Un par de jóvenes lo consiguieron en un callejón, a simple vista parecía muerto sin embargo; el deseo de una joven omega por ayudar a un compañero de jerarquía puede más que cualquier cosa. Más tarde el sonido de ambulancias y el correteo de varios...
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Jimin intentó sentirse tranquilo pero había un algo que lo quería fuera de la casa, no tenía que pensarlo mucho para saber quién deseaba que estuviera afuera, su lobo se había manifestado varias veces en lo que iba de tarde, lo había presenciado cuando se vio en el espejo y un leve color azul se notaba en sus ojos.
Era pequeño y casi imperceptible, pero estaba ahí como si fuera un recordatorio. Y su olor, su olor estaba saliendo con tanta facilidad que los neutralizadores prácticamente estaban siendo inútiles.
— Hueles demasiado bonito. — Mencionó SeulGi mientras entraba en la habitación con una bandeja de comida. — ¿Qué te dijo la alfa bonita? — Jimin rió divertido.
— Es muy profesional y amable, pensé que me trataría de forma distante por todas las cosas que estaba diciéndole, pero ella realmente pareció comprenderme y sentí la sinceridad en sus actos. — Expresó el omega rubio mientras veía con anhelo hacia el balcón de su habitación. — ¿Puedes abrirlo? — Preguntó señalando hacia la puerta. SeulGi asintió mientras dejaba la bandeja en la cama y avanzaba hacia las puertas corredizas.
— ¿Por qué quieres que lo abra? Allá afuera hace un frío horrible y posiblemente quiera llover. — Señaló la castaña mientras observaba el nublado cielo. Jimin negó avanzando hasta el balcón, asomando su cabeza comprobó que el balcón de al lado estaba cerrado. Un suspiro tembloroso escapó de sus labios mientras una sonrisa triste se dibujaba en su rostro.
— ¿Has visto a YoonGi? — Preguntó. SeulGi negó de inmediato mientras ambos omegas entraban nuevamente a la habitación, no sin antes cerrar el balcón y correr las cortinas.
— El guapo Min no ha salido de su casa desde ayer en la noche cuando la bonita alfa se fue. — Suspiró la castaña. — Vi a JungKook... — La omega le miró dudosa y Jimin asintió. — Estaba diciéndole algo sobre que no debía de llegar a tantos extremos y luego se fue.
— Quiero ir a verlo. ¿Podemos ir? — SeulGi asintió.
— Podemos, pero después de que comas. — Le miró divertida. Jimin asintió empezando a tomar bocado de la comida frente a él.
...
YoonGi jadeó incómodo por el dolor que sentía en todo su cuerpo, indudablemente había pasado celos sin estar con nadie, su lobo nunca se había visto interesado en estar con alguien más cuando sabía que tenía a su pareja destinada en algún lugar esperando por él. Pero ahora era diferente. Quizás porque su lobo sabía de la cercanía que se encontraba con Jimin, tal vez por eso deseaba salir a buscar lo que tanto quería.
Él quería a Jimin y YoonGi estaba de acuerdo con ello, pero no así. Jamás de esa forma. El pálido quería que todo fuera diferente, no quería ser dominado por su parte animal para estar con Jimin y mucho menos presionaría al omega para que estuviera con él.
Pero mientras más lento pasaba el tiempo, más necesitaba quitarse las cadenas aislantes que no estaban sirviendo de mucho y llamar a JungKook para que colocara la clave de la puerta. Los supresores lo adormecían pero el constante recuerdo de Jimin lo hacía temblar en un delgado hilo entre la razón y el dominio de su lobo.
