Destino

3

Los días fueron pasando, y no había visto a Abdel, bueno en realidad si.
Solo que cuando lo lograba ver por los pasillos de la oficina corría en dirección contraria a la que él se dirigía, suerte tenía yo de que siempre estuviera leyendo documentos o en estuviera entretenido en su teléfono y eso lograba evitar el que me viera correr. Hubiera muerto de vergüenza si me veía corriendo y me preguntara la razón de porque siempre huyo de él.
Me ponía muy nerviosa al hablar con él, aunque en sí solamente sucedió una vez. De todas maneras no quiero que vuelva a suceder, al menos por ahora. Primero tengo que controlar mis emociones, aclarar todo, pensar bien.

Seguí trabajando hasta que entró la noche, gracias a dios. Eso significa... Que es hora de ir a casa y dormir. Uhm, me agrada bastante la idea. Necesito dormir mucho.
Cuando terminé de organizar todos los papeles que se encuentran en mi escritorio regados salí del edificio, lo que me sorprendió es que él también iba saliendo de la empresa. Cuando alzó la vista de su celular me sonrió. Rayos ya no tengo para donde correr ni mucho menos me puedo esconder. Le devolví la sonrisa en un gesto de educación, no puedo ser grosera, es mi jefe tonta no soy.

-Buenas noches -dijo mientras guardaba su teléfono en el bolsillo de su pantalón negro. Siempre va de negro, parece que está de velo o que irá a un entierro.

-Buenas noches -respondí, mientras comenzaba a caminar de nuevo para salir de la empresa.

Igual era de esperarse, algún día la suerte no estaría de mi lado y me lo terminaría encontrado en el camino. Era demasiado tiempo que me había salvado.

-¿Sales a esta hora? Nunca te había visto andar por aquí a dicha hora -dijo cuando llego a mi lado. Ventaja de que sea alto. Llego en un dos por tres a mi lado.

-No, pero hoy me quede verificando unos archivos -explique inconscientemente.

¿Por qué lo hice? No lo sé. Sentí que debía de decirlo. Y como mi consciencia siento que debía hacerlo, lo hizo. Sin mi autorización.

-¿Adelantando trabajo? -alzo una de sus perfecta cejas negras. ¿Hasta sus cejas son perfectas? Dios, hasta envidia da.

-No -solté una risita-. Solo me gusta verificar que todo esté correcto -me encogí de hombros restándole importancia.

-¿Hacia dónde te diriges? -preguntó cuando llegamos a la esquina de la larga calle.

-Mi casa queda a unas cuadras de aquí -señale mi camino a casa por instinto. Siempre tengo esa maña de señalar los lugares, mamá me decía que eso está mal porque alguna persona puede pensar que lo señalo y se puede ofender. Sí... Tendré que dejar de hacer eso.

-Te queda cerca -ladeó un poco su cabeza para ver la calle que señalé.

-Así es -dije asintiendo lentamente mientras lo observo. La verdad es que aprovecho sus distracciones para observarlo. -¿Y tú? ¿Para dónde vas?

-El departamento queda cerca de aquí, así que también me queda cerca -me volvio a mirar por lo que voltee mi cara rápido a la calle que le señalé antes.

-Me alegro que sea así -infle mis cachetes. Eso es signo de nerviosismo. Estoy nerviosa.

-Y... ¿Al fin puedo saber tu nombre? -lo mire de nuevo, nuestras miradas chocaron y él se limitó a sonreír.

Es verdad, nunca le he dicho mi nombre. Aunque... Él debe saberlo ¿no? Digo es mi jefe y el jefe de saber todo, sobre toda la información de los empleados o algo así. Bueno, igual no creo que haya investigado sobre mi, ni que fuera alguien especial. Mejor de pensar cosas... Si es lo mejor.

-Hasta aquí te ha llegado mi camino -hable cuando quedamos en la esquina de mi humilde casa.

-Bueno, nos vemos mañana -hizo un pequeño mohín y me reí.

-Gemma, mi nombre es Gemma -me di la vuelta y camine lentamente hasta mi casa. No sé cual ha sido su reacción y por mi bien prefiero no saberlo

Una vez dentro de mi casa me quite la ropa para ponerme mi bata de dormir, me siento más cómoda así porque me incómoda dormir con ropa puesta, en casa sienpre solía dormir en ropa interior. Dejé hábito cuando me mudé aquí. Regresé a la sala y me tire en el sillón para ver mi pequeño televisor, como dije no soy una persona actualizada y me gusta ser así. Estaban pasando una película de amor... Iug no me gustan esas historia porque usualmente son clichés.
Y mira nada más, aquí me ves viendo la dichosa película cliché ya que me había gustado.

Deje de prestar atención a la televisión y caí en cuenta que estaba enamorada. Porque eso es estar enamorada ¿no? Cuando ves a alguien y tu corazón se acelera, cuando oyes su voz es como oír una hermosa melodía y ni hablar de cuando te mira a los ojos. Sientes muchas cosas en tu interior.
Sonará loco mi enamoramiento, sí, pero ¿a quién no le ha pasado? Desde que lo vi por primera vez me gustó, aunque dije que era un idiota pues no lo conocía y fue lo primero que dije por el enojo, fue algo que dije sin pensar porque él no es un idiota. No sé como explicar lo que siento, realmente me gusta, hay algo en él que me enloquece, me gusta su voz, su forma de ser, me gusta todo él. Cuando hablo con él siento que todo alrededor se detiene, cuando me mira a los ojos me siento especial, y ni hablar de cuando me sonríe, siento que mi corazón se saldrá de tanto latir cuando sé que está cerca.

Y aunque no llevo mucho tiempo en conocerlo me di cuenta que me enloquece, y voy a lograr que se enamoré de mí como yo estoy enamorada de él. Siento que él debe ser para mí, mi corazón me dice que él es el indicado y el corazón no miente.

Decidí que era mejor dormir, así que apague la televisión y me fui a la cama ya que tenía que levantarme temprano para poder verlo y lograr mi objetivo principal, enamorarlo.
Porque va a ser mío de una forma u otra.