Un par de jóvenes lo consiguieron en un callejón, a simple vista parecía muerto sin embargo; el deseo de una joven omega por ayudar a un compañero de jerarquía puede más que cualquier cosa. Más tarde el sonido de ambulancias y el correteo de varios...
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Estar entre los brazos del alfa hizo que una extraña sensación de reconocimiento lo envolviera con su manto, era como si aquella vez no fuera la primera, el toque del alfa no se sentía distante en ningún sentido de la palabra, sus manos se adueñaban de su cuerpo recorriendo cada espacio como si lo conociera de antes y aquello hizo sentir al omega sumergido en una densa paz. Y mientras ambos caminaban ciegamente hacia el cuarto del mayor, Jimin sintió el revoloteo en su interior de su lobo y el como este se encontraba ansioso ante las acciones de ambos.
— J-Jimin. — Susurró el alfa roncamente mientras desviaba su atención al cuello del rubio. El omega enredó sus dedos en la negra cabellera mientras que con un pequeño brinco enrollaba sus piernas en la delgada cintura del mayor. El olor de ambos cubría en su totalidad la habitación con un toque de deseo y excitación.
— YoonGi. — El omega gimió cuando sintió una leve succión en la parte en donde debería reposar una marca, aquello fue como probar un afrodisiaco pues sintió el momento exacto en el cual su miembro apretó con fuerza entre sus pantalones. — Hyung. — El omega se aferró con fuerza al mayor mientras sentía su pronto descender a la cama y el como éste se acomodaba encima de él para no aplastarlo por completo con su peso. El pálido siguió con sus besos en la curvatura del cuello del rubio y Jimin arqueó la espalda cuando sintió nuevamente los chupetones del alfa en su cuello y el cómo este empezaba a dejar pequeñas marcas entre su cuello y mandíbula.
— Siempre me ha gustado la forma en la cual tu cuerpo reacciona al mío. — Susurró el alfa entre la curvatura del cuello del rubio. Jimin escuchó en silencio mientras sus manos se deslizaban por el torso del pálido y empezaba a dejar a la vista la pálida piel del mayor. — Te sientes tan bien. — Susurró alzando su rostro para de nueva cuenta adueñarse de los labios del omega. Jimin se permitió aferrarse con más fuerza al cuerpo contrario y explorar la cavidad del hombre que hacía que su corazón se acelerara con tan solo verlo, una pequeña danza inició entre ambas lenguas mientras ambos se aferraban al único pensamiento de dar y recibir de la misma forma.
— Hyung, ¿por qué siento que esta no es la primera vez? — Susurró el omega cuando los besos del alfa se empezaron a deslizar por su rostro. YoonGi sonrió depositando un sonoro beso en la frente del omega para posteriormente dejarse caer a su lado. Jimin quiso protestar pero el alfa rió colocando un dedo en los labios del menor.
— Antes de irme a Daegu, una noche antes tú y yo estuvimos juntos. — Explicó el alfa. — Fui tu primera vez en todo al igual que tú fuiste la mía. — Jimin quiso hablar de nueva cuenta pero el alfa se lo negó. — Éramos dos jóvenes explorando juntos y amándonos en el proceso, estábamos arreglando las cosas que me llevaría y de repente solo te vi a los ojos, tú me viste también y ambos supimos lo que teníamos que hacer.
— ¿T-Tú y yo? — Preguntó dudoso el omega mientras volteaba a ver al alfa y una fugaz lágrima se deslizaba por su rostro.
— Sí bebé. — Susurró YoonGi con una pequeña sonrisa adornando su rostro mientras limpiaba el rostro del menor. — Aquella vez no te marqué porque sería horrible para los dos estar separados tanto tiempo, quizás tuve que hacerlo y luchar con todas mis fuerzas para poder llevarte conmigo, pero tu mamá estaba negada a dejarte ir y eras menor de edad todavía, quizás las cosas hubieran sido tan malditamente diferentes a lo que son ahora y... — Jimin negó besando lentamente los labios del pálido y embriagándose con su olor.
