Cleaved original

capítulo 19

—¿¡Cam!?

Oh, por las santas lentejas

—¡Grace, Grace, Grace!—replicó Cam muy emocionado y con un brillo en sus ojos que son similares al océano.

El nombre del sujeto que estaba frente a mi es Cameron Prescott, él tiene el cabello negro y los ojos de un color azul oscuro semejante a el océano. Lo conozco desde que tengo memoria y sentido de la razón, él era el sobrino de mi vecina y todos los sábados y domingos se iba con ella, ese era el momento en el que nos veíamos.

Ambos nos abrazamos y empezamos a saltar juntos mientras girábamos en círculo como unos niños pequeños cuando se ven en la escuela después de las vacaciones.

¿Qué?
Ya se que es algo infantil, pero ustedes no son nadie para juzgarme.

Analicé la situación.

Grace, acabas de encontrarte con tu mejor amigo de la infancia, al cual no ves hace más de 10 años.

Y entonces caí en cuenta.

—Pero ¿Qué haces aquí?—pregunté aún desconcertada por haber encontrado a mi amigo de la infancia.

—La abuela de la tía de mi primo de segundo grado murió y mis papás querían estar más cerca de la familia entonces...—

—¡Te mudaste aquí!—completé por él aún saltando por la emoción.

—¡Exacto!—asintió frenéticamente—¿No te parece que este reencuentro se vería genial con un plano medio, algunos y planos over shoulder, planos generales y una música muy alegre de fondo?

Lo miré desconcertada y la sonrisa que tenía en mi rostro ligeramente se desvaneció.

—¿Qué?—preguntó—es necesario si quiero estudiar cine.

—¿Quieres estudiar cine?—pregunté frunciendo el ceño.

—¿Acaso no se nota, pequeña ingenua?—Preguntó mientras rodaba los ojos y se cruzaba de brazos.

Sentí como la risa trepaba por las paredes de mi garganta y no podía contenerla.

Cam me llamaba así cuando éramos pequeños ya que según el era muy tonta y en lo único que pensaba era en Pompón.

No pude contener la risa y me reí en su cara.

—Oh, por las lentejas ¿aún te acuerdas de eso?—pregunté tratando de reprimir una sonrisa pero obviamente fallando ya que las comisuras de mis labios aún así se curvaron hacia arriba.

—Por supuesto, ni siquiera sabías lo que significaba ingenua y por eso me aproveché—Él también empezó a reír y su risa era completamente contagiosa.—¿todavía tienes a Pompón?—Asentí y el volvió a reír—me lo imaginaba.

—Dame tú número o Instagram o Facebook, no mejor Facebook no, ya nadie lo ocupa a no ser que tengas más de treinta años.—dije sacando mi celular.

—está bien. Anota—accedió

*******

Al día siguiente mis papás me despertaron más temprano de lo habitual y por esa razón llegué mucho más temprano de lo que suelo llegar a la escuela.

Caminé como un cuerpo sin vida —algo parecido a the walking dead— por los pasillos, tratando de buscar mi casillero y evitar chocar con ellos.

Sin que me diera cuenta, tomé el pasillo erróneo y me encontré frente a frente con la sala de química, que para mi sorpresa no estaba sola.

¿Qué?