𝑹𝒆𝒃𝒐𝒐𝒕; Percy Jackson ✔️ [#2]

𝘈𝘷𝘦𝘤𝘦𝘴 𝘤𝘳𝘦𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘰𝘴 𝘨𝘶𝘴𝘵𝘢 𝘱𝘦𝘭𝘦𝘢𝘳

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Hot N Cold / Katy Perry

Después del desayuno, Percy y yo bajamos a inspeccionar las cabañas.
Me tocaba hacer la puta inspección ese día. Y la magnífica tarea matinal de Percy consistía en clasificar informes para Quirón. Pero como los dos aborrecíamos nuestros respectivos trabajos (por no decir que era un dolor de huevos) , decidimos hacerlos juntos para que no resultaran tan insoportables.

Empezamos por la cabaña de Poseidón, que ocupaba sólo Percy. Había hecho la cama esa mañana (bueno, si se le puede llamar así a solo poner la sabana y una almohada que casi se estaba cayendo) y había colocado bien el cuerno de minotauro de la pared, así que el muy generoso de su parte, se había puesto cuatro sobre cinco.

— No mames, Percy, estos pantalones ya se paran solos —dije entre risas, mientras recogía con la punta de mi lápiz unos pantalones sucios.

Me los arrebato de un tirón.

—Eh, dame un respiro — Me dijo Percy — Este verano no cuento con Tyson para que ponga orden y arregle mis estropicios.

Yo lo mire mal.

— Tyson no es tu chacha ni menos tu niñera, es tu hermano— Le recrimine, señale un montón de ropa que estaba tirada en la esquina — Tienes cinco minutos para recojer tu cabaña o te pondre dos estrellas.

Él alzó los brazos indiferente.

— ¿Me estás retando? — Pregunté.

— Tal vez.

— Ahora por eso te voy a poner una perra estrella, por flojo— Conteste a punto de escribirlo.

No tuve ni que continuar por que de inmediato tomó toda su ropa y basura y empezó a escombrar su cuarto en chinga. Yo sonreí satisfecha.

—Tres sobre cinco —Sentencie anotando en la tablita.

Percy echaba una ojeada al montón de informes de Quirón mientras caminábamos. Había mensajes de semidioses, de sátiros y espíritus de la naturaleza procedentes de todo el país, que informaban sobre los últimos movimientos de los monstruos. Eran bastante deprimentes, y a mi cerebro aquejado de THDA no le gusta concentrarse en las cosas deprimentes.

Había batallas menores por todas partes. El reclutamiento de efectivos para el campamento se había reducido a cero. A los sátiros les costaba muchísimo localizar a nuevos semidioses y traerlos a la colina Mestiza, debido a la cantidad de monstruos que pululaban por el país. De nuestra amiga Thalia, que dirigía a las cazadoras de Artemisa, no nos llegaban noticias desde hacía meses, y si Artemisa sabía lo que les había ocurrido, no parecía dispuesta a contárselo a nadie.