Discusión.

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Gabriela

- Gabriela, venga despierta - oí una ligera voz a lo lejos pero mi cuerpo pedía dormir - Gabriela, no te lo voy a volver a repetir - sentí que me movían desesperadamente.

- Ayyyyyy, déjenme dormir, tengo sueño - me revolví en la cama cuando sentí que me cogían como un saco de papas.

- Venga a la ducha, no querrás llegar tarde tú primer día de trabajo - vi a Jacob perfectamente aseado y perfumado, este hombre no tenía sueño nunca ¿o qué?.

Me metí en la ducha y luego de media hora ya estaba vestida y aseada. Bajé al comedor, al ser tan temprano teníamos la mesa vacía para los dos.

Miré mi plato ya servido, el de Jacob eran huevos revueltos con pan tostado integral untado en tomate con orégano y fruta picada, mientras que lo mío era simple, leche y cereales.

- ¿Qué miras? - me pilló mirando. Aparté la mirada rápidamente y negué con la cabeza - Gabriela, no quiero líos raros, ni que te alegres por cosas que no son - le miré.

- ¿ A que te refieres con "líos raros" ? - llevé la cuchara a mi boca.

- No quiero que te lo tomes como una oportunidad para escapar, ya sabes que tendré a algunos de mis hombres vigilándote - me miró serio, analizando mi reacción.

- Ya lo sé Jacob - rodé los ojos.

Luego de terminar de desayunar y de lavarnos los dientes, me llevó a mi primer trabajo en toda mi vida.

El lugar estaba en la ciudad, en una calle muy transitada. El exterior era de color blanco con toques azules y había un cartel que ponía: Max Coffee. Jacob me agarró la mano y me llevó adentro. Todo el lugar era azul, de diferentes tonos y había muchas mesas de color blanco, se notaba la limpieza del lugar.

- Alpha, que gusto verlo - un señor de mediana edad se inclinó hacia Jacob - Luna - me miró y me hizo la misma reverencia, me sentí totalmente incómoda - supongo que la traerás por su trabajo, bien Alpha sus deseos son órdenes para mí, venga por aquí por favor- me pidió...- por cierto soy Max, el dueño de este acogedor lugar -.

Antes de dar un paso, Jacob me paró en seco, me cogió la barbilla y me atrajo hacia él posesivamente .

- Recuerda lo que dije principessa, nos vemos en la casa, ten cuidado y suerte en tu primer día de trabajo - me dio un beso corto y se fue sin despedirse de Max quien me esperaba pacientemente.

Me puse mi uniforme paran cuando la gente empezaba a entrar, mi compañera de trabajo se llamaba Gloria, era la mate de Max, una chica muy bonita y simpática.

A lo largo del día lo que hice fue aprender a preparar todo tipo de cafés en la máquina, a servir correctamente y a como dejar bien limpio el lugar. Así se me pasó el turno rápido y cuando me di cuenta ya estaba esperando a Sam por fuera de la cafetería, a decir verdad estaba muy agotada.

En el camino aproveché para echarme una siesta debido a mi agotamiento.

- Luna, ya llegamos - sentí que Sam me llamaba.

Abrí los ojos acostumbrándome a la luz cegadora de mediodía. Mi estómago rugía por algo de comida asi que entré como alma que lleva el diablo, no sin antes despedirme del amable chofer.

En el comedor ya se encontraban los platos servidos, sin embargo no había nadie sentado. Se oyeron algunos gritos en la parte de arriba así que subí de curiosa.

Los gritos provenían de la habitación de Erick y Coral, estaban teniendo una fuerte discusión, me fui acercando un poco más para poder oír de que se trataba.

- Entonces ¿es cierto eso que me dijeron verdad?, tu estuviste con ese desgraciado - gritó Erick.

- Por dios Erick deja ya los celos, eso fue hace tiempo, ¿por qué no puedes entenderlo? - gritó esta vez Coral.

- Coral, dime que hiciste con él, ¿acaso me engañaste cuando lo viste? Respóndeme por dios - se escuchó un fuerte golpe en la madera.

En ese momento Coral empezó a llorar desconsoladamente, su llanto se podía escuchar desde aquí.

- ¿Que haces Gabriela? - me sobresalté en mi lugar, estaba tan atenta a la discusión que no había escuchado a Jacob llegar.

Me volteé hacia él. Estaba tan impecable como esta mañana. Me miraba con el ceño fruncido.

- Emmm, yo...estaba subiendo para llegar a la habitación - dije intentando parecer segura.

- No me mientas Gabriela - dijo autoritario como siempre.

- ¿Estabas escuchando? ¿No recuerdas lo que pasó la última vez que te pusiste de metiche? - se cruzó los brazos.

Yo los puse en jarra, me estaba enfadando.

- Lo que haga no es problema tuyo Jacob - y con esto me giré y me dirigí a mi habitación.

No llegué muy lejos ya que Jacob me agarró fuertemente del brazo.

- Ay déjame - me quejé.

Me llevó a su habitación. Cuando logré mirarlo a los ojos, los tenía dorados.

Me empujó a la cama, se quitó la chaqueta y se puso encima de mí.

- Se está acercando la época de celo Gabriela...- me susurró en el oído mientras me acariciaba el cuerpo.

- Pues espero que lo disfrutes con Betty -espeté, me miró incrédulo y aproveché su descuido para soltarme de su agarre e irme hacia mi habitación.

Estúpida HumanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora