Prohibido amar | OffGun | ✔️

Capítulo 25

Esa noche le expliqué a Jennie lo que había hecho, por lo que ella se enojó bastante.

—Gun, por Dios, ¿Cómo se te ocurre volver acercarte a Mike? —Lo miro perpleja mientras se levantaba de la cama y él la observaba aún sentado —Ese hombre es un maldito.

—Jennie, entiende, necesito sus contactos —soltó un suspiro y asintió —Entiendo tu preocupación, pero lo tengo controlado. No puede hacerme nada.

—Pero...

—Jennie, ya. Lo hice, no pasó nada.

Ella siguió molesta, pero después de asimilarlo por largo tiempo, termino rindiéndose.

—Ahora que lo pienso, siempre termino preocupándome por ti, pero de igual forma haces lo que quieras. Solo provocas arrugas prematuras.

—Lo siento —sonrió.

—¿Entonces? ¿Tienes ese vídeo?

—No —negó —Así que debo de obtenerlo.

—¿Cómo? Dudo que Off te lo de, creo que en realidad se enojaría cuando se entere de lo que hiciste.

—Entonces él no va a enterarse, al menos no aún. Obtendré ese vídeo sin que él se dé cuenta. ¿Cómo? Eso debo averiguarlo.

*

Al día siguiente en la noche mientras hablaba con Off intenté obtener la información.

—¿Off, has vuelto a saber algo de Mike?

—No, desde que dejo la oficina no ha causado más problemas. ¿Por qué? ¿Supiste algo? —Preguntó rápidamente en alerta.

—No relájate —reí levemente —Solo que hoy en la tarde mientras pintaba, vino a mi mente la noche que... sucedió ese evento tan horrible. El vídeo que tienes, ¿dónde está? Está seguro, ¿verdad?

—Está seguro, no te preocupes.

—¿Solo tú puedes verlo?

—Sí, ¿Por qué tienes curiosidad de repente? —murmuró.

—Por nada, es solo como... yo salgo en el... no quiero que cualquiera lo mire.

—No te preocupes, no está en ninguna red. Está en una USB bajo mi poder.

—¿En la oficina?

—Sí.

Solté un suspiro

—Bien, si confías que ahí está seguro... está bien.

—¿Quieres... quieres tenerlo tú?

—¿Crees que estaría bien conmigo? —Mi yo interior estaba eufórico porque el plan estaba yendo mejor de lo planeado.

—Gun, esto es sobre ti. Si quieres tenerlo, lo tendrás —murmuró.

Sonreí mientras una lágrima corría por mi mejilla, porque él lo hacía para mantener nuestra confianza estable, lo cual me hacía sentir por completo culpable.

—Yo... sí, quiero tenerlo.

—Bien, lo llevaré conmigo cuando te vea.

Volví a cambiar de tema hablándole de los nuevos cuadros que había estado pintando. Nunca había pintado personas antes, pero me esforcé practicando mientras miraba vídeos y finalmente había empezado una pintura de Off.

Nos mantuvimos en contacto todos los días mientras llegaba el jueves en la noche, esta vez no tuve la paciencia para esperarlo en nuestra habitación, por lo que me quede en la estancia leyendo un libro y cuando entro por la puerta, pasaban de las 10:00 p.m. era bastante tarde, pero lo recibí como si fuesen las 3 de la tarde.