Zee lleva años trabajando con Mew, en todos esos años fue siempre un puto y nunca lo negó, no era capaz de enamorarse de nadie y sabia bien que el culpable de eso tenía nombre. Era una tortura tener de nuevo al culpable de su corazón de piedra cerca...
Me encontraba en el departamento de Joss esperando a Saint, como no tiene muchos amigos no sé donde pueda estar, según lo que se salió antes que yo de la escuela y ya lo he llamado un montón de veces, pero su teléfono aun sigue apagado. Espere tanto que no sé en qué momento me quede dormido. Pero si se que Saint no llego, llamé a su casa y tampoco llego allá, no quise preocupar a su mamá por lo que le dije que debe haber salido a comprar.
Espere por el todo el fin de semana y no llego, tampoco se contacto conmigo. Joss me dijo que si no aparecía al colegio el lunes avisará a la policía. Por lo que decidí esperar a que llegara el día lunes.
Pues tal día llego y Saint con el, pero no estaba solo.
- Te espere todo el fin de semana – dije cuando el enano se fue.
- Zee – Saint ni siquiera me miraba – es mejor que terminemos.
- ¿qué? – no podía creer lo que escuchaban – es una broma ¿cierto?
- No – aún no es capaz de mirarme – yo te engañaba con Perth.
- De que estás hablando Saint – es una tontería lo sé – eso es imposible porque estábamos todo el tiempo juntos.
- Desde el principio Zee, yo estaba con Perth.
- Saint – tome sus manos – mírame.
- Ya te lo dije Zee – intenta levantarse, pero yo lo abrace – suéltame.
- No – trate de tomar su rostro, pero no me dejo – Saint estábamos bien y es imposible que tuvieras antes que yo algo con Perth, no recuerdas que yo te salve de él, además tu primera vez fue conmigo.
- Zee – sentía que estaba sufriendo y yo también – no te amo.
- Es mentira – mi corazón estaba mal y no podía respirar – te amo Saint y sé que tu a mí.
- ¡MALDICION ZEE! – se levanto y me empujo haciéndome caer - ¡TU NO SABES NADA DE MI!, ¡SOLO TE UTILICE POR TU DINERO!.
- No te creo –trate de acercarme, pero Saint me dio una mirada fría – Saint.
- No te quiero cerca nunca más Zee, se acabo el juego.
- No te creo – mis lagrimas comenzaron a salir – Saint dime que es mentira.
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- No Zee es la realidad es la clase de persona que soy.
- Saint...
- Zee vete aquí – dice sin ningún sentimiento, no logro reconocerlo.
- Yo... – me puse de rodillas, ya no importaba nada – te amo... no nos hagas esto.
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- Zee – miro hacia la puerta – van a llegar más alumnos luego, será mejor que te vayas y dejes de perder mi tiempo.
- Saint...
- ¡VETE! – grito rompiendo mi corazón más de lo que pensé.
Salí de allí mirando a Saint, el cual ni se inmuto. Me fui directo a la salida, tome mi auto y conduje hasta mi casa, me encerré en mi habitación y llore. Nunca en mi vida había llorado tanto, sentía que se me partía el alma, lloré tanto que se me hizo de noche sin darme cuenta. No podía entender cómo es que cambio todo de un día para otro. No entendía lo que Saint trato de decirme, él nunca se vio una persona cruel, pero su mirada era de rencor. Seguí llorando hasta la mañana siguiente y falte a la escuela por tres días.
[Saint años atrás]
- Esta echo – dijo Saint una vez Zee se fue del salón.
- No te preocupes se le pasara con el tiempo, aun somos niños.
- Eres... - Perth intento tocarme – no te acerques.
- Vamos Saint aunque no se vea, sabes que las marcas de mi aun están ahí.
- Te odio – mis lágrimas salieron y me derrumbe en el piso – de verdad te odio.
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- A mí en cambio me encantas Saint – se gano junto a mi – yo curare tus heridas Saint, no te preocupes.
- Perth... podré haber dejado a Zee, pero jamás mi corazón será tuyo.
- Ya lo veremos, mientras eres mi puta y que eso no se te olvide.
[Narrador tiempo presente]
Zee y Saint estaban cada uno en su departamento.
- Ahora lo recuerdo – decía Zee mirando por la ventana – fue en ese momento que todo se derrumbo.
- Te ame mucho Zee – Saint estaba mirando por la ventana igualmente – algún día te recuperare.
Saint aun estaba en sus pensamientos, cuando sonó el teléfono.
- Necesito que vengas mañana a verme – dice una voz al otro lado.
- ¿algún día dejaras de manipularme? – dice Saint.
- Nunca – dicen al teléfono – se te olvida que eres mi puta.
- Te odio Perth.
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No se olviden de escuchar la canción y leer la letra, llore mucho escribiendo el capitulo.
