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Al terminar de llorar caminé hasta la casa de Aina, ella es con la única que puedo contar por ahora. Más bien es la que única persona que me queda. Y de cierta forma no quiero estar sola.

Aparecí en su casa a las 2 de la madrugada llorando. Mi aspecto es horrible, estoy toda despeinada, llena de mocos y los ojos hinchados. Me veo fatal.

Ella estaba con un muchacho así que le dije que siguiera en lo suyo, que luego hablábamos, ella se preocupó por mi y me estuvo persiguiendo por su casa. "¿Gemma estás bien? ¿Por qué lloras? Sabes que estoy para ti" yo solo caminé al cuarto que nadie ocupa de su casa y prácticamente le cerré la puerta en sus narices.
Me hizo sentir peor eso porque ella solo se preocupa por mi y yo estoy siendo una desgraciada.
No quería estar sola, quería que ella me consolará hasta que me quede dormida como el otro día pero al saber que hay alguien esperándola decidí que lo mejor era estar sola. Creo que mi destino es ese, estar sola.
Necesito a mamá, me siento más frágil que una jarra de porcelana, necesito que esté conmigo dándome amor y cariños. Necesito que me brinde la seguridad que siempre me daba. Necesito a mi mamá, necesito estar bien como antes en donde mi única preocupación era mi madre y conseguir dinero para sus pastillas. Necesito tantas cosas y sin embargo no tengo nada. Mi vida es tan patética, no tengo nada de especial, ¿por qué no puedo ser otra persona? ¿Por qué no puedo ser bonita?

Estoy tan agotada, tanto física como emocionalmente, pensé que no dormiría pero me equivoque, quedé dormida muy rápido.

No sé cuánto tiempo pasó, solo sé que desperté porque el sol daba justo en la cara y ya se imaginaran que al tener los ojos hinchados era peor de insoportable el sol.

Miré la mesa que se encuentra al lado de la cama y vi que habían dos sandwich en un plato y un jugo de manzana. Aina dejó una nota:

"Tuve que salir rapido, te dejo el desayuno y hay mucho chocolate en el refrigerador.

Te quiero"

Ella sabe que estoy mal pero que necesito mi espacio, agradezco eso. Ella me entiende.

Cuando terminé de desayunar me quedé sentada como indio en la cama. Después de unos minutos de mirar a la nada me levanté y caminé a la cocina. Busqué los chocolates por todo el refrigerador hasta que me di cuanta que se encontraban arriba, agarré los chocolates y volví a la habitación.

Me senté de nuevo y destape los chocolates. Mientras comía pensaba. El chocolate siempre está conmigo cuando estoy triste. Mi fiel más querido.

Ahora entendía todo.

Abdel nunca me amó.

Yo siempre era la que, prácticamente, andaba de rogona. Yo siempre era la que tenía que hacer todo, siempre fue así y hasta ahora me doy cuenta.

Las palabras de Aina tomaron sentido: "Ya conseguí mujer y antes de los tres meses nos casaremos".

Se iba a casar conmigo porque lo necesitaba no porque él quisiera casarse conmigo.

Por eso la primera vez que ellos se vieron, quedaron se miraron por mucho tiempo. Por eso es que Abdel se quedó con ella hasta tarde para "ayudarla" a hacer su tarea, por eso él trataba de consentirla, el día de la feria fue más que obvio pero la tonta de mí que no se dio cuenta.

Abdel no se enamoró de mi. 

¿Yo me enamoré? La respuesta es sí. Lamentablemente desde el primer día que lo vi me enamoré.

¿Llorar sirve de algo?

No. No cambia nada.

Estoy harta. ¿Qué es lo que hice para merecer todo esto?

No recuerdo haber hecho algo malo. Ayudé a mi mamá, la cuidé cuando estuvo mal, crecí a Laia, ayudaba a quien podía, siempre he sido buena persona. Nunca he hecho algo grave, ¿por qué a mi? Esa la pregunta que todos se hacen en algún punto de su vida.

Entregué todo y no recibí lo mismo, entregué amor y recibí dolor y traición.

Analizando la situación a profundidad, nunca supe nada de Abdel. Yo le conté mi vida él a mi no. A Laia si lo hizo, el día de la feria él le contó una de sus experiencias cuando fue niño, pero se lo contó a ella, no a mi. Con ella se portó diferente que conmigo y solo creí que lo hacía para quedar bien con ella.

¿Qué fue lo que me faltó?

¿Ser bonita? ¿Amigable? ¿El tener buen cuerpo? ¿Ser más como Laia?

No lo sé. 

¿Qué es lo que tiene ella que yo no? Sé que no soy bonita, pero soy buena persona con un enorme corazón, como decía mi abuela.

Entonces recordé unas palabras de mi madre. Invadieron rápidamente mi cabeza.

"Nunca te compares con otra persona, ese, es el peor error de un ser humano"

Tiene razón. Mientras más trato de compararme con Laia, más doloroso es para mi. 
A este punto no siento nada. Me siento vacía.

Necesito saber que es lo que pasó. Agarré mi teléfono y marqué al número que está escrito en la tarjeta que me dio Mariska ayer.

Hola —saludó de inmediato alegre.

Hola, soy Gemma, la muchacha de ayer del parqueexpliqué de inmediato.

—Sí sé quien eres cariñocariño... ¿Siempre me lo recordarán? ¿No hay ni un segundo en que no esté su recuerdo?

Quería saber si podemos ir hoypregunté con duda. ¿Estoy haciendo lo correcto? Mi corazón dice que si, pero ya ni en el confío, me engañó y ahora pagando las consecuencias.

Claro, ¿a qué hora vendrán?

¿Cómo a las 7? —dudé nuevamente mi decisión.

Entonces a las 7

Si gracias

Colgué sin esperar respuestas.

Laia mencionó algo de sus sueños. Ella me había comentado una vez que siempre que trataba de llegar a alguien a esa persona lo matan frente a sus ojos. 

Abdel también tuvo pesadillas, aunque él nunca dijo de que se trataban.

¿Habrá alguna conexión?

Creo que si, siento que es así. Necesito saber que es lo que está pasando.

¿Estoy haciendo lo correcto?

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