Podía mirarlo por horas si tuviera la oportunidad, perderse en sus ojos, en su sonrisa, en su cabello. En sus labios, en sus manos. Podía acurrucarse en su voz mientras le contaba alguna anécdota de su infancia que atesoraría en su pecho con la dulzura de la confidencia, sonriendo por su risa cuando notaron que el pay helado que había pedido ya se había derretido en el plato porque Tanjiro estaba con ambas manos sujetando su mentón, perdido en Muichiro. Habían pasado la tarde en un museo, a pedido de Mui. El sitio era tranquilo y silencioso, algo que Tanjiro perfectamente podía vincular con el muchacho, sin embargo al llegar la tarde ambos sintieron hambre y ahora estaban ese café, charlando. Tan normales como los dos muchachos que eran, sonrojándose ante los avances cautelosos del otro; Un dedo acariciando una mano, una sonrisa tímida al mirar demasiado sus labios.
— ¿No vas a comerte eso?— Muichirou señaló con el mentón el pay derretido y Tanjiro volvió a reírse, tomando una cucharilla para llenarla con el postre y extenderla hacia la boca de Mui—. Está delicioso.
Con cuidado, Tanjiro extendió su pulgar sobre los labios de Mui, recogiendo los restos del bocado para llevarlo a su boca, saboreando.
— Tienes razón. Es lo más delicioso que he probado.
— Eres demasiado adulador— intentó cubrir su sonrojo al quitarle la cucharilla y el plato, tomando el postre—. No es que me moleste.
— No puedo evitarlo, Mui. Te quiero mucho, me gustas muchísimo— tomó una de sus manos para besarla, sonriéndole—. Casi desearía no tener qué volver a casa y escaparme contigo.
— No imaginé que tuvieras un lado tan rebelde.
— No soy un rebelde, sólo estoy muy enamorado— volvió a besar su mano, soltándole para que pudiera seguir comiendo pero sin despegar sus ojos de él—. Cuando me confesé sinceramente pensé que ibas a rechazarme, incluso pensé que estabas saliendo con alguien más.
— ¿Y aún así me besaste? Por supuesto que eres todo un rebelde, Tanjiro— dejó la cuchara en el plato ya vacío, tomando la mano de Tanjiro entre las suyas, sin mirarlo a los ojos—. No sé si pueda decir que estaba saliendo con alguien, pero sí teníamos una especie de relación. No era algo muy sano que digamos, ahora es algo que quisiera olvidar aunque no creo que pueda. Estuvimos juntos mucho tiempo.
— Lo lamento— Tanjiro también bajó la vista a los dedos de Mui. Sus manos eran pequeñas y redondas, con las uñas cortas y los nudillos rosas—. Si sientes que necesitas tiempo para ti, lo voy a comprender, no quiero que te sientas presionado para entrar en una relación, debí ser más empático.
—Tú no lo sabías, cariño. Pero no tienes qué preocuparte, eso ya quedó en el pasado y en realidad, yo también llevaba mucho tiempo queriendo salir contigo. Si tú no te hubieras confesado, lo hubiera hecho yo.
—Me reconforta escuchar eso. Pero recuerda que si necesitas hablar de eso o de cualquier otra cosa o de pronto te sientes abrumado, puedes contar conmigo.
—Gracias— sonrió, inclinándose para besarlo brevemente en los labios, acomodándose el cabello tras la oreja—. Me encantaría que un día en serio nos escapemos, pero justo hoy debo volver a casa, se está haciendo algo tarde.
Tanjiro lo llevó hasta la puerta de su casa, despidiéndose con un beso que a ambos les hubiera gustado alargar un poco más, pero prometiéndose verse al día siguiente en clases terminaron por despedirse. Muichiro se quedó unos minutos viendo la figura de Tanjiro perderse entre las calles, con un suspiro alargado y complacido, girándose para entrar a su casa. Otro suspiro, pero esta vez angustiado se le quedó en el pecho al ver que su hermano era el único en casa en ese momento. No quería lidiar con eso después de haber tenido un día tan bonito, pero Yuichiro tenía razón. Aquello era algo con lo que tendría qué vivir hasta el último de sus días. A menos claro, que Tanjiro en verdad aceptara escaparse con él y ambos dejaran por siempre a sus familias atrás. Era un sueño demasiado idealizado, Tanjiro jamás podría dejar a su familia. Era algo que podía notarse a simple vista, era la clase de persona que pone a su sangre por encima de cualquier otra relación o circunstancia.
— Hola, Mui ¿Cómo te fue?
Se sobresaltó al escuchar una voz en la cocina, un poco más al percibir el aroma a comida caliente.
— ¿Yui?
— Mamá llamó, van a llegar un poco más tarde, papá pasó por ella y se fueron a cenar juntos ¿Ya cenaste? ¿Tienes hambre?
—¿Qué te pasó?— se acercó hacia él, viendo los moretones en su rostro y brazos.
— Unos tipos me golpearon, no fue nada en realidad. Se ve más llamativo de lo que duele, en serio. Pero no me evadas, tramposo ¿Cómo te fue?
— Bien, gracias— no pudo evitar fruncir el cejo, dudoso por la extraña calma de su hermano, por su sonrisa mientras volvía la atención a la estufa— ¿Cómo pasó? ¿Fueron de por aquí?
— No, estaba caminando en la calle, necesitaba despejarme un poco. Estaba cerca de la casa de los Kamado, pensé que te encontraría todavía allí así que fui , pero ya te habías ido. El papá de Tanjiro me curó las heridas y me trajo a casa, es una muy persona muy amable. Creo que puedo estar tranquilo por ti si Tanjiro es la mitad de amable de lo que es Tanjuro.
—¿Qué se supone que es esto, Yui? Apenas en la mañana me reclamaste por tener una cita.
— Pensé en lo que dijiste y creo que tienes razón. En algún momento íbamos a tener qué parar o atenernos a ser señalados como unos enfermos por todo el mundo y en realidad no quiero eso ni para ti ni para mí. Pienso que esto es una buena oportunidad para salir adelante, así que por mi parte te prometo que esto ya quedó en el pasado. Me alegra que estés siendo feliz— apagó la estufa, girándose para revolver su cabello— ¿Ya cenaste?
— No, comimos en la tarde ¿Puedo cenar contigo?
—Claro que sí, hermanito— se acercó a besar su mejilla—. Ayúdame con los platos, mientras me puedes contar todo lo que hiciste hoy.

ESTÁS LEYENDO
Géminis
FanfictionTodos murmuraban que había algo muy macabro respecto a ellos... MuixYui MuiTan YuiTan KnY Modern AU. Incesto.