi preocupación es genuina, pero si rueda los ojos con rebeldía demostrando que el solo hecho de preocuparme por eso es un poco ridículo dada la situación de invencibilidad vampírica involucrada—Pero me agotaste, en cuerpo, mente y corazón—Edward murmura, sus ojos brillando como si esto fuera un hecho increíble—No había estado tan cansado en mucho tiempo, no dormí, pero es lo más cerca que he estado en muchas décadas—Bueno. Intento no regodearme por ello, pero por la mirada en su rostro probablemente no este logrando ocultar mi satisfacción.

—¿Y solo necesite una cacería y unas pocas rondas de sexo? Escucha eso, tenemos una nueva tradición matrimonial aquí—Edward se ríe encantándome porque está totalmente bendecido con la risa más preciosa en este mundo.

—Te llevare a cada cacería—Promete de inmediato.

—Bien, bien—Estiro el cuello para llevar un beso a su frente y arrugo la nariz cuando me golpea el olor—Necesitamos un baño—Gruño. Edward entierra su rostro en mi pecho tarareando de acuerdo, pero no se mueve.

—No pensé que sería así—Él dice.

—Si—Coincido de acuerdo. Me muerdo el labio rememorando el ¿día anterior?, ¿Tarde? No se que hora, día o espacio de tiempo es en este momento o cuanto ha pasado desde que me desmaye—Fue intenso—Incluso si ignorábamos todo el sexo alucinante de después, solo la cacería...bueno, no esperaba eso para nada.

—¿Crees que sea raro? —Pregunto, podía escuchar la incertidumbre.

—Creo que sería más raro que no nos gustaran las cosas retorcidas siendo quienes somos—Contesto de corazón—Soy por biología un Alfa, un líder y un, eh, activo que disfruta la sumisión y la obediencia cuando doy una orden incluso si no interpreto ese rol en la manada de Sam. También soy un hombre lobo por lo que sí, en retrospectiva tiene sentido que me haya emocionado con perseguirte por el bosque y ayudarte a proveer para que te alimentes. Una especie de retorcido cortejo salvaje si lo quieres llamar de alguna manera—Los instintos estaban allí de todas maneras aparentemente listos para explotar sobre mi pareja en cualquier momento sexual que pudiera encontrar.