Mucho antes que los demás estuvo él, intentó explicarle pero Tanjiro más bien parecía avergonzado por estar teniendo esa plática en lugar de enfadado o decidido a abogar por la inocencia de su padre. Yuichiro los veía charlar en la mesa mientras él fingía prestar atención a la televisión, cambiando los canales como si se estuviera riendo de algo que miraba y no de lo que oía. Tanjuro le había escrito por la mañana y él ya lo sabía pero le pareció adorable por parte del muchacho que se empeñara en hablar con Mui de lo que estaba pasando. Él y Kie se habían arreglado de una manera cordial, cautelosa y, si le preguntaban a él, totalmente insulsa, decidiendo que todavía podían salvar su familia. Podía estar resentido con su esposa, sí, pero sus hijos siempre fueron un tema aparte y podía adivinar el golpe que fue Tanjiro diciéndole que lo odiaba. Los escuchaba hablar más calmados, el tímido beso que Tanjiro le estaba dando a su hermano y sonrió, apagando la televisión para caminar hasta la cocina, sintiendo la mirada borgoña rehuir aunque sus dedos seguían enredados en los de Mui. Era bueno interpretando a la gente, y era mucho mejor que el novio de su hermano fuera así de transparente, permitiéndole más fácilmente saber de qué manera debía portarse, qué palabras necesitaba decir para ganar el juego sin que él siquiera lo sospechara. Pensaba que era inocente, una víctima en el juego, Muichiro había maquillado muchas cosas por él, lo había escuhado hablar por teléfono antes de citarlo en su casa. Le había dicho que Yui se había enamorado sinceramente de Tanjuro, que el hombre le había prometido divorciarse para que estuvieran juntos. Le dijo que lloraba hasta dormirse y Yuichiro casi quiso darle un premio por ese vodevil tan bien armado.
— Iré a caminar, estoy algo aburrido ¿Necesitan algo de la calle?
—¿Te quedarás a cenar? — Tanjiro se encogió de hombros, incómodo y Mui apretó su mano, besando sus nudillos.
— Sé que te sientes mal por lo que pasó, Tanjiro, y en verdad lamento mucho mis actos pero no juzgues tan duramente a tu padre, todos perdemos la cabeza alguna vez, además no puedes culparlo, Mui y yo somos muy bonitos.
— Yui— advirtió a pesar de la breve sonrisa que quería asomar por sus labios.
Sonrisa que Yuichiro le devolvió, ladeada, filosa mientras avanzaba hacia Tanjiro pero mirando a Muichiro, con calma, inclinándose para abrazar a Tanjiro, sintiendo su tensión presionándole para reírse. Era tan ridículo.
— Intentemos ser amigos, Tanjiro. Por Muichiro.
—Pensé que ya éramos amigos— suspiró, relajado al ver la bonita sonrisa en Yui al soltarlo, yendo a abrazar a su gemelo, ambos riéndose—. Pero estoy de acuerdo, olvidemos lo que pasó.
—Les traeré helado para el postre. Quizá pase a la farmacia, ya vi que no hay un sólo condón en la cesta y no quiero que mi hermanito se quede a medias así que al menos esperen a que vuelva.
—Yui— gimoteó Tanjiro avergonzado, con la cara roja y Yuichiro debió morderse la lengua para no soltarle algo más. Algo parecido a " Aunque si eres como tu padre sé que prefieres no usarlos" pero aquello no calzaba con la imagen que estaba intentando crear.
—No tardo.
Se inclinó a besar los labios de Mui brevemente, acercándose para darle la misma despedida a Tanjiro, escuchando a Mui reírse y explicarle que era una costumbre de familia al notar su desencajo.
Eran más parecidos de lo que pudiera creerse, más allá de la exacta puntada con que fueron unidos estaban sus mismos rincones oscuros. Muichiro podía ser tan manipulador como lo requiriera la situación, tan engañoso como fuera necesario para no ceder si deseaba algo, y para qué decir mentiras, la sangre le gritaba en las venas por el orgullo de ser su objeto de deseo.Estaba bien si el daño colateral era verlo con Tanjiro, él también tenía sus propios caprichos. Y jugar limpio tampoco era una de sus virtudes.
— Llegas tarde.
Yuichiro se encogió de hombros, haciendo un puchero apenado al ver al hombre recargado contra el poste de luz. Le gustaba las gafas oscuras que estaba usando aunque aquél cubrebocas le daban un aspecto más de criminal que de anonimato. Le gustaba la idea, sin duda.
— Lo siento, Tanjiro está en mi casa y no quería levantar sospechas.
— Supongo que tendré que castigarte de todas maneras ¿No?
Sólo por la forma en que sus ojos se arrugaban sabía qué clase de sonrisa le estaba dando, la clase de sonrisa que le hacía sentir las piernas como hierba, que le hacía aceptar verlo aunque fuera un par de minutos en los basureros de algún restaurante entre los callejones. Se lamió los labios, poniéndose de puntas para bajarle el cubrebocas a Tanjuro y comenzar a besarlo.
Al final, de alguna manera, le reconfortaba el pensamiento que al menos todo quedaba en familia.
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Géminis
FanfictionTodos murmuraban que había algo muy macabro respecto a ellos... MuixYui MuiTan YuiTan KnY Modern AU. Incesto.