Su primer recuerdo era él. Pegado a su pecho , el pulgar entre sus labios y sus dedos en su cabello, enredándose sus piernas en las suyas. Duraba dos segundos, debió volver a quedarse dormido, pero Yuichiro supo que eran dos nudos atados al corazón de la misma estrella, condenados a sujetarse uno al otro para no caer por la navaja celeste.
Su primer recuerdo era él. Besando su frente y acomodando la manta en su espalda aunque eso descubriera la propia, procurando primero su bienestar. Muichiro supo que eran la sombra y la claridad y debían estar siempre unidos porque el uno no existía sin el otro.
Eran la luz en la vida de su madre, el amor eterno de su padre. Desde que supieron que serían gemelos lo vieron como un buen augurio en casa, si la felicidad de un hijo tan esperado se multiplica sólo significaría buena fortuna, pensaban. Y un par de niños tan hermosos y sanos, creciendo con la rapidez de los mimos y cuidados, sin duda era algo que les hacía sentir orgullo. Orgullo, ternura. Porque Yui siempre estaba cuidando de Mui, tomando sus manos para que ambos dieran sus primeros pasos, si fueron la primera palabra del otro y nunca, jamás, lloraban si papá o mamá no les dejaban dormir con ellos, pero Dios protegiera el mundo si alguno intentaba hacerlos dormir separados. O bañarse separados. O comer separados. Porque incluso aquella vez que Yui se cayó de aquél árbol y se fracturó un brazo, Mui se autoinfligió una fractura en el mismo brazo, dejándose caer de las escaleras.
Pero tenían cuatro años entonces, sus padres no tenían por qué preocuparse si los niños suelen ser así de dramáticos, de extrañamente leales. Además ¿Cuántos padres no batallan porque sus hijos tienen una mala relación? Ellos debían sentirse afortunados, tranquilos sabiendo que cuidarían siempre uno del otro. Los fotografiaban besándose, riéndose al respecto, pensando sólo que eran adorables y que algún día, cuando crecieran, les incluso amenazarían para que borraran esas fotografías, intentando negarlo. Eran sus dos preciosos copos de nieve, sus perfectas florecitas de invierno. No tenían por qué preocuparse de nada.
Sólo eran unos niños, intentó recordar su padre, cerrando la puerta sin hacer ruido al verlos besarse, guardándose los dos regalos por su cumpleaños número doce para la cena, era normal. No tenía por qué preocuparse.
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Ahhhh, jajajajaja. Me siento algo apenada conmigo misma porque creo que he estado escribiendo demasiado x) pero, en mi defensa, es culpa de la cuarentena!! Trataré de controlar mi ritmo, no hay qué caer en el spam (?) Por otro lado, llevaba eones queriendo escribir de los bebés, porque los amo, resultaron ser mi talón de Aquiles, yo, que juré nunca escribir incesto, pero es que son tan bonitos juntos, jajaja, ayuda x'D lo pensé muchísimo tiempo, todavía creo que puedo arrepentirme, jajajaja. Pero mientras estoy feliz porque de verdad es algo que ansiaba hacer x)
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Géminis
FanfictionTodos murmuraban que había algo muy macabro respecto a ellos... MuixYui MuiTan YuiTan KnY Modern AU. Incesto.