capítulo 17

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El sonido de mi lápiz chocando con mi cuaderno era lo único que se escuchaba en nuestra mesa.

Scott, Oliver, Lucas y yo aún no nos poníamos de acuerdo en cómo íbamos a hacer esa Maldita presentación de biología.

Scott decía que pusiéramos el fondo rojo y el título a la derecha, Oliver decía que pusiéramos el fondo amarillo y el título a la izquierda, yo decía que escogiéramos un color que nos pareciera a los cuatro y el título en la mitad, y Lucas... bueno, Lucas no opinaba, solamente respondía con un «Ajá, si» o un «eso me gusta».

Él parecía... ido, como si estuviera en otra dimensión. Ni ayer, ni hoy habíamos hablado mirándonos a los ojos, cada vez que hablábamos, él miraba a otra parte, ni siquiera habíamos hablado por Instagram. Sentía que, de la nada, se había alejado y no sabía porqué.

—Oliver, te estoy diciendo que el rojo se ve mejor—reclamo Scott.

—Y yo te estoy diciendo que el amarillo se ve mejor, punto final, Scott.—atacó Oliver.

Scott estaba a punto de responderle, pero yo ya había tenido demasiado, quería una buena nota y así no lo iba a lograr.

—¡Ay, por el cielo, Cállense!—Todos me miraron sorprendidos por mi reacción y por primera vez en todo el día, Lucas me estaba mirando a la cara—Vamos a poner el fondo blanco y vamos a dejar el título en la parte inferior izquierda.

—Pero...—comenzó Oliver.

—Shht—Lo callé—Así nunca nos íbamos a poner de acuerdo, alguien tenía que tener iniciativa y Lucas no la iba a tener. Ahora, trabajen, vamos.

Ni Scott ni Lucas dijeron algo, solamente empezaron a trabajar.

Normalmente no reacciono así, suelo tener mucha paciencia y eso lo sé porque puedo soportar a los hijos de los amigos de mis papás, esos si que son unos diablos.

*******

Iba caminando con Cleo hacia los vestidores porque ahora nos tocaba deporte.

Entramos y deje mis cosas en mi locker para empezar a cambiarme.

Cuando estaba a punto de ponerme mis zapatillas, me di cuenta que no las tenía.

¿Se acuerdan de esa vez que le cayó químico a mis zapatos y tuve que ponerme las zapatillas de deporte?

Bien, esas zapatillas se quedaron en mi casa.

Nada mejor que hacer deporte con unas vans.

Salí de los vestidores y me dirigí a la cancha de atletismo para empezar el calentamiento—Que era dar veinticinco vueltas a la cancha—y después seguir con la unidad que nos tocaba: volleyball.

Más o menos en la vuelta número cinco ya empecé a cansarme.

Como lo he dicho antes, soy mala en correr, trotar... deportes.

Cleo se veía radiante, no se veía ni un poco de sudor en su frente ¿como lo hacía?

—¿Como haces para no cansarte?—dije con la respiración entrecortada.

—Verás, cuando estaba en Liverpool, estaba en la selección femenina de fútbol. Iba a entrenar todos los días, en fin, creo que veinticinco vueltas es poco.

Jisus craist.

Wow, esto es increíble, Cleo.

—Si, también alternaba los entrenamientos con clases de canto.

La multitalento

Luego de dar varias vueltas más, los dioses de apiadaron de mi y escucharon mis plegarias.

Cleaved originalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora