ᴄᴏɴᴄᴇɴᴛʀᴀᴄɪᴏɴ | Capítulo 3

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Shadow

La Legión se encontraba sentada frente a un gran fogón. Todos reían y compartían historias. ahora mismo nos veíamos como la real familia que somos.
Yo escuchaba las anécdotas mientras le daba tragos a mi cerveza. Se sentía un ambiente energético luego de haber tenido tres operativos con éxito.

Hoy merecíamos un tiempo de descanso.

Estaba sentada un poco alejada, sobre el borde del edificio, el precipicio se abría ante mí, pero no tenía miedo, no tenía miedo a la muerte.
Entre risas y empujones, vi acercarse a mis dos personas favoritas. Eran bastante imbéciles y le gustaba hacer gilipolleces todo el tiempo, pero eran fieles y eso es lo mejor hace a uno.

- Hey sombrita ¿Qué haces aquí tan sola? - preguntó Horacio mientras se sentaba a mi lado acompañado por Gustabo.
- ¿A caso no puedo estarlo? - pregunté alzando una ceja
- Que sí, pero ¡Para que estar sola si puedes estar con nosotros! - Grito Gustabo

Estuvimos una hora hablando y riéndonos. Tenía buena relación con todos a pesar de ser la líder, pero, con estos dos podía hablar sobre mí y mi vida porque me conocían y porque los tres teníamos una historia de mierda que contar sobre nosotros.
Me preguntaron sobre si debían seguir yendo a molestar a "Papu" a su oficina y le dije que sí. Ahora más que nunca debíamos estar alerta de todo lo que ocurre.

Luego de un rato, se marcharon y yo me quedé en mi lugar esperando hasta que el último hombre se fuera a dormir. Quería que todos disfrutaran de esta noche libre pero también que durmieran. Me preocupaba por todos y los sentía mi responsabilidad.

Cuando ya la fogata se apagó y quedo vacía la terraza, lancé un suspiro. A veces me sentía mucho más mayor de lo que realmente era y cada vez estaba más agotada. Rogaba que lo planificado para los siguientes meses saliera bien y así al fin podría descansar más de tres horas seguidas. Incluso quizás, podría ir a la playa.

Quizás hasta podría ir con Conway

Fantasee. E instantáneamente la sonrisa se borro de mi rostro. No debía hacerme ilusiones, no habría un final feliz para nosotros, el acabaría odiándome y jamás volvería a verlo.

Me acosté en el suelo y miré las estrellas. Soñé con una Shadow que podía disfrutar una vida normal llena de romance y felicidad.

(...)

DOS SEMANAS DESPUÉS

Conway.

Me cubrí con una pared mientras Justin negociaba con los atracadores de una joyería. No había tomado cartas en el asunto porque eran unos estúpidos principiantes y ya estaba aburriéndome con esto.

Sentí una mano en mi hombro y me exalté. Volteé automáticamente y me encontré con los dos capullos mas imbéciles de la ciudad.

- ¡Super Indigente! ¿Qué tal está? -

Los miré enojado y saqué mi porra para comenzar a golpearlos.

- ¡Que son unos capullos! ¿¡Qué mierda hacen en un operativo!? ¡Capullos, anormales! - Grité mientras seguía golpeándolos y ellos intentaban alejarse de mí.

- Solo pasábamos por aquí, estábamos tomando el sol en la playa - Comentó Horacio

Justin y los dos agentes presentes se distrajeron un segundo al escuchar los gritos y les indique con el dedo que siguieran pendientes de lo que sucedía dentro del sitio.

- ¡Lárguense de aquí! ¡Ahora! -

Comenzaron a irse hacia el norte, pero Gustabo se detuvo para atender a su celular que sonaba. Alcé una ceja al ver que se volteaba hacía mí. Ya tenía la porra preparada para volver a darle un par de ostias,

- Eh, super - Se acercó a mi - Creo que es para usted... - Informó confundido y me tendió el teléfono

Lo tomé lentamente sin saber por qué coño me iba a llamar alguien desde el teléfono de este anormal.

- ¿Qué? - Pregunté

- Si sigues haciendo gilipolleces con esos imbéciles, seguirás sin darte cuenta que hay un francotirador en el edificio de enfrente -

Joder ¿Otra vez esta tía? ¿Es que estaba en todos lados o qué? Trate de ignorar el sentimiento que creció dentro de mí, hacia dos semanas no escuchaba de ella y cuando me quedaba solo y no estaba dirigiendo el mundo pensaba si estaba por allí siguiéndome.

- ¡Greco! - Alerté - Haz perímetro, coño, que hay un francotirador - Volví a acerca el teléfono a mi oído - ¿Otra vez entremetiéndote, nena?

- Todo sea para que nada le ocurra, señor - Murmuró risueña

Joder, intente no sentir lo que me generaban sus palabras. Sin pensarlo, corté la llamada y le devolví el celular a Horacio. Volví a mi posición y continué con el atraco.

Al final, la muñeca tenía razón. Un puto francotirador nos tenía en la mira, lo eliminamos en cuanto los atracadores rompieron los pactos y luego entramos en la joyería. Habíamos ganado.

Tenía los huevos católicos porque después de dos días seguidos trabajando evitando robo tras robo y poniendo mil multas, podría descansar en mi hogar. Dejé la patrulla en la comisaria y tomé mi coche. Traté de llegar lo antes posible a mi edificio y subí a mi departamento.

Mientras cerraba la puerta, afloje mi corbata y desabotone las muñecas de mi camisa. Quite mi pistolera mientras caminaba por el pasillo de entrada y lo arroje al sofá cuando llegue al living.

- ¿Le parece correcto cortar las llamadas así, superintendente?

Giré sobre mi eje asustando porque no esperaba a nadie aquí. Me relaje un instante al reconocer su voz; Estaba apoyada en la barra de la cocina tomando un vaso de jugo, jugo de mi puta heladera.

- ¿¡Por qué coño te apareces en todos lados?! - Exclamé enfurecido.

Rió tomandose con una mano su panza, al verme de esa manera y en ese momento aproveche para observarla. Tenía su típica vestimenta de camisa y pantalones, pero esta vez, su cabello era de un tono azulado y sus ojos turquesa. Parecía una puta otaku caracterizada así, pero joder, me ponía bastante.

Notó mi mirada encima suya y alzó una ceja.

- Yo solo venía a saludar, señor superintendente - susurró - Creí que me extrañaría ya que haces doce días no me ve

- Aquí parece que la que extraña eres tú ya que contaste los días como si fuera navidad, anormal - Respondí brusco

Shadow

Hice un mohín con mis labios y me acerqué lentamente a él. Su respiración se detuvo por un instante cuando estuve solo a algunos centímetros. Clavé mi mirada fijamente en la suya y procedí a quitarle la corbata.

- ¿Qué es lo que haces? - Preguntó en un tono de voz bajo

Omití mi respuesta y arrastré mis manos hasta el primer botón de su camisa y comencé a desabotonar uno por uno. El no corría su mirada y yo quería no hacerlo tampoco, pero no pude resistir en bajarla y admirar su torso. ¿Soy yo o aquí de repente hace mucho calor?

Quería besarle, justo en las cicatrices que se extendían por su piel, pero aún era muy pronto. Debía concentrarme en el plan.

Con una fuerza sobrehumana me aparté de él. Conway no dijo una sola palabra, pero no hacía falta. Notaba lo que yo le provocaba solo con bajar la vista un poco más...

Δ Δ Δ Δ Δ Δ Δ Δ Δ Δ Δ Δ Δ Δ Δ Δ

Buenaaaaaaaaaaas.

Aaaa- migo diría Conway. El superintendente esta On-fire como Volkov jajajaj. Espero que les guste, acepto sugerencias, opiniones lo que sea. Las leo!

FacilusDescensus (Insertar emoji de corazón que no encuentro)

Shadow || Jack Conway [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora