Alguna vez...
¿Has volado como las aves?.
—estuve en este mismo hospital muchas veces —escuchó la voz de Marinette, mientras sentía cada paso más pesado que el anterior, recordando las tartaletas que le había regalado a un niño después de recibir la noticia, maldiciedo la historia que cubría las paredes blancas.
—ya somos dos —murmuró, tomando asiento lo más alejado posible, mientras miraba las medidas de seguridad que aguardaban en las paredes.
—igual que dos personas más, no estoy hablando de ti, en este hospital hable con el loco, había entrado a ver a... Mi bebé —su voz se cortó —la sostuvo entre sus brazos y se puso a llorar, yo miré como arrullaba a mi hija, tuve que encontrar la paciencia para no levantarme de la cama y enterrar mis manos en su cuello, se sento cerca de mi, me contó su historia, en ese momento solo sentí odio y escupí su cara, se marchó después de dejarme a mi bebé en mis brazos, no podía entender sus razones, hasta que también perdí una paloma blanca, comprendí que una persona podía volverse el loco más grande por amor cuando comprendías la soledad, la pérdida, la decepción y te hundes en el piso, pude haberme levantado y crearme otra vida, pero después de quedarme sola no veía como hacerlo —respiro —la muerte parecía una solución sencilla, creo que de haberme matado en ese momento nos evitaríamos estar en este hospital, tal vez ambos disfrutaríamos en alguna playa para divertirnos, con mi vestido blanco y pronunciando tu nombre hasta quedarme sin voz.
—es un plan excelente que creo haberlo visto —musitó tan bajo que su voz se perdía con las respiraciones ajenas.
—pero miranos aquí, yo dejando una manta de bebé a alguien que no va a vivir para disfrutarla y tu en un hospital, en el cual espero encuentres la respuesta a lo que no te puedo decir, he decidido investigar sobre algo que cometí sin pensarlo dos veces, a todos les he dado una explicación errónea ¿Has oído hablar de las llamas gemelas? —Adrien escucho con claridad la máquina de coser —nos han metido la idea de que solo tenemos un alma gemela, cuando en realidad podemos tener muchas, así que el universo pide en realidad a tu llama gemela, el pago por pedir más de lo que tienes y aceptaste en esta vida —trató de explicar —leí en Internet y digo textualmente "Cuando encuentras tu llama gemela la densidad de tu energía se hace más liviana y sientes que te inundas en una luz cálida, mientras otra alma se sumerge en las profundidades de la tuya, pero esta intromisión, lejos de desagradarte, te tiene fascinado", a eso se referían con un alma como la tuya. Y lo mejor es que hay pasos antes y durante el conocimiento de tu llama gemela, es increíble como todo lo que vives te lleva a un lugar y específico en el momento correcto, si yo hubiera entrado 5 minutos después quizás nuestra historia no hubiera comenzado, si yo nos hubiera colgado todo hubiera sido tan diferente.
—quizás no te hubiera dado ese paraguas....
—quizás yo me hubiera enamorado primero de Chat en cuanto nos encontramos y tu de Marinette, después ambos nos enamoramos profundamente de una parte del otros, nos separamos, nos perseguimos, nos rendimos y por fin nos aceptamos —dio un respiro —pero todo pareciera a que... Esas veces eran juegos de niños, porque de alguna forma esto se siente que es lo real, lo mejor de toda esta historia es que eres mi llama gemela.
—me alegra ser tu llama gemela Marinette —sonrió.
—quizás en algún monneto volvamos, no descartare nunca la idea, ahora ¿Nos vemos en la Torre Eiffel antes de que las palomas la tomen como suya? —Adrien soltó una suave carcajada, para reincorporarse y alejarse lo antes posible de aquel lugar lleno de recuerdos de Chloé, Chloé llorando ante el rechazo, su madre consolando a alguien en una habitación, André invitándoles a ambos una paleta, Gabriel rogándole a Emilie regresar a casa, los medios aglomerados en la puerta.
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Alguna vez... [Terminada]
FanfictionAlguna vez... ¿Has pensado en el futuro? . Adrien solía tener una luz, una razón para vivir, alguien que le daba los ánimos de continuar. Alya una fiel compañera, con la cual podía compartir hasta la cosa más estúpida que se le ocurriera. Nino un a...