Tan sólo pasó una semana.
La noticia se esparció. Todos sabían que Abdel y yo nos íbamos a casar. No sé cómo fue que todos se enteraron, bueno quiero creer que mi amiga no era la responsable de todo eso. De igual forma todos se enterarían tarde o temprano, de hecho hasta mucho tardó en que se expandiera la noticia.
No he hablado con Abdel sobre el tema de la boda. Él sólo mencionó que pagara todo y que yo quedó a cargo de ver todos los planes de la boda. Eso me decepcionó un poco porque yo quería que fuéramos a ver todo juntos y escoger el pastes, los manteles, el local, no lo sé. Ver los detalles como hacen las parejas.
Él hace rato salió, no me dijo a donde ni a que hora llegaría.
Por lógica me encuentro sola. Decidí que para no aburrirme era mejor hablar con Laia. Ella siempre está para mi aún este ocupada.
—¿Hola? —me extraño. Milagro que contesto al instante.
—Laia, ¿estás ocupada? —no quiero interrumpirla como el otro día que se encontraba haciendo tarea.
—Para ti tengo todo el tiempo del mundo bebé —se escuchó la voz de un hombre en forma de reclamo. ¿Está con alguien? Ay mi hermana no aprende.
—Es que quiero hablar con alguien —necesito contarle lo que había pasado en estos días.
—¡Cállate! Es mi hermana —se oyó un quejido—. Lo siento, ¿qué pasó?
—Me voy a casar Laia —solté antes de empezar a pensar cosas que ni al caso.
—¡¿Qué?! ¡¿De verdad?! —sonó demasiado sorprendida. Quien no lo estaría, yo aún no lo creo y eso que soy la prometida.
—Si, suena loco lo sé —respondí al salir de mi trance.
—Pero... No tiene mucho que lo conoces —hay duda en su voz.
—Lo sé, pero créeme te digo que realmente lo adoro —le informé para que tenga en cuenta que es importante para mi.
—Bueno, si eso te hace feliz te apoyo —sabía que puedo contar con ella. Ella solo quiere mi felicidad.
—La boda sera en un mes —dije para ver si ella podría asistir. Ojalá que si porque si no me sentiré muy mal.
—¿Tan pronto? —la duda en su tono aumento.
—Si, será algo sencillo, solo estarán presentes los familiares —la tristeza volvió a mi ser.
—Duh, que aburrido —dijo con fastifio, me imagino que volteó los ojos.
—No digas eso —reproche por su actitud.
—Esperaba que hicieras algo con todos nuestros conocidos —recuerdo que de niñas siempre le decía eso. Que cuando me casara, haría una enorme fiesta con toda la familia, amigos y vecinos para que todos sean testigos de mi felicidad. Ella siempre decía que sería la testigo porque nunca se casaría.
—Si por mi fuera, seria así pero Abdel no quiere —la tristeza se reflejó en mi voz.
—¿No los dos deben estar de acuerdo?
—Yo estoy de acuerdo con lo que él quiere —hablé orgullosa.
-Ay hermana —respondió con decepción.
ESTÁS LEYENDO
Destino
Teen Fiction¿Que pasa si encuentras al amor de tu vida pero no eres el amor de su vida? Lo conocí sin querer. Él era todo para mí, por primera vez en la vida me sentí bien con alguien, sentí que había hecho lo correcto... Todo cambió de un momento a otro, mi m...