Un par de jóvenes lo consiguieron en un callejón, a simple vista parecía muerto sin embargo; el deseo de una joven omega por ayudar a un compañero de jerarquía puede más que cualquier cosa. Más tarde el sonido de ambulancias y el correteo de varios...
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De 4 a 6 meses.
...
IV.
Jimin dejó salir un suspiro aburrido mientras veía la televisión. Llevaba más de media hora intentando hacer algo entretenido pero por más que pensaba, nada llegaba a su mente. Ni siquiera podía llamar a Jin o JungKook, ambos omegas estaban en sus respectivos turnos de trabajo, Hoseok había pasado dejándole algunos medicamentos nuevos que le habían recetado, pero tan rápido como los había llevado, así mismo se había ido.
Llamar a YoonGi no era una opción, estaba consciente de que a veces llamaba a su alfa por cosas tan simples como esa, y YoonGi aunque nunca se negaba a ir con él, sabía que eso afectaba su trabajo. El jefe de YoonGi era alguien muy comprensible, incluso había ido a visitarlo en varias ocasiones, pero no por ello iba a abusar de la confianza que el hombre le demostraba.
Cuando estuvo apunto de levantarse para ir a dormir un rato, el timbre del apartamento sonó, contrariado observó con curiosidad desde el reloj hacia la puerta. Aún era muy temprano para que YoonGi llegara. Curioso se levantó de su asiento y avanzó hasta la puerte, cuando aquel aroma conocido llegó a sus fosas nasales, no pudo evitar emocionarse.
— ¡Al fin regresas! — Fue lo primero que dijo cuando abrió la puerta y distinguió la pequeña silueta de SeulGi trás ella. La omega -ahora pelinegra- Le sonrió de gran manera mientras corría a los brazos del rubio y se afianzaba en un fuerte abrazo que no tardó mucho en ser correspondido. — ¡Te extrañé mucho Seul! — Susurró.
— ¿Acaso piensas que yo no te extrañé a ti? — Cuestionó la pelinegra aún con la gran sonrisa dibujada en su rostro. — Todos los días pensaba en tí y en mi pequeño y hermoso sobrinito. — Comentó con emoción mientras se separaba del abrazo y colocaba sus manos temblorosas en el vientre del omega. — ¡Te ves tan adorable! — Exclamó emocionada.
— Yoonie me dice que me veo adorable siempre, así que no es nada nuevo. — Mencionó encogiéndose de hombros con un pequeño gesto de superioridad adornando su rostro. SeulGi rió mientras llevaba sus manos al largo cabello rubio del omega y lo alborotaba un poco.
— ¿Desde cuándo tan arrogante? — Cuestionó la omega divertida.
— Desde que tengo un alfa que todos los días me dice lo guapo que soy. — Sonrió feliz. — ¿Pasarás todo el día en el pasillo? — Cuestionó. — Para ir a buscar una silla y ponerme cómodo. — La omega rió divertida mientras pasaba al apartamento.
— Te veo tan bien. — Susurró emocionada. — Y eso... Eso me hace tan feliz. — Sonrió tomando asiento en el sofá en donde anteriormente estaba Jimin. El rubio imitó la acción de la omega mientras bajaba un poco el volumen al televisor.
— Yo también te veo bien. — Sonrió el rubio. — Tan bien como nunca antes te había visto y eso... Eso también me hace tan feliz noona. — Susurró. — Lo hicimos. R-Realmente... — Titubeó.
