Prohibido amar | OffGun | ✔️

Capítulo 13

Pasó mucho tiempo antes de que mis lágrimas se detuvieran. No quería salirme de su abrazo, pero me alejé, bueno, intenté hacerlo, pero él me lo impidió.

—Déjame ir, por favor.

—No, no quiero soltarte —Guardo silencio —No eres mi puta, nunca lo has sido y no quiero que lo seas. Lo siento por tratarte de esa... manera.

Mi pecho brincó y se sintió bien escucharlo, pero había algo más, mi conciencia, esa que no me permitía fundirme en lo que decía.

—Yo... yo empecé esto, no debes disculparte.

Entonces se alejó y miré su rostro manchado por las lágrimas ahora inexistentes.

—No me obligaste a hacerlo, yo tomé mi decisión y fui un... bruto.

Intenté formar una sonrisa

—Ya estoy bien.

No, no lo estaba, pero necesitaba irme de aquí.

—Quiero que me asegures que estamos bien.

Quité sus brazos y lo alejé.

—Estamos bien.

Frunció el ceño y negó.

—No es verdad, puedo... puedo ver tu dolor.

—Basta Off, es solo que... fue mucho para estos días.

Se puso de pie cuando me miró empezar a vestirme.

—¿No puedes quedarte más tiempo? Apenas son las 3 de la tarde.

—Necesito... necesito... —Busque una excusa factible, pero nada venía a mi mente —Jennie me necesita —Sentí sus manos en mi cintura y se pegó contra mi espalda desnuda, por primera vez note lo húmedo de su ropa.

—Gun... yo... ¿Qué necesitas qué haga para qué te quedes? —susurró en mi oído.

—No tienes que hacer nada.

Sus manos se volvieron de acero cuando intenté alejarme.

—Necesito ponerme la playera —murmuré.

Soltó un suspiro derrotado y se alejó.
Me vestí lentamente y me giré para encontrarlo sentado mirando sus manos.

—¿Cómo abriste la puerta? —me atreví a preguntar.

—Llamé para que me trajeran una llave —Murmuró y después me miró. Sus ojos reflejaban su tristeza y dolió mucho más que el dolor de mi miedo.

Caminé hacía él y me subí en su regazo con mis piernas a los lados. Me miró buscando algo, pero no se lo pude dar, por lo que escondí mi rostro en su cuello y lo abracé fuertemente.

Te quiero, te quiero tanto, Off.

—¿Seguro que debes irte? —susurró.

—Puedo... puedo quedarme un rato más, pero...

—Pero, ¿qué? —Se alejó de mí y miró atentamente mi rostro.

—No quiero... sexo —trague duro —Yo... ahorita ya no quiero tener sexo.

Me miró varios segundos y finalmente asintió.

—No te pido sexo, yo... sé que no podrías, creo que yo tampoco —Cerró los ojos levemente como si su pensamiento fuese demasiado doloroso —Simplemente te quiero cerca. No quiero que nos separemos así, yo...

—Está bien, Off —Puse mi mano en su mejilla y la bese lentamente —Me quedaré.

Suspiró aliviado y sonrió. Me llevo en sus brazos al sillón y después fue por unas mantas.