Regrese a mi casa después de unos días, por un momento creí que Laia se había quedado aquí. Me equivoqué por completo.
Las cosas de Abdel y Laia no están, la casa está como al principio, vacía. Igual que yo.
Vaya que rápidos fueron al irse, ¿qué esperaba? ¿Encontrarlos aquí? Sigo de ilusa, lo mejor es que se hayan ido. Me hubiera causado más dolor verlos aquí o sus cosas que me traen recuerdos.
Tenía la leve esperanza de que él se quedará conmigo, que tonta. Aunque después de ver que llegaron agarrados de las manos, no me sorprende que de hayan ido juntos. Era lógico.
No tengo ganas de nada. Quiero llorar pero al mismo tiempo no. Mi orgullo me lo impide, dice que ya lloré mucho y que llorar no va a solucionar nada, mis problemas seguirán igual.
Ni yo sé que quiero. Quiero hacer muchas cosas y a la vez no quiero hacer nada.
Caminé a mi habitación pero al sentir que me faltaba algo volví a salir para ir al refrigerador por mis preciados chocolates de reserva. Esos los guardaba por si me encuentro triste de la nada y me da flojera de salir. Una de las opciones más sabias que tengo cuando logro hacer la despensa.
Cuando los agarré camine a mi habitación, me tire a la cama y me senté, recargue mi espalda en la pared y destape mis chocolates para pensar en todo lo que me ha pasado.
Si es verdad lo que dijo Mariska, yo soy la mala de la historia. Siempre he sido la mala sin saberlo. ¿Cómo se supone que iba a saberlo?
Es injusto, no es mi culpa lo que mi vida pasada hizo. No creo en la reencarnación. O bueno, no lo había pensado. Mamá siempre me decía: "Más vale creer, que lamentar", de que me sirve creer si ahora estoy lamentando todo.
No lo sé, tal vez hubiera dolido menos el engaño si hubiera sido con una desconocida o alguna compañera de trabajo, ¡lo hubiera pasado hasta de Aina! Pero... Laia, ¿por qué con ella? Saben el dolor que siento que mi hermana, la niña que cuidé, me haya traicionado así. Más me molesta que no puedo odiar a ninguno de los dos, no soy mala persona para odiar a alguien porque el odio no es algo que haya en mi. Siento mucha decepción, si me hubieran dicho algo al respecto de lo que sentían lo hubiera tomado mejor, no que cuando me tenían una "sorpresa" los encuentro besándose.Y ahora todo lo que pase depende de mi, si hago algo malo obtendré cosas malas y si algo bueno lo más probable es que también, ¿por qué? Porque todo ya está escrito.
Una parte de mi me dice que lo quiero solo para mi. Que él necesita estar conmigo. Pero de que me sirve tener a Abdel si él no me quiere, él quiere a Laia. Que ironía, a mi me costó mucho hacer que se "enamorara" de mi y para ella solo fue cuestión de segundos.Y lo entendí.
Mariska dice la verdad, aunque mi orgullo y dolor se nieguen a creer.
Por eso la primera vez que me encontré a Abdel sentí esa necesidad de estar con él, me obsesioné con él. Yo quiero que sea mío. Siempre fue así. Desde el principio, por eso siempre buscaba la manera de que él estuviera conmigo. Fue como un impulso, y no fue por mi. Fue el destino quien lo quiso así. Ahora entiendo todo, ya decía yo que mi comportamiento con él no era normal, yo no soy de las personas que se enamoran de las personas de inmediato, yo me tengo que asegurar que me quieran, por eso con él todo fue distinto, diferente.
¿Qué hago?
Me duele, porque realmente duele. Bien o mal no es nada lindo ver que mi hermana y mi prometido se estaban besando, y más cuando creí que estaban realizando un regalo para mi. Un regalo del cual nunca supe nada.
Y es que si lo analizo desde el principio, se notó que ellos sintieron atracción. Me dieron varias señales solo que yo no me di cuenta en el momento.
Ahora me siento como la peor persona del mundo.
Si en mis vidas pasadas impedí que Abdel y Laia estuvieran juntos es porque fui mala persona. Nunca fui buena aunque me niegue a creer.
Lo correcto sería dejar que ellos dos sean felices, aunque eso me destruya. Recuerdo que una vez mamá mencionó: "amar es entender que el sentimiento no siempre será correspondido. Y si la persona es feliz con alguien más, está bien. Su felicidad es tú felicidad"Vaya que tenía razón, mamá siempre tiene razón.
No quiero nada de esto. No es mi culpa ser quien soy.
Es mejor hablar con mi mamá. En unos días ellos iban a llegar y no quiero que hagan el gasto innecesario.
Agarré el teléfono y marqué, mis ojos se volvieron a llenar de lágrimas. Sé que hablar con mi madre me destrozará.
—¿Mamá? —susurré débilmente
—¿Qué pasó mi amor? —al escucharla me entraron ganas de llorar de nuevo y que ella me haga mimos, como cuando era niña y decía que todo estaba bien.
—No me voy a casar —dije de una vez. Ahí si que solté unas lágrimas. Nunca quise decepcionar a mi madre y ahora lo hice, por un chico que me dejó.
—¡¿Qué?! —supongo que era lo que menos esperaba escuchar. Mientras no le de una recaída todo bien.
—No estoy lista mamá —aún no estoy lista para contarle la verdad.
—¿Estás segura? —sé que no me cree. Hace unos días estaba muy emocionada y que ahora le diga que no estoy lista es confuso.
—Sí mamá. Creo que tienes razón en eso de primero conocer a tu pareja —reí sin ánimos.
—Así es mi niña —habló con dulzura
—Mamá, ¿puedo ir con ustedes unos días? —necesito estar con ella, que ella me consuele. Ella es lo único que necesito ahora.
—Claro que si mi amor. Nada me haría más feliz que verte mi cielo —me limpie las lágrimas que recorrieron mi rostro.
—Entonces en unos días estaré por ahí
—¿Estás bien hija? —sabía que tarde o temprano lo preguntaría.
—No mamá —mentirle no serviría. Ella me conoce demasiado bien.
—¿Qué fue lo que pasó en realidad?
—Abdel no es lo que pensaba —en cierta forma es verdad, no mentí por completo. Me dolió que a él no le afecte la situación como a mi.
—Ay mi amor. Nunca terminamos de conocer a una persona. Ni uno mismo se conoce.
—Lo sé mamá. Por eso quiero ir con ustedes para despejar mi mente —más lágrimas salieron.
—Tu papá estará feliz por la noticia.
—Si lo sé.
—A quien no hemos visto es a Laia —ni la verán por ahora.
—Tal vez anda ocupada en la universidad —dije débilmente. Escuchar su nombre quema.
—A lo mejor —sonó extrañada de que no haya hecho por preguntar por mi hermana.
—Tengo que colgar mamá, nos vemos nunca olvides que te amo —solté antes de que pregunte por el tema
—Te amo más hija, cuidate —colgué.
Me acomodé para mirar por la ventana de la cuidad y me envolví en mi sábana las lágrimas siguen escurriéndose.
Bien he tomado una decisión. Empezaré de nuevo lejos de ellos.
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Destino
Teen Fiction¿Que pasa si encuentras al amor de tu vida pero no eres el amor de su vida? Lo conocí sin querer. Él era todo para mí, por primera vez en la vida me sentí bien con alguien, sentí que había hecho lo correcto... Todo cambió de un momento a otro, mi m...