capítulo 14.

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La oscuridad y el silencio la estaban volviendo loca. No soportaba más estar allí encerrada, no con todos aquellos pensamientos que taladraban su cabeza: ¿Cómo había podido ser tan estúpida para confiar en Noah? ¿Qué haría ahora ______? ¿Cómo la rescatarían los rebeldes estando allí encerrada? Desesperada, gritó hasta quedarse sin voz, pero fue inútil.

Después se levantó y recorrió el cuarto tanteando con las manos las paredes. Tenía que haber alguna manera de escapar. ¡Siempre había una manera de escapar! Comprender que en aquella ocasión no era así terminó de derrumbarla.

El gemido ahogado de alguien la despertó. Ignoraba cuándo se había quedado dormida, pero cuando se incorporó sobre el suelo de cemento advirtió los forcejeos silenciosos al otro lado de la puerta de metal. A continuación, escuchó unos pasos acercándose y el sonido del cerrojo abriéndose. Rápidamente, Billie se puso en pie y se preparó para atacar. Pero cuando la luz inundó la estancia, tuvo que cubrirse los ojos con las manos y fueron sus oídos los que advirtieron la voz de quien acababa de entrar.

-Será mejor que nos demos prisa.

-¿No-Noah?.--preguntó Billie, mientras abría los ojos poco a poco.

La reclusa no contestó, sino que se volvió hacia atrás y exclamó:

-¡Trae la linterna!

Crixo, el lobo, fue quien apareció tras la chica. Con el torso desnudo y las manos cubiertas de sangre, el tipo hizo lo que Noah le pedía y saludó a Billie con un asentimiento de cabeza. Billie no entendía lo que estaba sucediendo. Nada cuadraba ni se le ocurría una hipótesis que diera sentido a aquello. ¿Estaría viendo alucinaciones?

Noah, por su parte, no se molestó en aclararle las evidentes dudas. La apartó de en medio con precipitación y comenzó a estudiar la habitación con la linterna.

-¿Qué hacen aquí? ¿Cómo me han...?

-Ahora no, Billie. Ya habrá tiempo para explicaciones.--la interrumpió Noah.--¡Crixo, lo he encontrado!

El lobo se acercó y Billie lo siguió con la mirada hasta la pared del fondo, donde Noah apuntaba con la linterna al conducto de ventilación. La bestia se agachó y comenzó a desatornillar la trampilla.

-¿Qué es todo esto?.--insistió Billie.

-Esto, amiga, es nuestra vía de escape.--contestó por fin Noah.

-No lo entiendo... ¿No decías que la única manera de salir de aquí era a través de su celda?

-Te mentí, pero fue por una buena causa.

Billie no lo soportó más. Se abalanzó sobre la chica y le propinó un puñetazo en el estómago. Y le habría soltado otro y otro y otro, hasta desfogarse, de no haber sido porque Crixo se levantó en ese momento y las apartó de un empujón.

-¡¡Me has utilizado!!.--le escupió Billie.

-Sí.--reconoció Noah, mientras se levantaba y le apuntaba con la linterna.--Te he utilizado porque era la única manera de salir de aquí. ¿Sabes cuál es el único conducto de ventilación que nos puede llevar fuera, el que te puede llevar a tu ______? ¡Este!.--dijo mientras señalaba la rejilla medio abierta.

-¿Y era necesario que me encerraran aquí para encontrarlo?

-¡Lógicamente! Esta habitación no aparece reflejada en ningún mapa y nadie, a excepción de los guardias, sabe dónde está. Necesitábamos que te encerrasen para después seguir tu maldito rastro.--concluyó Noah señalando con la barbilla a Crixo.

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