*Saint POV*
Comencé a despertar, un pequeño dolor de cabeza hizo que mi cuerpo doliera. Con cuidado me senté en la cama. ¿Qué hacía en mi habitación? No se supone que...
Zee.
Tenía que ser él ¿Verdad? No pude haber regresado así sin más. No había de otra... Debía ser por él. Quería que fuese por él.
Miré a mí alrededor, pero nadie estaba allí. Debía aceptarlo ya, no volvería.
Llevé las piernas al borde de la cama, me senté algo incómodo y cuando me paré un terrible mareo hizo que tuviera ganas de vomitar.
Rápidamente corrí hacia la puerta de mi habitación para ir directo al baño. Giré el pomo y cuando la abrí me quedé quieto, él... estaba ahí.
- Zee... - Susurré y mis ojos se humedecieron. Todo malestar desapareció de mi cuerpo repentinamente. Oh no, otra vez no Saint Sup.
Intercambiamos miradas por segundos que se me hacían años. Dios, no lo veía hace tan solo un mes y sentía que había cambiado tanto. Zee solo me observaba, con algo... extraño en su mirada. Como si pensase que no debería estar ahí.
Porque lo tenía delante ¿Verdad? No era solo mi imaginación ¿Cierto?
- Hola precioso. - Soltó al fin.
Sin pensarlo me acerqué a él y lo abracé con fuerza. Sentí su inmediata respuesta, la cual hizo que mi piel se erizara.
- ¿Dónde estabas? ¿Qué pasó? - Me alejé de él para mirarlo.
- No pasó nada. Pero debo irme... - Lo miré aterrado. Mierda, ya lo sabía.
- No, no. ¿Qué hay de mi alma? Aún no sé lo que quiero... yo-
- Ya no quiero tu alma. - Me interrumpió.- Jamás podría llevármela.
- Pero hicimos un... trato. - Nervios, eso sentía, y mi voz lo revelaba demasiado bien.
- Ya no más Saint, ahora mismo vuelvo al lugar de donde nunca tuve que haber salido. Ellos me esperan. - Una última mirada con sentimientos entremezclados y lo vi alejarse en dirección a la puerta.
- Yo... Zee... ¿Qué hay de mí? - dios, lo estaba soltando. - ¿Qué acaso yo no te espero? - Bajó el rostro y respiró profundo.
- Saint Sup. - Habló desde la puerta, sin voltearse, solo quieto ahí. - Todo esto, todo lo que pasamos fue solamente para que me dijeras qué es lo que querías por tu alma. - Mentira. - Sería mejor que te vayas olvidando de todo. - Sí así lo quisieras, ¿Por qué te cuesta decirlo entonces?
Tomó el pomo de la puerta, dispuesto a irse.
- Te amo Zee. - Susurré y detuvo su accionar. - Te amo y no quiero perderte. - Bajé el rostro, mi flequillo tapaban mis ojos mientras estos se humedecían. Para cuando lo volví a alzar, Zee estaba cerca de mí. Levantó sus manos y tomó mi rostro con ellas. - No te vayas.
- Es mejor perderme que encontrarme, precioso. - Soltó sin dejar de mirarme a los ojos.
- Zee...- Mis mejillas se sonrojaron por lo que estaba a punto de decir, y llevé mi mirada al suelo, sin poder agachar la cabeza por completo con sus manos aun sujetando mi rostro. De mi voz solo salían susurros -... Bésame.
Apenas lo dije sentí su boca sobre la mía y la sensación más linda del mundo invadió mi cuerpo. ¿Por qué me había enamorado del diablo? ¿Por qué encontré el amor en alguien completamente imposible?
Sus labios tomaban con cuidado los míos, mientras mis lágrimas mojaban nuestro beso. No podía dejarlo, no quería dejarlo ir. Levanté mis brazos y los coloqué detrás de su cuello para acercarlo más a mí. Despacio se alejó de mi boca. Abrí mis ojos para míralo y Zee acarició mi rostro.
- Debes olvidar todo esto, solo olvídalo Saint . - Comenzó a alejarse más de mí. Algo tenía que hacer, él no podía irse. Estar con él, eso es lo que más deseo justo ahora.
Un momento...
- ¡Ya sé lo que quiero por mi alma! - Grité cuando Zee estaba casi llegando a la puerta. Se giró a verme - Quiero pasar el resto de la eternidad contigo.
Me miró fijo para luego sonreír levemente, yo también lo hice. Pero de pronto, las ganas de vomitar vinieron a mí, esta vez no pude aguantarlo por lo que corrí al baño, me arrodillé frente a retrete y todo lo que no había comido fue expulsado por mi boca. Sentí como Zee se acercaba a mí. Cuando al fin ese horrible vértigo se fue, me puse de pie, cogí rápido el cepillo dental, le puse pasta y lavé mi boca.
- No sé por qué, pero no dejo de marearme y vomitar.
Sus ojos miel tomaron un particular brillo. Se acercó más a mí y colocó su mano sobre mi vientre.
¿Qué tiene todo mundo con mi vientre? ¿Tan mullidito está?
Miré su mano, para luego mirarlo a los ojos.
- ¿Qué sucede?
- Saint, estás esperando un bebé. - Por un segundo mi corazón dejó de latir. Él estaba bromeando conmigo ¿no?
- ¿Qué? - dije luego de un rato.
- Vamos a ser papás. - Soltó una risita infantil que me hubiese derretido si no fuera por el notición que me estaba llevando.
- ¿Quiénes? - Estaba completamente ido.
- Nosotros. Tú y yo. - Nos señaló - Saint ¿Estás bien?
- Pe-pe-pero eso es imposible. No bromees Zee, soy hombre, no puedo procrear...- Alzó una ceja - ¿No puedo cierto? - Rió burlón. Agité la cabeza. - Y nosotros solo estuvimos la otra noche, y...
Claro que es posible, él es el diablo, todo se puede.
Esto era increíble ¿Yo? ¿Esperando un bebé? ¿De Zee?
Jamás pensé en ser papá, y mucho menos "Mamá". Pero nada me hace más feliz que saber esto. Voy a tener un bebé, un bebé de quien más amo.
- Por eso va a ser mejor que yo me vaya. Para que nuestro bebé no... no sea el hijo del diablo. - Se veía desamparado y dolido, pero no permitiría que se quedara así.
- No, tú no te vas a ningún lado. Yo ya te dije lo que quiero por mi alma, y me lo vas a dar Zee. Ahora con mayor razón, porque vas a ser papá.
Me miró fijo a los ojos, tratando de intimidarme como siempre lo hacía. Pero esta vez no pudo, esta vez no me intimidó. Suspiró derrotado y me sonrió, mordí mis labios en una sonrisa.
- Te amo - Dijo y tuve ese sentimiento de emoción. Ahora ya entiendo porque tantas hormonas. Comenzaba a ver borroso debido a las lágrimas.
Zee me acercó un poco más hacia él desde la cintura.
- Yo también te amo, Zee.- Y me acerqué a besarlo de nuevo. -Y quiero pasar toda la eternidad a tu lado.
Porque jamás me arrepentiría de haber querido venderle mi alma al Diablo.
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Esta humilde Escritora se despide :)
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Quiero vender mi alma al diablo [ZaintSee]
Fanfiction¿Nunca pensaron en venderle su alma al Diablo por conseguir todo lo que quieren en la vida? Yo sí, lo pensé y lo hice. Pero, ¿Qué pasa cuando te terminas enamorando de él? No solo se lleva tu alma, sino que tu corazón también. *Pareja principal ...