HISTORIA INSPIRADA EN ZOMBIES 2
En un mundo en el que los humanos conviven con criaturas extrañas, humanos fusionados siglos atrás con animales, la mayoría no representan amenaza alguna, pero a los humanos, quienes recientemente aprenden a convivir...
Cuando me desperté al principio me extrañé al ver que no era mi habitación, pero luego imágenes de lo ocurrido llegaron a mi mente, haciendo que la sangre se acumulara en mis mejillas poniéndome roja nivel Dios. Cuando quise levantarme las piernas me fallaron haciendo que me cayese, o al menos eso habría ocurrido de no haber sido por unos brazos que sujetaron su cintura antes de caer.
- Cuidado fiera- Dijo Wyatt- Eso te dolerá durante unas horas así que cálmate- Dijo con una sonrisa en la cara.
- Fuiste muy bruto- Me quejé.
- Tú misma fue la que me lo pidió, además, yo no era el que pedía más y más- Aquello hizo que me sonrojara aún más.
- Estaba en celo, no fue mi culpa, ¿No fuiste tú quien me dijo que jamás se aprovecharía de la situación?- Protesté.
- No quería hacerlo- Reprochó- Pero lo primero tu me pusiste en celo- Dijo.
- ¿Y lo segundo?- Pregunté.
Wyatt se acercó de una forma peligrosa hacia mí- Que amo que grites mi nombre en el éxtasis- Susurró a mi oído de forma seductora, haciendo que me estremeciera.
- Eres lo peor- Dije riendo.
- Pero me amas- Se defendió.
- Anda ayúdame a levantarme, prometí a Addison que le ayudaría a supervisar la decoración del baile, como Bucky es el presidente estudiantil la ha puesto a ella como supervisora del baile.
- Los humanos sois raros- Se quejó.
- Por suerte o por desgracia ya no soy humana- Dije.
- Y eso me encanta- Dijo dándome un beso, cuando se separó pude ver los arañazos en su pecho.
- Definitivamente tengo que cortarme las garras- Ambos reímos por mi comentario, estuvimos así un rato, mirándonos a los ojos como si ninguno pudiese apartar la mirada, pero después de un rato pude volver a mis sentidos.
- Wyatt, tengo que irme- Le dije en susurro.
- Pero no quiero que te vallas- Dijo pegándome hacia él.
- Wy... Wyatt por favor, otra vez no, ya me duele mucho el cuerpo- Debo recalcar que seguíamos desnudos y el que me pegara a él... bueno, ya saben.
- Está bien- Dijo dándome un tierno beso en la mejilla- Ponte mi camisa, los lobos deben estar comiendo y tu alcoba no queda lejos- Aquello me tranquilizó bastate.
Cuando salí de su alcoba comprobé que efectivamente lo que me había dicho era verdad, por suerte ningún lobo me vió.
Cuando llegué me puse algo cómodo, todavía quedaban seis horas para el baile.
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- Hola Addi- Saludé cuando llegué- Esto está chulísimo- Dije al ver el lugar.
