Prohibido amar | OffGun | ✔️

Capítulo 14

—Off... yo...

—Está bien, no tienes por qué decir algo, solo no quiero... dejarte —Me abrazó más fuerte —No quiero y no puedo.

—Te quiero —susurré contra su pecho, así que se alejó al escucharme.

—¿Qué acabas de decir?

—Que también te quiero.

Una lenta sonrisa apareció en sus labios y me gustó, me gustó hacerlo sonreír.

Su boca se estrelló con la mía y me entregué a él, no solo en cuerpo, sino también en alma. Me sentía bien, después de varias semanas grises, al fin podía ver el color.

—Me haces tan feliz —Besó mi mejilla y me reí.

A mi mente vino el recordatorio de que allí afuera había una mujer llamada Mook y aunque Off me quería, tal vez también la quería a ella. Tal vez él era como Mike, alguien que no quería soltar a ambas personas.

Mi pecho dolió, porque, ¿Cuál otro motivo podría haber para que no la haya dejado aun? ¿Por qué la engañaba y seguía casado?

Cerré los ojos fuertemente mientras sentía sus besos en todo mi rostro e intenté concentrarme en el presente, en él y el ahora.

Besó mi cuello y sus manos viajaron al interior de mi playera. El deseo seguía ahí, por lo que, busqué sus labios y lo besé exigente. Quería de una manera desesperada que me hiciera suyo. Quería que me demostrara de alguna manera lo que sentía por mí.

—Hazme el amor —murmure cerca de sus labios. Sus ojos buscaron los míos buscando una emoción y se la di. Le demostré lo vulnerable que era cuando él estaba cerca —Quiero sentirte. Por favor.

—No tienes que suplicar por algo que también necesito darte —Besó mis labios lentamente, se inclinó y sentí sus brazos rodear mis piernas. Me llevo hasta los pies de la cama, donde me puso de pie y lentamente retiro mi ropa mojada. Besó cada parte de mi cuerpo que iba quedando al descubierto y una emoción hermosa creció en mi pecho, algo lo hacía sentirse lleno y me aferre, me aferre a sentirme pleno.

Quite su playera lentamente mientras él me observaba con su respiración errante cerca de mi frente.

—¿Estoy soñando? —murmuro y quise llorar por su pregunta, porque era simplemente hermosa.

—No, Off, no estas soñando. Estoy aquí —Desabroche sus pantalones y los baje lentamente, después volví para buscar su rostro —estamos aquí, los dos. Siempre hemos sido solo tú y yo en esta habitación.

—Y en el yate —sonrió.

—Y el yate —asentí sonriente.

Volvió a besarme y esta vez no se detuvo. Me recostó en la amplia cama de sábanas blancas y después se unió a mí. Sonrió en todo momento mientras besaba mi cuerpo, sentí mi erección crecer y la necesidad de tenerlo dentro creció cada vez más, por lo que, cuando estaba por pedirle que se apresurara se enderezo, tomo el tubo de lubricante y empezó a untarlo en mí, entonces me miró.

—Quiero venerar tu cuerpo ahora que mis sentimientos han sido expuestos —se acercó a mi cuello mientras tomaba mi pierna derecha y la inclinaba hacia arriba.

—Quiero compensar el mal sabor de boca que te hice pasar la última vez que estuvimos juntos —susurró a centímetros de mi oído mientras la punta de su erección tocaba mi entrada haciéndome jadear ansioso.

—Quiero hacerte sentir tan bien y disfrutar el proceso junto contigo —La combinación de su voz sensual con su penetración era simplemente abrumadora