Capítulo XII

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¿Cómo era posible? ¿Qué hacía Perth aquí? Sin pensarlo demasiado, me acerqué a él y lo abracé con fuerza, él me respondió el gesto. ¡Hace tanto que no lo veía!

Perth, fue mi último novio, nos separamos porque tuvo que irse a vivir a Londres por obligación de su padre.

Hace más de tres años que no sabía nada de él, y ahora está aquí.

Fue un gran amigo y novio para mí, después de él, no volví a conseguir algo serio.

- ¡No puedo creerlo! ¿Cómo estás? - Pregunté más que contento.

- Bien, llegué hace unos días de Londres a ver a mi madre y a mi hermana. - Me dijo y sonrió - ¿Y tú, qué es de tu vida?

- Pues, vivo con Win, ¿Lo recuerdas? - Perth asintió con una sonrisa - Y estoy trabajando.

Escuché como alguien se acomodaba la garganta. ¡Oh, casi lo olvido! Me di la vuelta y lo acerqué a nosotros.

Perth miró a Zee, y Zee miró a Perth, fue muy incómodo, ambos se estaban, por así decirlo, analizando.

- Él es Zee, un... amigo. - Se lo presenté - Zee, él es Perth.

- Mucho gusto. - Dijo Perth y tendió su mano.

- Igualmente. - Zee le respondió el gesto.

Algo no estaba bien aquí, podía sentir la incomodidad en el aire, la tensión. Los miré a ambos.

- Mmh, bueno... - Empecé para romper el hielo - ¿Dónde te estás quedando?

- En casa de mi madre. Quise ir a un hotel, pero ya conoces lo sobreprotectora que es mamá. - Reí por lo bajo.

- Ella es agradable. - Le sonreí.

- Lo sé. - Sonrió igual.

- Bueno, me alegro de que estés bien y de volver a verte.

- Lo mismo digo. Si no te molesta, ¿Podrías darme tu teléfono? Así no perdemos el contacto.

- Oh, claro que sí. - Sacó su celular y anotó el número que le dicté - Listo. Llámame y hablamos.

- Claro, bonito. Adiós - Se acercó a mí para besar mi mejilla, pero entonces se alejó rápido.

- Ouch... - Dijo por lo bajo, lo miré extrañado.

- ¿Pasa algo malo?

- No, es solo que sentí una punzada en el estómago.

Una punzada... no creo que...

Miré de reojo a Zee y él me sonrió levemente, algo maquiavélico, sabía que dudaba de él.

¡Oh, será tramposo!

- ¿Estás bien?

- Sí, sí. Te llamo hoy en la tarde o noche.

- Está bien, estaré esperando.

- De acuerdo, bye. - Sacudí mi mano y él se fue.

Sin poder creerlo giré hacia Zee, él clavo su seria mirada en mí.

Lo mire fijo, desafiante, intentado intimidarlo, pero solo conseguí que él me intimidara a mí, como siempre.

- ¿Por qué hiciste eso? - Reproché.

- ¿Quién es él? - Arqueé una de mis cejas y lo miré bien.

- ¿Por qué? ¿Celoso?

- ¿Quién es él? - Repitió la pregunta, pero más despacio, más amenazante.

- Perth, fue mi último novio oficial, hace más de tres años que se fue y no lo veo desde entonces. Nada importante, ¿Contento?

- ¿Por qué le diste tu número?

- ¿Qué es esto? ¿Un interrogatorio de novio molesto? - Zee se acercó desafiante a mí.

- Creo que no estás en condiciones de ignorar mis preguntas. - Estaba tan serio.

- Vamos, diablito, no te tengo miedo. - Arqueó una de sus cejas.

- Podría hacerte lo que yo quiera. - Reí burlón con lo que dijo.

- ¿Ah, sí? Pues fíjate que no, no puedes hacerme el amor. - Lo vi levantar una de las comisuras de sus labios, le di donde más le duele.

- No, pero puedo matarte.

- No serías capaz.

- ¿Por qué estás tan seguro? - Me preguntó, y en verdad no estaba seguro de contestar a eso. Lo miré fijamente a los ojos, me tomé mi tiempo en contemplarlos y allí encontré mi respuesta, en sus ojos.

- Porque nunca nadie me ha mirado como tú lo haces. - Dije tímido, en casi un susurro.

- ¿Ni él? - Dijo refiriéndose a Perth.

- Ni él, ni nadie. Solamente tú. - Posé mi mirada su boca y tragué saliva, solo necesito probarlos, tenerlos, por lo menos medio segundo y habré saciado ese maldito deseo que me carcome por sentirlos - ¿Por qué le hiciste eso a Perth? Así no vas a demostrar que tienes algo bueno dentro. - Pregunté al salir de mi trance.

- Solo estaba probando si es que el poder aún está en mí, y gracias a Dios si lo está. ¡Gracias Barba! - Dijo elevando la voz en la última frase.

- Pues para mí fue porque estás celoso. - Dije y bajé la mirada.

- Pues, ten por hecho que sí, fue por celos, y si no hubiese tenido el poder, le hubiera pegado con el puño. - Me dijo sonriente.

- Uy, eres tan malo. - Dije divertido a son de broma, pero ni bien terminé de decirlo me arrepentí, se podía ver aflicción en su rostro.

- ¿Cómo haremos para encontrar algo bueno en mí?

- Solo debemos... debemos hacer cosas que por lo general nunca haces, y ponerte a prueba y... no lo sé. - Dije divertido, provocando que Zee sonriera.

- Ya encontré algo bueno dentro de mí. - Lo miré sorprendido.

- ¿Enserio? ¿Qué cosa? Dime. - Pregunté entusiasmado.

- Tú.

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gracias por leer!!
Les invito a leer también  "A SONG FOR YOU" que se encuentra en mi perfil de Wattpad,obvio es ZaintSee es una historia especial ya que el 29 es el aniversario de ZaintSee.
Espero de verdad que se animen a leerla. :)

Quiero vender mi alma al diablo [ZaintSee] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora