Oliver y Scott estuvieron obligados a explicarnos qué pasaba entre ellos, lo que nos dijeron— y por lo que pude notar, lo dijeron muy superficialmente— fue que llevaban saliendo por unas cuantas semanas y no nos lo habían dicho porque no estaban muy seguros de lo que eran, ni de lo que sentían.Pero bueno, después del shock, nos quedamos todos viendo películas de terror, y no fue un halloween tan malo.
Eso nos lleva al día de hoy, veintisiete de noviembre. Un día antes de acción de gracias
Nos encontrábamos las cuatro junto a unos casilleros, esperando a que la siguiente clase nos tocara y evitando que nos llevara la multitud de gente por el pasillo.
Todo estaba —relativamente— tranquilo. Hasta que a mi vejiga se le ocurrió la brillante idea de querer ir al baño, así que fui. Casi corriendo porque no me aguantaba.
Al salir del cubículo me encontré con una escena que ni siquiera el Dr. Strange podía haber visto en el montón de futuros que existen.
Me estaba lavando las manos y al levantar la mirada para el espejo, me encontré con Natalia, una chica que siempre se había mostrado segura, sentada sobre la tapa de un inodoro con la cara entre las manos.
No sabía qué le había pasado, pero sin duda me daba mucha curiosidad.
¿Cómo alguien que se ve tan fuerte parece estar tan derrumbada?
Bueno, eso sí lo sabía, a veces la gente finge, finge porque no les gusta que las demás personas las vean débiles, porque no les gusta que la gente les haga esas preguntas tan trilladas como "¿Estás bien?" cuando efectivamente no lo estás, que sientan pena por ellas y los apoyen con palabras de "todo estará bien" cuando piensas que nada estará bien y que todo tu mundo se derrumbó frente a ti, sin embargo, la pena no es algo que podamos evitar sentir.
Simplemente la sentimos.
Y por eso, sin siquiera importarme si a Natalia se gustaría o no, me acerqué a ella.
—¿Te puedo ayudar en algo?—atiné a preguntar, me apoyé en el marco del cubículo y ella levantó sus ojos rojos e hinchados hacía mí. Su maquillaje estaba todo corrido, parecía un rostro directamente salido de una de esas películas de terror que vimos en halloween, pero no me inmuté ni un poco.
—No necesito ayuda, no la tuya por lo menos— puso los ojos en blanco y apoyó su mentón en sus manos para apartar la mirada. Me arrodillé para encontrar sus ojos y seguir insistiendo porque esta chica gritaba por todos lados "Ayuda, no importa quién seas".
—¿Qué pasó?—ella seguía tratando de evitar mi mirada, pero yo no me detuve, quería ayudarla porque se veía muy vulnerable y sentía que en cualquier momento se iba a partir en pedazos frente a mi.
—Ya te dije que no necesito tu ayuda, me caes mal, no te soporto—me empujó para avanzar y se puso frente al espejo. Ya sabía que no era de sus personas favoritas, porque vamos, eso se notaba a millas, pero algo en mi interior quiso seguir intentando.
—Ya sé que no te caigo bien, pero eso no impide que quiera ayudarte, Natalia, puedo ver en tus ojos que quieres que alguien te escuche y yo estoy aquí para...—ella me interrumpió antes de que acabase mi monólogo e hizo que se me quitaran las ganas de seguir hablando.
—Estoy embarazada.
*******
Tuve que saltarme mi clase—la cual era importante para la universidad—porque no podía pensar, mi cerebro ya estaba ocupado por otras cosas y preferí quedarme en un rincón a esperar a que mis pensamientos se acomodaran, aunque parecía que no iba a pasar muy pronto.
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Cleaved original
Teen Fictioncleaved está acabada, así que vayan a leerla en mi perfil :) este es el borrador original de Cleaved. como me puse a editarlo, no quise que se perdiera todo mi proceso en esta historia, asi que, antes de cambiarla casi todo, quiero mantener los inic...