prologo

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10 años atrás...

Vamos, Grace—apuró el padre de Grace desde la entrada de su ex-casa—Tenemos que estar allá antes que el camión.

Él estaba esperando a que su hija terminara de despedirse de lo que había sido su cuarto durante sus 6 años de vida.

—¡Ya voy!—gritó nuestra pequeña protagonista bajando las escaleras—Ya me despedí

—Muy bien, mamá está en el auto, vamos— le dijo su progenitor y la llevó de la mano hasta el vehículo.

Grace no quería irse, extrañaría a Cameron, quien se había convertido en su mejor amigo, pero en el fondo sabía que mudarse a una ciudad más grande haría que conociera más amigos.

Estuvieron cerca de una hora y media manejando hasta su nuevo hogar cerca del centro de Vancouver. Durante todo el camino, la niña miraba por la ventana los bellos árboles en el camino que ya tenían hojas rojas por el otoño, contaba los autos rojos y jugaba con su peluche favorito, que era un conejo llamado Pompón.

Cuando llegaron a su destino, notó que el camión de mudanzas ya estaba ahí, recordaba su padre le había dicho que tenía que llegar antes que el, pero no lo alcanzó.

—Mira, corazón, nuestro nuevo hogar—su madre, entusiasmada, le señaló la casa mientras la sacaba del auto—¿Qué te parece?

Era enorme, definitivamente más grande que la otra y tenía detalles con piedra. El patio estaba lleno de plantas, seguramente tendría mucho espacio para jugar ahí.

—Es linda—respondió jugando con Pompón.

Su mamá, Ibeth, le dio un sonoro beso en la mejilla y fue a acompañar a su esposo, quien estaba hablando con el señor de la mudanza.

Observó a su alrededor y vio a un niño saliendo de la casa d ellos vecino que se dirigía a donde estaba ella.

—¡Hola! ¿Eres la nueva vecina?—preguntó el niño con un volumen de voz bastante alto. Era bastante chillón y hablaba más fuerte de lo necesario—Soy Lucas, tu vecino.

—Si, soy yo—le dio un vistazo rápido —Me llamo Grace

Ella se percató de que el niño tenía un balde en la mano lleno de agua, esto le dio algo de miedo pero no se movió ni un milímetro.

—¿No es igual a Gracia? Tengo una tía que se llama así— el niño de ojos cafés rió.

—No es lo mismo, el mío está en inglés—informó ella —pareces una galleta con chispitas de chocolate, por tus pecas.— dijo medio burlándose.

El niño paró de reír, tomó bien su balde y le tiro el agua a encima.

Ella quedó goteando junto a su peluche Pompón, se restregó los ojos para ver mejor a su nuevo vecino que ahora se estaba burlando de ella. Sus ojos azules pasaron de tener una mirada cálida y amigable a una llena de furia

—¡Por qué hiciste eso, Lucas!—gritó y sus mejillas se humedecieron, su Pompón estaba estilando

—Así es como yo les doy la bienvenida a los vecinos—el pequeño con cabello castaño y pecas locas, continuó riendo y había algo en su risa que molestaba a Grace.

—Yo voy a ser quien ría al final—prometió la ojiazul, abrazando a su peluche como si eso la protegiera.

—Eso ya lo veremos— Lucas se fue a su casa.

—¡Mamá!—llamó, adentrándose en su nuevo hogar.

—¿Qué pasó hi...?—su mamá volteó y la recorrió de pies a cabeza, antes de poner una cara de espanto—¿Por qué estás así?

—¡Lucas me tiro su balde con agua y mojó a Pompón!— lloriqueó mostrándole el peluche a su madre.

—¿Quién es ese niño Lucas?—le preguntó su madre sacando algo de su maleta. Se veía preocupada, cuando encontró la toalla, envolvió a su hija en esta.

—¡El vecino!—reclamó seguido de un estornudo

—Voy a ir a hablar con ese tal Lucas, ahora te vas a enfermar, corazón— su madre la abrazó y se quedaron así durante un momento.

Así es, queridos lectores, esa fue la primera interacción entre nuestros protagonistas.

N/A: Hola bbys!! Les traje una nueva historia, espero que les guste!!!!

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