[11]

12K 1.9K 299
                                    

YoonGi gruñó molesto cuando la omega sentada sobre él se restregó sin pudor alguno

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

YoonGi gruñó molesto cuando la omega sentada sobre él se restregó sin pudor alguno. Pudo escuchar la risa de NamJoon y Taehyung y aquello incrementó un poco más su molestia. Habían ido al bar que Siwon les había asignado y como era de esperarse, había demasiadas personas dentro del lugar. Eran pasadas las dos de la mañana cuando un grupo de personas entró al sitio, varios omegas se dispersaron por el lugar en una clara invitación mientras otros se acomodaban detrás de la tarima.

Un único pensamiento ocupó la mente de YoonGi cuando vio toda la actividad que se estaba llevando a cabo.

Incluso sabía que NamJoon y Taehyung pensaban lo mismo cuando se vieron por cortos segundos, sin embargo el magnífico plan que se le había ocurrido a Taehyung lo estaba sacando de quicio con bastante rapidez.

— Oppa. ¿Estás seguro que no quieres subir? — YoonGi rodó los ojos ante el tono meloso de la mujer mientras sentía el olor a flores silvestres emanar con más fuerza, la mujer estaba lo suficientemente tomada o drogada para servirle de fuente de información.

— Estoy seguro que quiero quedarme aquí. — Mencionó viendo hacia sus compañeros quienes fingían estar interesados en el grupo de omegas que había llegado. Ambos estaban buscando más información sobre las personas detrás de todo eso. — Antes venía un omega rubio con ustedes. — La mujer parpadeó confundida por un momento mientras intentaba recordar lo que el alfa decía. — De baja estatura y con apariencia tierna, solía bailar en la tarima.

— ¿Hablas de doce? — Cuestionó confundida la mujer mientras pensaba en el omega que solían usar para atraer al público. — Las malas lenguas dicen que está muerto, pero el jefe no lo cree del todo. — Mencionó encogiéndose de hombros. YoonGi frunció el ceño ante la nueva información.

— ¿Y tu jefe está aquí? — Preguntó tensando la mandíbula. La castaña negó.

— El jefe nunca viene con nosotros, está lo suficientemente lejos por si la policía decide aparecer. — Rió la castaña. — Doce era especial, el jefe le tenía bastante cariño. — Recordó la mujer mientras veía hacía los lados. — Se dice que él fue quien lo consiguió en las calles, cuando el pobre llegó a nuestra casa era una cosita chiquita e indefensa, los hombres del jefe le rompieron la cabeza y tenía su lindo cabello amarillo teñido de sangre, fue horrible. — Expresó con genuina preocupación. — Muchos intentaron ayudarlo a salir, todos veíamos que era diferente a nosotros que no teníamos a nadie a quien acudir para que nos defendieran, pero cada uno fue desapareciendo hasta que a doce nada más le tocó acostumbrarse a la vida que le estaba tocando vivir.

— ¿Tú lo conocías? — Cuestionó YoonGi curioso ante el tono de voz de la castaña. La mujer asintió.

— Era tierno y bonito, yo tenía un hermano menor y siempre me acordaba de él cuando veía a doce, muchos de nosotros sentíamos una especie de alivio cuando veíamos que solo era sacado para bailar en tarima, dos meses atrás llegó a la casa llorando y supe que había pasado lo inevitable, me tocó consolarlo durante todo lo que quedaba de noche mientras él se aferraba a mi como un pequeño niño buscando refugio, nunca pude ser un lugar seguro para él cuando yo también estaba en ese mundo. — Mencionó desahogándose por primera vez. — La noche que escapó, pedí al cielo muchas veces que no lo encontraran y así pasó, pero ahora solo espero que esté lejos del jefe.

Broken » Omegaverse YM.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora