Destino

20

Disfruto mucho los fines de semana, estar con Abdel es lo mejor. No hacemos grandes cosas como salir o algo así porque a ninguno de los dos nos gusta, con estar juntos es más que suficiente.
Estamos viendo películas como de costumbre, ahora vemos una que se llama "votos de amor" por lo que he visto es una muchacha que pierde la memoria por accidente que tuvieron y no recuerda a su actual pareja. Él no se da por vencido y la vuelve a conquistar.

—Amor —hablé para tener su atención, se encuentra muy entretenido viendo televisión. Dirigió su mirada a mi.

—¿Qué ocurre? —ladeó la cabeza. Siempre hace eso cuando no sabe lo que diré.

—Te quiero preguntar si te parece que mi hermana venga unos días a visitarme —mi voz sonó con mucha duda.

—Claro cariño —volvió a mirar la televisión.

—Le dije que si me ayudaba con lo de la boda y ella aceptó —dije para seguir hablando con él.

—Que bueno cariño —siguio viendo la película. ¿Él ve muy interesante la película?

—Es emocionante que venga —volví a insistir.

—Si lo es —sonrió a medias.

—Amor—seguí hablándolo.

—¿Hum? —hizo un pequeño asentimiento con la cabeza para que sepa que me está prestando atención.

—¿Cuándo conoceré a tus padres? —pregunté mirándolo seria.

—El día de la boda cariño —me miró fugazmente.

—No voy a decirle a mis padres —dije suspirando.

Me miró, lució sorprendido de mis palabras. Él sabe que a mis padres les cuento todo y el hecho de que no asistan a la boda es una enorme sorpresa.

—¿A qué se debe eso? —me miró con mucha atención.

—Ellos tienen diferentes ideales—me encogí de hombros.

—Es una lástima —otra vez dirigió su mirada al televisor.

—Ellos creen que para casarte con alguien tienes que tener mínimo 2 años de noviazgo —seguí hablando.

—Bueno cada quien tiene sus ideales —hizo una mueca.

—Eso sí, pero no puedo evitar que me duela —baje la mirada.

—Bueno trata de plantearle el tema en una situación diferente —¿a qué se refiere?

—¿Cómo? —eso llamó bastante mi atención.

—Cuentale nuestra relación y explicale todo pero en vez de decir que eres tú di que es la relación de una amiga, pides la opinión al respecto y ya sabrás si decirles o no —se cruzó de brazos.

—Que buena idea amor, gracias —sonreí ante su maravillosa idea.

—No tienes que agradecer, no es nada —sonrió con arrogancia.

—Siempre me entiendes, te amo —ignore su expresión.

Me levanté del sofá en el que me encontraba para ir a su lado y abrazarlo. Toda la noche estuvimos así, se nos fueron las horas viendo películas abrazados.

***

A la mañana siguiente Abdel se volvió a ir dejándome sola, otra vez. Eso hacía últimamente y me dolía sin embargo no decía nada.

Iba a hacer lo que él me dijo, así que busqué mi teléfono y le marque a mi mamá.

—Hola mi amor —saludó de inmediato.

—Hola mamá —contesté sin muchos ánimos.

—¿Cómo has estado amor? —mi mamá siempre me pregunta eso. Ella se preocupa mucho por mi.

—Muy bien mamá. ¿Y tú? —devolví la pregunta aunque ya sé la respuesta.

—Pues ahí voy, no me puedo quejar —sé que está mal pero no lo dice para no me preocupe.

—Ya te deposité para tus pastillas —mi mamá tiene diabetes tipo 1 y necesita medicación por eso cada que cobró le envío dinero.

—Gracias mi amor, mañana iré a buscar el dinero.

—Mamá una amiga me invitó a su boda —solté abruptamente.

—¿Y qué pasó? —no se esperaba oír algo como eso.

—Quiero saber que opinas al respecto de su noviazgo —la inseguridad reinó mi ser.

—Te escucho.

—Bueno hace un mes que conoció a su novio y deciden que al mes de noviazgo se van a casar. ¿Tú lo ves bien? —la duda se reflejó en mi voz.

—Cariño te soy sincera no, no lo veo bien. Las parejas se deben conocer para ver si su relación va a funcionar. Necesitas tiempo para conocer a una persona y en un mes no lo lograrán —sabía que diría algo como eso.

—Ellos viven juntos, se conocen —insistí para que cambie de opinión.

—Si mi amor, pero aún así. Al principio se portarán bien porque quieren quedar bien, no son ellos mismos. Pero si ellos deciden eso no hay más que apoyar —ni aunque le den miles de pesos cambiará de opinión.

—¿Entonces si irías a su boda? —pregunté con esperanza.

—Si me invitaron claro que si

—Me alegra saber eso —suspire de alivio.

—Te vas a casar. ¿Verdad? —me asuste por su pregunta. ¿Tan mala soy mintiendo?

—¿Cómo lo sabes? —eso no lo esperaba. Aunque no suena molesta.

—Mi amor te conozco muy bien. Eso y que la única amiga que tienes es Aina y no creo que ella se case por ahora —rayos. No pensé bien la situación.

Reí. Tiene toda la razón, como siempre.

—¿Estás molesta conmigo mamá? —murmure con tristeza.

—No mi niña, no estoy de acuerdo que es otra cosa, pero al fin y al cabo es tu vida —mi madre siempre tan comprensiva ¿ya dije que la amo?

—Gracias mamá —y no solo le agradezco por lo de ahora, le agradezco por todo.

—No tienes que agradecer mi niña —extraño que me diga eso mientras me abrazaba.

—Por eso te amo mamá —por eso y por muchas razones más.

—Yo también mi amor. Entonces ¿dentro de un mes?

—Así es —sonreí de nuevo.

—¿Será en donde vives?

—Supongo que si, ustedes vendrán a mi casa unos días antes —dije con alegría al saber que ellos vendrían.

—Ay mi niña, si estás feliz yo también lo estoy

—Abdel me hace muy feliz mamá —me sincere con ella.

Cuándo termine de hablar con mi mamá Abdel llegó a la casa.

—Amor estoy muy feliz —hablé cuando entró a la habitación.

—¿Cúal es el motivo? —se sentó a mi lado de la cama.

—Mis padres si irán a la boda —dije con emoción. Bueno al menos mamá si porque papá no sabe.

—Que bueno cariño, te dije que era cuestión de que hablen —sonrió. Esa sonrisa bonita como me gusta.

—Lo sé, gracias —lo abracé con mucho amor.

Y no pude estar más agradecida con la vida.

Todo es perfecto.