3. Único suspiro

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Aquella vez daba un paseo para liberar mi mente, me distraía pensando a dónde podría dirigirme. Mis piernas no eran capaces de seguirme la corriente. Mi mente eufórica me pedía correr para tratar de sacar aquellos pensamientos de mi mente como fuera, por otra parte, mi estado físico notablemente lamentable solo podía permitirme caminar a pasos agigantados por aquella acera malgastada. 

No sabía donde pertenecía, el desgaste constante con ideas de auto-convencimiento me limitaban dejar entrar tus recuerdos. Por fisuras lamentables tus palabras llegaban a mi mente, esa música que te encantaba, tu constancia, todos aquellos detalles dirigidos hacia mi persona. 

Tu desaparición de mi vida por algunos días han dejado heridas que tal vez no sanen hasta que encuentre una explicación a tu actuar. Una lucha constante me suplica que piense que estás bien, asimismo, no puedo controlar mi poco entusiasmo de querer que todo lo que te esté sucediendo no afecte a tu persona física ni psicológicamente. 

Me duelen los pies siguiendo aquellas rayas que me llevan a un camino sin fin. ¿Si sigo a este paso podré encontrarte? Ojalá que si. Mi cuerpo está cediendo y logro sentarme con algunas dificultades. Lo que queda de vegetación lo siento como mil espinas clavando a mis únicas esperanzas de poder recuperarme. Una mente en blanco, mil cosas por empezar hacer. Una batalla mental contra mi misma, el típico lema "pienso y ejecuto" no hace referencia estos días. Mi mente da vueltas y mi vista nublada me hace recostarme en el lecho durante las últimas dos horas. 

No recuerdo haber tocado comida desde hace días, el agua me hacía mantenerme de pie. Un suspiro. Lentamente recobro la conciencia y ya estaba oscureciéndose. Cinco minutos. Un tacto desconocido pero frío toca mi frente. Abro los ojos y asiento. Estoy bien, mi casa queda cerca, muchas gracias. Resoplo. Me levanto, sacudo mi ropa húmeda por el pasto y a paso lento concuerdo que tengo que volver a casa. Unos 15 minutos quedaban de camino, 15 minutos de tortura mental. 1, 2, 3, salto. Concéntrate. Ojalá se encuentre bien. 1, 2, 3, salto. Muerdo mi mano, una lágrima, llanto. Sudo en frío y me encuentro con un cielo que escondía aquellas lágrimas en la oscuridad. Bien hecho. 

- Enero, 2019 - 

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