Zurena: La Caravana

Había sido largo, por ser perfecto

Cuando amaneció la morena despertó y ahí estaba, la rubia, con su cabeza apoyada sobre su pecho, la movió con cuidado y se levantó. Fue directo a la cocina para tomar un vaso de agua y cuando estaba abriendo la heladera se le cayó una botella en el pie, soltó un quejido pero se tapó la boca para no despertar a la rubia. Dejó la botella en su lugar, se sirvió el vaso de agua y se quedó mirando al exterior por una ventana que estaba entre los cajones y las encimeras. 

M: -¿Qué te pasó? -Le preguntó la rubia al mismo tiempo que la abrazaba por atrás y apoyaba su cabeza en la espalda de Zulema.

Z: -Con que al fin te despertaste rubia. Nada, se me cayó una botella en el pie.

Macarena la abrazó más fuerte y le dijo: 

M: -Vamos a sentarnos

Zulema quedó un poco extrañada por la propuesta pero le hizo caso y se sentó con ella en la cama. Entonces Macarena le agarró el pie en el que se le había caído la botella que aún estaba muy colorado y aprovechando que estaba descalza le dio un beso. La morena se sonrojó y se le quedó mirando, había sido muy tierna. Nunca nadie había sido así de tierno con ella, entonces la abrazó por la espalda, le corrió el pelo con las manos y le empezó a besar el cuello

M: -Son las 9 de la mañana, es temprano -Le dijo Maca a la vez que le apartaba el cuello. Pero Zulema no le hizo caso y la siguió besando

Z: -Pero ¿De qué hablas rubia? Si nosotras lo hacemos hasta en la ducha

Entonces Macarena se dio vuelta, la agarró de la cara y la empezó a besar. Maca estaba encima de Zulema besándola sin parar, y, la morena, al ver que iba a perder el control, la dio vuelta, se le puso arriba y a la vez que la besaba le levantaba la camiseta. Después empezó a tocarle los pechos y fue delizando una de sus manos por su abdomen hasta llegar a su intimidad. La empezó a acariciar y Maca emitía pequeños gemidos que quedaban ahogados en los besos. Entonces Zulema, esta vez sin avisar, le metió dos dedos. La rubia gimió fuertemente mientras la morena la besaba, separaron un segundo sus labios para respirar y Zule le introdujo el tercer dedo y Macarena gimió fuertemente a la vez que cerró sus ojos. 

Z: -No, mírame, no cierres los ojos

Maca con los ojos entrecerrados, las mejillas rojas, la boca abierta y jadeando sin parar la miraba a Zulema. Ella se detuvo, se quedó petrificada viendo a la rubia así.

M: -No te detengas- Le dijo a la vez que le presionaba la mano para que siguiera 

Entonces la morena empezó a tocarla otra vez y más rápidamente haciendo que la rubia empezara a gemir como loca pero sin dejar de mirarla como antes le había pedido. Maca ya estaba más agitada, se estaba por venir, entonces Zule la besó a la vez que aumentó la velocidad con la que la tocaba. Finalmente Macarena se vino, gimió fuertemente, gemido que quedó ahogado en los besos y cerró los ojos. 

Zulema retiro su mano empapada de las bragas de Maca y se la mostró, dejándole ver como la había dejado, entonces la rubia se río, introdujo sus manos en el cabello de la pelinegra y la beso con todas las fuerzas que tenía en ese momento, porque la había dejado muy agotada.

Ambas se levantaron de la cama y se fueron a duchar, sí, juntas, aunque no pasó nada de lo que piensan. Sólo se besaron y se bañaron. Luego de que salieron del baño empezaron a cocinar algo juntas, bueno, más bien fue una clase de cocina para Zulema, Maca le estaba enseñando a cocinar más cosas, se le ponía atrás y la guiaba, por momentos la apretaba contra la encimera y le lamía el cuello, pero hasta ahí llegaban, luego se sentaron a comer y cuando terminaron Zulema lavó los platos y Maca los secó y los guardó. Entonces la morena la vio a la rubia cuando se agachó para guardar los trastos y se mordió el labio inferior. Cuando se levantó y se dio vuelta la vio a Zule mirándola. Decidió torturarla un poco, y se apoyó en la encimera como mirando hacia afuera para la ventana, pero en realidad solo se le estaba acercando a la morena para provocarla.