XII Decisiones

4 0 0
                                    


— ¿Por qué demoraron tanto, Thedy? ―Ben se lanzó al cuello de su hermano, frunciendo sus labios en un puchero, y lo abrazó con fuerza―. ¿Estás bien, pareces cansado?

— Para nada ―Theodore, mucho más fortalecido por la conversación con Kim, aunque sintiendo que le habían drenado el corazón y el alma, lo besó en la mejilla regordeta―. O bueno, un poquito, Kim me hizo cargar peso...

— ¿Peso? ―la aludida aguantó la risa cuando Theodore mostró sus brazos flacos como si fueran de un luchador profesional.

— Sí. ¿Papá te habló alguna vez de Kimpit?

— ¿Tu orfanato? ―Theodore asintió―. Hum, lo mencionó alguna vez, pero sí he ido a Teebylandia, ¿por qué? ―Kim se sorprendió al saber aquello.

— Bueno, Kim y yo fuimos a comprar los alimentos de los pequeños de Kimpit. Y de paso, pues, algunas cositas... para celebrar a mi nuevo... rival profesional ―miró a otro lado, chasqueando la lengua, fingiendo estar incómodo―. Como si este mocoso me pudiese ganar... ―susurró a Shajak y Kim, quienes rieron.

— Pues este mocoso te va a quitar el amor de Kim cuando sea grande, ¡ya lo verás! ―la indignación del hermano mayor se acercó a lo real, cuando volteó a verlo, ofendido.

— ¿Qué dijiste, bola de cabellos?

— Jajaja, ustedes son insoportablemente arrogantes ―Shajak negó con la cabeza, mientras los otros seguían discutiendo―. Pit se quedó en Kimpit, supongo ―Theodore le lanzó una mirada cómplice a Kim, quien asintió, aguantando la risa.

— Hem, en realidad, Shaji, se fue de viaje con una morocha despampanante, a Fünfen ―y le dio un tono convincente a su mentira, logrando el efecto deseado en la rubia.

— Oh, espero que sean asuntos de trabajo ―su rostro se endureció.

Oui oui, mademoiselle, éstos asuntós ―Peter, apareció de la nada y le dio un beso, dejándola impactada.

— No, tú no debes ver a nuestros padres haciendo ese tipo de cosas para grandes ―Theodore tapó los ojos de su hermanito provocando la risa de todo el personal presente.

— Ni a tus padres ni a tu hermano, que bien que ha salido a Teeb ―Kim ya no pudo evitar reír ante la cara ofendida de Theodore―. Ven acá ―Peter recibió a Beny en brazos y le dio un beso en la mejilla―. Supongo que todo salió bien, ¿verdad, campeón?

— Sí, ¡haré del hijo de Thed y Kim en la película!

— Wau, será todo un honor trabajar con mi principito ―Kim hizo una genuflexión respetuosa.

— Oh, no hagas eso ―el pequeño se ruborizó, pero sonrió con cariño.

— Beny, esto tenemos que celebrarlo ―su hermano cruzó los brazos con seriedad―. A ver, señorito, White, ¿qué quieres comer?

— ¡PIZZA!

Peter, Theodore y Kim intercambiaron miradas nerviosas, si es que no, aterradas. A Dios gracias, Shajak estaba muy ocupada festejando la noticia junto a su hijo, como para percatarse de lo que ocurría.

— ¿Pi...pizza, Beny? ―Kim hizo un esfuerzo sobrehumano para poder hablar, porque tenía la boca muy seca.

— Sí, Kim. A mí me gustan las hawaianas, igual que a mi papá.

— Hem, Beny ―su hermano se le acercó titubeante―. Hay, hay algo que debes saber...

— ¿Qué cosa?

Drien (Novela Original)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora