𝑹𝒆𝒃𝒐𝒐𝒕; Percy Jackson ✔️ [#2]

𝘜𝘯 𝘷𝘪𝘦𝘫𝘰 𝘢𝘮𝘪𝘨𝘰 𝘯𝘰𝘴 𝘷𝘪𝘴𝘪𝘵𝘢

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Everything I  wanted

La Señorita O'Leary era la única que parecía contenta con la ciudad dormida.

La encontramos poniéndose morada en un carrito de perritos calientes volcado. El dueño se había hecho un ovillo en el suelo y roncaba con el pulgar en la boca.

Argos nos esperaba con sus cien ojos abiertos como platos. No dijo nada. Nunca dice una palabra. Supongo que será porque tiene un ojo en la lengua, según dicen. Pero su expresión dejaba claro que estaba flipando.

Le expliqué lo que habíamos descubierto en el Olimpo, y que los dioses no pensaban acudir a salvar la ciudad. Argos, disgustado, puso los ojos en blanco, lo cual resultaba bastante psicodélico porque hacía que todo su cuerpo se retorciese.

—Será mejor que vuelvas al campamento —le dijo Percy—. Defiéndelo lo mejor que puedas.

Nos señaló y alzó las cejas con expresión inquisitiva.

— Nosotros nos quedamos —dije.

Argos asintió, como si la respuesta le pareciera satisfactoria. Entonces me miró y trazó un círculo en el aire con el dedo.

—Sí —dije —. Ya va siendo hora.

—¿De qué? —pregunto.

Yo le sonreí — Ya veras, pescadito.

— Solo puedo imaginarme cosas geniales viendo de ti — Yo reí.

Argos revolvió en la trasera de su furgoneta, sacó un escudo de bronce que me entregó. Parecía normal y corriente: el mismo tipo de escudo redondo que utilizábamos para capturar la bandera. Pero en cuanto lo deposite en el suelo, su bruñida superficie metálica dejó de reflejar el cielo y los edificios circundantes y mostró la estatua de la Libertad... que no estaba cerca ni mucho menos.

—¡Vaya! —exclamó Percy flipando, yo reí nuevamente —. Un vídeo-escudo.

—Una de las ideas de Dédalo — le dije—. Conseguí que Charlie me ayudara a hacerlo, antes de.... Bueno, todo — Mi sonrisa se esfumó y como un reflejo mis ojos fueron a mi mejor amiga que ayudaba a mi Hermana y a Brigid en quien sabe que  —. Hum, en fin, el escudo desvía los rayos de sol o de luna procedentes de cualquier parte del mundo para crear un reflejo — Sonreí orgullosa al saber que había participado en aquella construcción — Puedes ver literalmente cualquier objetivo que se encuentre bajo el cielo, siempre, eso sí, que lo toque la luz natural. Mira.

Nos agolpamos alrededor mientras yo me concentraba. La imagen se movía y giraba muy deprisa al principio, y casi me daba vueltas la cabeza al mirarla pero por suerte de fue. Primero mostró el zoo de Central Park, luego descendí por la calle Sesenta Este, pase por Bloomingdale's y doblé en la Tercera Avenida.