M: -Despierta, vamos, ya son las once, no puedes dormir tanto, pareces un oso
Z: -¿Qué oso ni oso? Soy un escorpión
M: -Jaja, vamos a desayunar
Z: -Déjame dormir un poco más
M: -¡Zulema, no!- Macarena empezó a quitarle las cobijas, y abrir la ventana para que pasa algo de luz natural
Z: -Ashh, que me quema
M: -¿Desde cuándo eres un vampiro?- Dijo mientras acomodaba la ventana
Z: -Desde siempre- No sabía ni en qué momento pasó, ni cómo hizo para levantarse tan rápido, pero ahora Macarena estaba apoyada contra la pared mientras detrás suyo tenía a la morena mordiéndole suavemente el cuello.
M: -Para algo preparé el desayuno, además nos están esperando Saray, su mujer y su hija
Z: -Hmmm. bueno -Susurró Zulema en su cuello para luego morderlo más fuerte
M: -Ahh- Macarena no pudo evitar soltar un gemido luego de eso
La morena se alejó de ella, y la rubia se había quedado algo débil apoyada contra la pared luego de eso. Zulema se volteó a verla una vez que ya estaba en la puerta y le preguntó
Z: -Vienes
M: -Arpía- Le dijo mientras se acercaba a ella
Z: -Sí, siempre
Cuando llegaron al comedor hicieron como que no había pasado nada y se sentaron a desayunar
S: -Eh, tía, ¿Qué le hiciste a la paya que gimió así?
Macarena se atoró con la tostada que estaba comiendo. Zulema la miró y le dio unos golpecitos en la espalda
Z: -Eh, ¿Estás bien?
M: -Ajj- Macarena tosió un par de veces y luego continuó -¿Se... Se oyó?- Dijo con la voz ronca
S: -Pos sí
M: -Perdonen
E: -No pasa nada tía, mis mamás también hacen mucho ruido- Estrella dijo eso y se callaron todas. Así se quedaron, un rato calladas, era una situación bastante incómoda. Terminaron de comer y levantaron las cosas de la mesa para lavarlas. Saray, su mujer y su hija fueron al hospital porque ese día empezarían con los tratamientos.
M: -¿Ya sabes de qué quieres trabajar?
Z: -No, no tengo ni idea
M: -¿Qué hacías en la cárcel aparte de causar problemas y amenazar a las recién llegadas?- Maca recordó cómo se vieron por primera vez y se echó a reír. Ese aire que siempre llevaba Zulema de Reina Mora, aún lo tenía, pero el amor ayudaba a disimularlo un poco.
Z: -Leía mucho
M: -Ya, pero no leías revistas de moda o chismes supongo
Z: -Pfff, de todo menos eso
M: -Bueno, entonces de ahí debes haber sacado algunos conocimientos
Z: -Eso creo, no lo sé
M: -Ahhh- Macarena gritó y se tocó la panza, estaba teniendo una contracción
Z: -Shh, ¿Es una contracción, no?
M: -Ayy, sii, me duele demasiado
Z: -Respira, siéntate y relájate
M: -¡NO PUEDO RELAJARME, ME DUELE HASTA EL COÑO!
Z: -Pero, intenta relajarte, inhala y exhala, y no me vuelvas a hablar así
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Zurena: La Caravana
Ficção AdolescenteDos compañeras de atraco comparten una caravana, una pequeña caravana, demasiado pequeña como para que al final solo acaben siendo compañeras de atraco.